Por Eduardo Videla
La historia argentina es una
suma de fragmentos y retazos, muchos de los cuales permanecen ocultos
en manos de coleccionistas privados, descendientes de las familias patricias
o investigadores extranjeros. Una parte de ese tramo aún secreto
pudo salir a la luz en estos días y en poco tiempo estará
al alcance de todos: se trata de la colección que perteneció
a Marcos Estrada Linch, descendiente del virrey Santiago de Liniers, héroe
de la lucha contra las Invasiones Inglesas, que acaba de ser comprada
por el Banco Ciudad por pedido expreso del jefe de Gobierno, Aníbal
Ibarra. El material desde la correspondencia de Liniers hasta el
juicio al general Whitelocke, en Londres, por su responsabilidad en la
derrota será expuesto en una muestra por la Fundación
Banco Ciudad y luego pasará a formar parte del patrimonio del Archivo
Histórico de la ciudad.
El Proyecto para humillar a España, un anónimo
escrito en 1711, revela que desde esos años Buenos Aires era una
plaza codiciada para el Imperio Británico: allí se describe
un plan para invadir la capital del Virreinato del Río de la Plata
con 2500 hombres. El juicio completo al general Whitelocke, que terminó
en 1808 con la degradación del militar, desarrollado en tres tomos,
demuestra la importancia estratégica que para la corona británica
tenía la conquista de esta ciudad, según la directora
del Instituto Histórico de la ciudad de Buenos Aires, Lidia González.
Y la crónica de Sir Home Popham del 25 de agosto de 1806 se convierte
en un valiosísimo parte de batalla de un oficial del bando perdedor.
Esos tres materiales aparecen entre los 240 lotes comprados por el Banco
Ciudad en dos subastas, una realizada el 9 de octubre y la segunda, el
lunes último. También está la carta manuscrita en
la que Liniers da la custodia de sus hijos al Deán Funes, el mismo
que tres años después, cuando integraba la Junta Grande,
firmó la orden de fusilamiento del francés, por su complot
contra la Revolución de Mayo. O el original del Poema Heroico
de Vicente López y Planes, titulado El Triunfo Argentino,
en homenaje a la gloriosa defensa de la ciudad.
Hacía más de 30 años que no se subastaban documentos
históricos de este valor, dijo a Página/12 Mónica
Almada, directora del Banco Ciudad, quien intervino personalmente en la
operación. La anterior se había realizado en 1968:
una colección de documentos de la Revolución de Mayo, que
fue comprada por un coleccionista privado y hoy están en la Universidad
de Houston, agregó Almada.
Esta colección pertenecía a Marcos Estrada Linch, descendiente
de Liniers, quien falleció recientemente. Estrada Linch había
donado su patrimonio histórico al Gobierno nacional, pero las diferencias
entre sus descendientes obligaron a una subasta.
Primero se subastaron lotes de muebles; luego, manuscritos de las Invasiones
Inglesas y, por último, la biblioteca de Estrada Linch. De la primera,
la ciudad no participó. En la segunda, adquirieron 230 de los 270
lotes Francisco Delich, director de la Biblioteca Nacional, compró
manuscritos de Manuel Belgrano en la Campaña al Alto Perú;
y en la tercera, se adquirieron 10 lotes sobre un total de 300.
Entre los documentos comprados figura uno de los primeros mapas de la
ciudad de Buenos Aires como capital del país, que data de 1898.
Se trata del primer plano de distritos escolares, con indicación
de las escuelas, donde se ve una ciudad con dos hipódromos, sin
los terrenos ganados al río donde hoy está el Aeroparque
y donde Puerto Madero es un lugar de embarque y no un barrio gastronómico.
También se encuentran los partes sobre la persecución del
Chacho Peñaloza y hasta el acta de defunción de Juan Moreira.
Y una cédula del virreinato que data de 1804, donde se prorroga
la autorización para ingresar negros y poder comercializarlos.
Un microfilm de este documento fue obsequiado por el presidente Fernando
de la Rúa al Museo de Indias, en su reciente visita a España.
Por toda la documentación, el Banco Ciudad pagó 247 mil
dólares. El material será exhibido a principios del año
próximo por la Fundación Banco Ciudad, en su relanzamiento.
La Secretaría de Cultura tiene la intención de recuperar
este material, dijo a este diario la directora del Archivo Histórico
porteño. Las Invasiones Inglesas y la defensa de la ciudad
por parte de los vecinos representaron hechos fundamentales en la historia
de Buenos Aires, concluyó la funcionaria.
SE
CAYO EL ESCENARIO DE UNA ESCUELA
Un ensayo fallido
El ensayo para el acto de fin
de año terminó en un gran susto: tuvo que suspenderse porque
los alumnos que estaban sobre el escenario cayeron cuando éste
se derrumbó bajo sus pies y se produjo una pequeña avalancha.
Ayer, en el Instituto Santa Felicitas, una escuela privada ubicada en
Pinzón 1480, en el barrio de la Boca, 17 chicos de 9 y 10 años
sufrieron heridas leves, al ceder la estructura donde ensayaban. El de
ayer es el segundo accidente de este tipo en la semana: el lunes sucedió
un hecho similar en una escuela pública de Almagro.
El accidente se produjo cuando la parte delantera del escenario sobre
el que estaban ubicados 30 alumnos de cuarto y quinto grado cedió,
y los chicos cayeron al piso. Como consecuencia de la caída, los
niños sufrieron politraumatismos, raspones y golpes y fueron trasladados
a distintos centros asistenciales. De los 17 chicos lastimados, catorce
fueron derivados a los hospitales Argerich y Británico, mientras
que otros tres fueron trasladados por sus padres a distintos centros de
salud, informó el comisario de la seccional 26ª, Federico
Almeder.
Los padres de los alumnos se enteraron del accidente a través de
la televisión, y acudieron a la escuela muy asustados, aunque luego
comprobaron que ninguno de sus hijos había sufrido heridas de importancia.
La representante legal del colegio, Marta Aimerich, informó que
después del mediodía los padres se comunicaron con el instituto
para informar que 16 alumnos ya fueron dados de alta. Solamente a
una alumna se le debía efectuar una placa para ver si debe ser
enyesada, precisó.
El escenario, que tenía 80 centímetros de alto, había
sido alquilado por la escuela para los actos de fin de curso y no
era la primera vez que se utilizaba explicó Aimerich,
ya que se habían hecho otros actos con los alumnos del colegio
secundario y no hubo ningún tipo de problemas hasta esta mañana
(por ayer) que ocurrió el accidente.
El accidente fue casi idéntico al ocurrido el lunes pasado en la
escuela Nº 7 de Almagro, ubicada en Corrientes al 4200, donde cuatro
maestras resultaron heridas, porque también cedió el escenario
donde estaban ensayando.
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