Por Cledis Candelaresi
La expresión fue poco
feliz. En un reportaje concedido a Página/12, el secretario de
Transporte afirmó que los pobres no sufrirán el tarifazo,
simplemente, porque muchos de ellos no tienen, siquiera, la posibilidad
de viajar. Los más pobres directamente no viajan, había
afirmando, agregando para dejar más claro su idea de que los
pobres se movilizan a pie o en bicicleta. Jorge Kogan se limitó
a describir una realidad indiscutible y cruel, pero que, explicitada por
el responsable político del área, resultó más
que irritante. Tanto que ayer un abogado le inició una querella
por el supuesto delito de discriminación hacia los más pobres,
y el vocero presidencial advirtió que le pedirá explicaciones.
Pero la reacción más contundente vino de parte del diputado
frepasista, José Vitar, quien reclamó públicamente
la renuncia del funcionario de Economía. Vitar es uno de los hombres
de mayor confianza de Chacho Alvarez, y expresa lo que el líder
del Frepaso no dice públicamente desde que renunció a la
vicepresidencia. Así fue con la reforma previsional, que adelantó
la oposición del Frepaso, como con las observaciones al Presupuesto.
Por su parte, José Luis Machinea negó haber pedido la renuncia
de Kogan.
El anuncio de un aumento simultáneo en trenes, colectivos y subtes,
en plena recesión, deflación y con el Gobierno esperando
el blindaje financiero resultó revulsivo dentro del propio oficialismo
y terminó generando ruido político. Ayer, mientras el diputado
radical Alejandro Nieva, titular de la Comisión de Transporte,
defendía los ajustes anunciados el viernes, su colega y presidente
de la de Defensa del Consumidor, Eduardo Santín, los ponía
en duda.
El diputado Vitar, hombre de confianza del ex vicepresidente Carlos Alvarez,
eligió disparar al secretario de Transporte, objetándole
el comentario citado arriba. De un modo absolutamente despectivo,
se refirió a un enorme sector de nuestra sociedad, como si (los
más pobres) fuesen sólo un número, una cifra, dando
muestras de una preocupante ignorancia, afirmó el diputado.
El que vive de un Plan Trabajar directamente no viaja porque no
puede afrontar los costos del transporte. Ni con los 65 centavos que valía
el colectivo, ni con los 40 del tren, ni con nada, se sinceró
el funcionario en aquella entrevista con este diario. También explicitó
otros argumentos, en este caso técnicos, para minimizar el impacto
de un ajuste tarifario que Kogan considera tan justificado como inevitable.
Nosotros hicimos el ajuste intentando que tenga el menor impacto
posible, pero esto depende de los ingresos que tiene cada uno. En el salario
de alguien que cobra 200 pesos la incidencia es una y en el que cobra
500 pesos la incidencia es menor. Además, los que viven en zonas
más alejadas están menos perjudicados porque las tarifas
de los tramos más largos prácticamente no variaron,
sostuvo, también, en aquella conversación.
Claro que Kogan omitió algunas precisiones fundamentales. Una es
que muchos de los que viven en zonas distantes utilizan más de
un medio de transporte y, por lo tanto, el peso del aumento sobre sus
bolsillos es mayor. Otro es que, tanto en trenes como en colectivos, la
mayor concentración de pasajeros se da en las primeras secciones
y, por lo tanto, los beneficiados con el criterio de la distancia integran
un grupo tan selecto como minúsculo.
Estos datos son tan inobjetables como los que surgen de la Encuesta Permanente
de Hogares, y que en ese diálogo con este diario Kogan demostró
conocer bien: quienes están en los últimos niveles de distribución
del ingreso no viajan, no sólo por el alto costo del transporte
público sino porque, en muchos casos, no tienen trabajo al que
concurrir.
Las declaraciones del secretario le valieron ayer que un abogado, Luis
María Llaneza, promoviera una querella penal en su contra por supuesta
discriminación hacia los pobres, considerando que los dichos de
Kogan constituyen una defensa a la estructura del sistema creado
y empleado porlos dueños del poder, para discriminar y separar
a los más pobres, interpretación igual de llamativa
que la propia gaffe política del secretario de Transporte.
Lo cierto es que, a pesar del respaldo ministerial, el colaborador de
Machinea quedó en una situación al menos incómoda.
Sin aludir directamente a Kogan, Fernando de la Rúa dijo que recomendará
a sus funcionarios dar una explicación clara y completa del
aumento de transporte. Su vocero, Ricardo Ostuni, fue un poco más
allá y sostuvo que pedirá explicaciones al secretario. Presumo
que se expresó mal, que fue mal entendido o no tuvo la inteligencia
suficiente para explicar los reales motivos del aumento del transporte.
El ánimo belicoso del Parlamento también amenaza complicar
la agenda de Kogan. El radical Santín lo citó para el martes
próximo a la comisión que preside con el fin de que explique
ante el Parlamento no ya aquella desafortunada expresión sino los
fundamentos de los aumentos tarifarios. Algo similar planean los senadores
de este mismo signo, al tiempo que la Comisión Bicameral de Seguimiento
de las Privatizaciones lo espera la semana que viene para analizar la
situación del transporte, incluido su reciente encarecimiento.
