Las dos corrientes de las Madres
de Plaza de Mayo, junto a otros organismos de derechos humanos, comenzaron
ayer la vigésima Marcha de la Resistencia. Esta marcha la
hacemos porque tenemos que luchar mucho para merecer los hijos que tuvimos,
exclamó Hebe de Bonafini, de la Asociación Madres de Plaza
de Mayo. Por su parte, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea
Fundadora, aseguró que hoy más nunca tenemos que hacer
esta marcha, por los problemas sociales que hay.
La marcha alrededor de la Pirámide de Mayo comenzó puntualmente
a las 18, como todos los años; si bien formaban parte de la misma
ronda, por un lado se encontraban las Madres de Plaza de Mayo-Línea
Fundadora, con las Madres de Detenidos-Desaparecidos de Ledesma (Jujuy)
y la Red Nacional de HIJOS, y por el otro, separados por unos veinte metros,
estaban la Asociación Madres de Plaza de Mayo, encabezada por Hebe
de Bonafini, junto a otro grupo de HIJOS.
La Pirámide estaba rodeada por una estructura metálica,
en donde estaban colocadas centenares de fotos de desaparecidos. La reja
perimetral del monumento también estaba atiborrada de banderas
de la Madres.
La Marcha de la Resistencia tradicionalmente se realiza en los primeros
días de diciembre, debido a que el 10 de ese mes se celebra el
Día Internacional de los Derechos Humanos y a que entre un 8 y
un 10 de diciembre de 1977 un grupo de tareas secuestró a algunas
Madres y a otros familiares de desaparecidos, en la iglesia porteña
de Santa Cruz.
En la Plaza de Mayo, junto a las banderas de las agrupaciones convocantes,
había estandartes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos,
Izquierda Unida, Partido Obrero, Frente de la Resistencia, Quebracho y
Partido Comunista Revolucionario. Por otra parte, otras banderas reclamaban
la liberación de los presos por el copamiento al cuartel de La
Tablada y la de Raúl Castells, quien afronta un juicio por reclamarle
alimentos al supermercado Wal Mart.
Mientras la ronda seguía alrededor de la Pirámide, frente
al Cabildo a las 20 y 15, ante unas 400 personas comenzó la obra
teatral A propósito de la duda, dirigida por Daniel Fanego, con
la actuación entre otros de Raúl Rizzo y Chela Cardalda.
La pieza forma parte del proyecto Teatro por la Identidad, que coordina
Fanego y que el año próximo lanzará treinta obras
itinerantes.
La consigna de esta marcha es que el futuro ya llegó y que
nos tienen que ayudar a cambiarlo, dijo Bonafini. Por eso
queremos que ésta sea una marcha también para los más
chicos, agregó la titular de la Asociación.
Por su parte, Cortiñas aseguró que seguimos con nuestro
reclamo, por la anulación de las leyes de Obediencia Debida, Punto
Final e indultos. Pero además reclamamos por la libertad de los
presos de La Tablada.
Por su parte, Bonafini afirmó que esta medida la hacemos
también por los despidos, las fábricas cerradas y los piqueteros.
La dirigente agregó que la gente está decepcionada
con la Alianza, porque huele mal, en cambio acá en la plaza se
siente pureza.
La Marcha se prolongó durante toda la noche y culminará
hoy por la tarde; a las 15, la Línea Fundadora hará un acto
de cierre frente al Cabildo. En tanto, las Madres lideradas por Bonafini
cerrarán la marcha con otro acto, a realizarse a las 17, cerca
del monumento a San Martín, para luego marchar a la sede de la
agrupación, en Hipólito Yrigoyen 1584.
DIPUTADOS
TRATARIA HOY EL TEMA DE LA TABLADA
Daniel Ortega pidió la libertad
El líder de la Revolución
Sandinista y ex presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se reunió
ayer con senadores justicialistas y con diputados aliancistas para pedir
la aprobación del proyecto de ley que garantice la segunda instancia
para los presos de La Tablada. La iniciativa se trataría hoy en
la Cámara de Diputados, pero por si se frustra su debate o aprobación,
el Gobierno ya tiene listo un decreto. De todas formas, los detenidos
del MTP, en huelga de hambre desde hace más de 90 días,
manifestaron que no levantarán la huelga con media sanción
de la ley enviada por el Ejecutivo, ya que no cumple con sus expectativas.
Ortega relató a un grupo de senadores justicialistas, entre los
que estaban Antonio Cafiero, Alberto Rodríguez Saá, Ramón
Ortega y Omar Vaquir, que muchos de nuestros amigos latinoamericanos,
entre ellos argentinos, nos pidieron luego del triunfo de la Revolución
Sandinista que liberáramos a los presos de la Guardia Nacional
y a los contras, por lo cual al llegar a las elecciones de 1990 no había
presos políticos en Nicaragua. También expresó
su simpatía a los presos, al recordar que algunos combatieron
con nosotros en la guerra contra la dictadura de (Anastasio) Somoza.
Mientras, una agrupación anticastrista reclamó que Ortega
sea citado ante la Justicia para responder sobre sus supuestos vínculos
con el ataque al cuartel de La Tablada.
Cafiero le anticipó al líder sandinista que si los diputados
aprueban la norma, los senadores justicialistas tendrían libertad
de conciencia para votarla en la Cámara alta.
Los diputados aliancistas que se entrevistaron con Ortega, y expresaron
su voluntad de aprobar la ley, le solicitaron a la vez que él interceda
para que los presos levanten la huelga de hambre.
A pocos días de estrecharle la mano al represor Luciano Benjamín
Menéndez, el jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, calificó
como delincuentes a los presos del MTP y recalcó que
deben cumplir su condena. Aceptó, sin embargo, que
es una prerrogativa del Ejecutivo sacar un decreto que habilite
la segunda instancia judicial para los presos.
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