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Un proyecto de turismo cultural
al corazón de la comunidad wichi

La comunidad indígena del Chaco salteño ideó una manera de hacer conocer su cultura y sus necesidades, mediante tours atuogestionados.

Los wichis viven en tierras que fueron recuperando a partir de 1986.
“No tenemos apoyo: los políticos vienen sólo en elecciones”, dicen.

Por Mariana Enriquez

La Misión Chaqueña es una comunidad wichi que queda en el chaco salteño, a 400 km de Salta capital, cerca del Impenetrable. Allí viven 2300 personas, en sus propias tierras: las 950 hectáreas que ocupan fueron recuperadas paulatinamente desde 1986, cuando una comisión formada por José Palacios, integrante de la comunidad, consiguió que se las devolvieran los propietarios británicos. Pero aún falta entregar tierras. Los wichis de Misión Chaqueña viven de la caza y la pesca y hacen artesanías. Consiguieron agua potable (aunque tienen un tanque de apenas 20 mil litros), luz eléctrica y todos los chicos van a la escuela. Pero la mayoría no son bilingües y tienen problemas de comunicación. Estar relativamente aislados les trae varios inconvenientes, pero el más importante es que les cuesta más lograr que sus derechos sean reconocidos.
Es por eso que los wichis de Misión Chaqueña se embarcaron en un proyecto de Turismo Cultural e intercambio con la sociedad blanca, totalmente autogestionado. En la charla que dieron para presentarlo en la Subsecretaría de Turismo de la Nación el jueves pasado (el organismo les prestó el salón de actos, pero todavía no brindó apoyo de otra clase), uno de los representantes bilingües de la comunidad, Roberto Díaz, explicó que “tratamos de salir para ser reconocidos. A lo mejor, si nos damos a conocer, algunas organizaciones se acercan para ayudarnos. Queremos asesoramiento para hacernos entender, para empezar a movernos. Lo que más necesitamos no es ayuda de tipo caritativa, de ropa y comida, que no soluciona el problema estructural, de fondo: necesitamos capacitación, generar fuentes de trabajo y comunicarnos con la población no indígena”.
El proyecto de visita ecoturística que ofrecen los wichis consiste en visitar la comunidad mediante tours: ellos quieren, además, vender sus artesanías directamente a los visitantes, para evitar intermediarios y las lógicas pérdidas. Esos tours se presentan en dos tipos: el primero es una visita de una semana, en ómnibus, y cuesta 275 pesos (en los que están incluidos los pasajes y pensión completa). En esos siete días, los visitantes comparten la vida cotidiana de la comunidad, conociendo a los artesanos, escuchando las narraciones de la tradición oral, escuchando sus reclamos que sobre todo se relacionan con las tierras porque, como explicó Roberto Díaz ,”no tenemos apoyo del Gobierno: los políticos vienen nada más cuando hay elecciones y parece que viviéramos en otro país, aunque duela decirlo”, y sobre todo ayudando a la comunicación.
El segundo tour es más corto, pero más intenso: dura cinco días y se trata de profundizar en la cosmovisión indígena, con visitas al monte e incluso viajes de caza por el Impenetrable y el río. Este viaje es en avión, cuesta 600 pesos y nuevamente se incluyen los pasajes y la pensión. El tope de visitantes es de 18, con un mínimo de 5. Hay que llevar bolsa de dormir o carpa, linternas y platos y cubiertos, porque todavía la vajilla de la comunidad no alcanza para todos. Como ninguna organización oficial o privada auspicia el proyecto, para tener más información o sumarse al contingente que partirá el próximo 16 de diciembre (hay otro que sale el 8 de enero), hay que comunicarse con Roberto Díaz o su esposa Eleonora, en la dirección de mail lewoarnet.com o al tel. 4792–1459.

 

 

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