El justicialismo se sumó a la embestida. Ayer, sus senadores propiciaron
la votación de un proyecto de resolución que pide suspender
los aumentos. Más combativos, un grupo de diputados, encabezados
por Humberto Roggero, reclamó la renuncia de Kogan no sólo
por su afirmación acerca de que muchos pobres se movilizan a pie
o en bicicleta sino porque éste habría avalado un aumento
ilegal y arbitrario. Lo que muchos legisladores parecen haber
olvidado es que hoy cuestionan subas que, en el caso de las renegociaciones
ferroviarias, reproducen el esquema propiciado por el gobierno anterior
y que ellos mismos avalaron en su momento: autorizar aumentos de tarifas
para cubrir más inversiones.
Fin del recorrido
de Kogan
Por Raúl Dellatorre
No sólo logró sobrevivir al menemismo, pasando
del equipo de Roque Fernández al de Nicolás Gallo,
siempre como secretario de Transporte. Jorge Kogan también
mantuvo el cargo tras la renuncia del ministro de Infraestructura,
pasando con secretaría incluida a depender del Palacio de
Hacienda. Aunque era resistido por las principales espadas de Economía
-Pablo Gerchunoff aseguraba, en plena transición, que Kogan
sería reemplazado, sus méritos técnicos
pesaron más y el presidente de la Nación aconsejó
mantenerlo en el puesto. Pero desde que abandonó por un momento
el bajo perfil y sugirió que los marginados sociales no son
usuarios del transporte público, su estrella empezó
a apagarse.
Gallo eligió a Kogan para la Secretaría de Transporte
no por las afinidades políticas entre ambos, que no existen,
sino por sus aptitudes técnicas. Según repetía
el ex ministro entre sus hombres de confianza, Kogan es la
persona que más sabe de ferrocarriles en América del
Sur. Fundamentaba esos dichos por la labor compartida en algunos
de los proyectos en los que participaron trabajando para el Banco
Interamericano de Desarrollo, en Colombia, Venezuela y Centroamérica.
Siendo un neoliberal más próximo en sus
concepciones antiestatistas a Roque Fernández que a la Alianza,
logró así un lugar a la sombra del Gobierno de esta
coalición.
Por su experiencia en la gestión menemista, Kogan corría
con la ventaja de conocer a fondo los problemas del autotransporte
y las dificultades para mantener el esquema de subsidios y compromisos
de inversiones con los concesionarios de ferrocarriles y subte.
Renegoció con unos y otros con el perfil propio de su postura
ideológica, colocando al Estado lo más lejos posible
de la gestión del servicio y aplicando un control light,
de modo de no interferir en dicha gestión. Bajo
esas pautas, le resultó más fácil avanzar bajo
el mando de Machinea que cuando se desempeñaba a las órdenes
de Gallo.
Kogan sabe bien lo que hace: no se equivoca ni cuando se equivoca,
comentó anoche a este diario una fuente del Gobierno al referirse
a las recientes declaraciones del funcionario. La sugerencia es
que si el secretario de Transporte abandonó el bajo perfil,
no fue desconociendo la repercusión política de sus
declaraciones. Por el contrario, habría preparado el terreno
para su retorno a la actividad privada, intención que viene
reiterando en las semanas recientes.
La sensación de bronca y disgusto que provocó no se
disimulaba ayer en los pasillos y oficinas de la Casa Rosada. Pero
no quieren apurar su renuncia, salvo que se decida dar marcha atrás
con el aumento de tarifas y se le cargue la responsabilidad. Preferirían,
en cambio, demorar su salida hasta una futura reestructuración
de las áreas de Infraestructura. De lo que no hay duda es
que la suerte de Kogan, a un plazo no muy largo, está sellada.
|
YA
HAY MAS DE 20 MIL FIRMAS EN CONTRA DEL TARIFAZO
Las sombrillas de la bronca
Las asociaciones de consumidores
recolectaron hasta ayer más de 20 mil firmas en contra del aumento
de tarifas en el transporte. La negativa del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires a autorizar la instalación de la carpa de la
bronca frente al Congreso llevó a que se pusieran sombrillas
y mesas en puntos neurálgicos. Ante el éxito de la convocatoria,
las entidades de defensa del consumidor instalarán más sombrillas
para juntar firmas, que estarán en las estaciones ferroviarias
y en la calle Florida, en plena city. Su intención es llegar al
millón, a fin de que el Congreso sancione un proyecto de ley rechazando
los aumentos.
La gente debe quejarse, no debe resignarse. La convocamos a que
venga a firmar y adherirse contra los aumentos, señaló
Patricia Vaca Narvaja, titular de Consumidores Argentinos. Su par de Proconsumer,
Ricardo Nasio, añadió que las asociaciones de consumidores
deberíamos poner un asesor psicológico para atender los
traumas de la gente.
Por su parte, la presidente de Adecua, Sandra González, se quejó
porque el gobierno porteño no sólo no los autorizó
a montar una carpa frente al Congreso, como tenían planeado, sino
que además exigió que el acto de recolección de firmas
se limite al horario de 8 a 22. No obstante la orden del Ejecutivo capitalino,
a pocos metros de la sombrilla en el Congreso hay una carpa de ex empleados
ferroviarios, que reclaman ser reincorporados en sus antiguos puestos
de trabajo.
González manifestó su indignación porque sí
se permitió la instalación de esa tienda y no la de los
consumidores en contra del aumento, y recordó con amargura que
el presidente Fernando de la Rúa, su ex vice Carlos Alvarez, la
ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, y el
jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, desarrollaron
gran parte de su campaña proselitista en la Carpa Blanca docente.
El reclamo de las asociaciones se sustenta en siete puntos, de los cuales
el primero es que se dejen sin efecto los recientes e ilegales aumentos
de tarifarios del transporte y demás servicios. También
se exige la anulación de las renegociaciones ferroviarias,
la celebración de una audiencia pública, que se sancionen
marcos regulatorios de los servicios públicos dictados por decreto,
eliminación de las cláusulas indexatorias de las tarifas
de los servicios públicos, no al corte de los servicios los días
viernes y la implementación de una tarifa social para los sectores
de menores recursos, como jubilados y desocupados.
ENTREVISTA
AL FREPASISTA JOSE VITAR
Su salida debe ser inmediata
Por Felipe Yapur
El secretario de Transporte,
Jorge Kogan, aseguró durante un reportaje a este diario que el
tarifazo no afecta a los más pobres porque no viajan, o se
movilizan a pie o en bicicleta. El vicepresidente del bloque de
diputados del Frepaso, José Vitar, fue el primero en responderle.
Le exigió la renuncia y aseguró a Página/12 que la
declaración es la forma más cínica de justificar
el tarifazo.
Hace unos meses el entonces jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes
había dicho que era necesario profundizar el ajuste. Usted lo comparó
con Alfredo Martínez de Hoz. ¿Y Kogan, a quién le
recuerda?
Sin duda, los dichos de Kogan se inscriben en la misma línea
del pensamiento antipopular y absolutamente reaccionario que tuvo como
representante a Martínez de Hoz y a la dictadura militar.
¿Cuál cree que fue el objetivo de estas declaraciones?
No puedo juzgar sus intenciones pero no puedo creer que sea una
equivocación. Es, en todo sentido, una actitud absolutamente lamentable.
Que no puede ser pasada por alto por este gobierno, sino que debe darle
un corte definitivo a la situación desgraciada que generó
Kogan.
¿El pedido de renuncia lo realiza usted a título personal
o acaso tiene el visto bueno del bloque del Frepaso?
No, es una decisión personal. No la consulté con nadie.
¿Ni siquiera con Carlos Chacho Alvarez?
No, le reitero. Es una actitud personal.
¿Pero qué cree que piensa Alvarez sobre cuál
debería ser el futuro de este funcionario?
Estoy seguro de que Chacho comparte mi observación.
¿También el pedido de renuncia?
Todavía no lo pude conversar con él.
Entonces, ¿está seguro de que su posición no
generará problemas en el Frepaso?
De ningún tipo. Le reitero, actúo por convicción
en función de lo que creo que es lo correcto. Además creo
que interpreto lo que piensa la mayoría de la sociedad argentina
que está escandalizada por este tipo de declaraciones.
¿No le parece que la gente estará más escandalizada
con el tarifazo que con la frase de un funcionario?
Absolutamente. Pero lo que pasa es que la declaración es
la forma más cínica de justificar el tarifazo.
Durante la mañana (de ayer) el ministro del Interior, Federico
Storani, intentó aclarar los dichos de Kogan. ¿Es suficiente,
alcanza o insiste con que debe renunciar?
Yo entiendo que no. Creo que alguien que sustente un pensamiento
tan reaccionario no puede continuar en el gobierno de la Alianza. Su salida
de la Secretaría de Transporte debe ser inmediata.
¿Kogan representa el pensamiento de un sector de la Alianza?
Si llegara a ser así, digo que no es compatible ni con las
banderas ni con los pensamientos que originaron a la Alianza.
Pero si a la frase de Kogan se le suma el impuestazo, la reducción
del 12 por ciento de los salarios estatales y el tarifazo, sin duda es
una forma extraña de hacer cumplir la plataforma electoral de la
Alianza.
Creo que el Gobierno debe encarar una nueva etapa de ruptura clara
de la continuidad del modelo menemista.
Bueno, Kogan es una muestra de continuidad. Fue funcionario menemista.
Así es. La frase es la mejor muestra de la continuidad del
pensamiento y filosofía del modelo menemista. Por eso Kogan no
debe continuar en sus funciones.
¿El pedido de renuncia no agudiza aún más la
relación que mantiene el Frepaso con la Unión Cívica
Radical, sobre todo después de que un ministro intentó explicarla?
De ninguna manera, porque estoy pensando que el presidente (Fernando)
De la Rúa debe estar en estos momentos pensando igual que yo.
|