Por Roque Casciero
Esta noche, el legendario dúo
conformado por Charly García y Nito Mestre desafiará el
viejo adagio que dice que nunca segundas partes fueron buenas. El show
de Sui Generis en la cancha de Boca, a 25 años de su separación,
es un acontecimiento que va incluso más allá de lo musical.
¿Se llenará la Bombonera de encanecidos hippies nostálgicos?
¿Se llenará la Bombonera de chicos de generaciones más
recientes que crecieron cantando Canción para mi muerte
en los fogones? ¿Se llenará la Bombonera? El concierto tendrá
varios escenarios (en uno la banda hará un set acústico),
habrá pantallas gigantes y hasta ¡un plato volador! Página/12
fue el único medio que asistió al ensayo completo del grupo
con los músicos invitados para el histórico show, que servirá,
de paso, como presentación del reciente disco Sinfonías
para adolescentes. Lo que sigue es un recuento de esa tarde de martes
en una casona de Palermo. Un repaso que brinda algunas pistas de cómo
puede resultar todo en el concierto del regreso.
La sala de ensayo de García está repleta de instrumentos,
equipos y estuches. Nito afina su guitarra acústica mientras el
dueño de casa, sentado frente a un piano eléctrico y rodeado
de teclados pintarrajeados, comprueba que todo estuviera en orden. Detrás
de Charly está colgada una bandera de Titanes en el ring
y por ahí hay un afiche de otro regreso histórico (aunque
tal vez por lo bochornoso), el de Seru Giran. Sólo que la enrulada
cabellera de Oscar Moro ahora es un manchón de aerosol amarillo.
La banda que acompaña a Sui Generis es la de García: María
Gabriela Epumer en guitarra, Mario Serra en batería, Murray Dubarry
en bajo y teclados, Mariela Chintalo en saxo y coros, Gabriel Said en
percusión, Ulises Di Salvo en cello y Erika Di Salvo en violín.
Además de todos ellos, en la sala hay asistentes, técnicos
y curiosos varios. Con el correr de las horas, estar adentro se convierte
en sinónimo de transpirar la camiseta, porque las puertas se mantienen
cerradas para evitar problemas con los vecinos.
En el patio trasero del caserón no hay un centímetro de
pasto, pero sí una pileta con agua limpia. Tal vez para recordar
su vuelo desde un noveno piso en Mendoza, Charly decide darse un chapuzón:
a la vista de todo el mundo, se queda en calzoncillos, tan flaco y tan
alto que daba impresión. Mira al fotógrafo de este diario
y advierte: Sacame en el aire, nada más. Toma carrera,
hace una mortal y cae al agua. Pierde los anteojos, que no se había
sacado, pero de buen grado repite el salto para la cámara. Cuando
sale, pide una toalla, pero le alcanzan una bata (que alguna vez fue blanca)
y él decide que ésa será toda su vestimenta durante
buena parte de la noche.
Mientras García se da su baño, Mestre recibe a Pedro Aznar,
el primero de los invitados en llegar. Enseguida, todo está listo
para comenzar el ensayo. Con Aznar en bajo y voz, se suceden versiones
de El chico y yo. Después llega el momento de los dos
temas que hablan del vuelo mendocino, Me tiré por vos
y Me voy a tirar del noveno piso. Charly está claramente
al comando, aunque no da órdenes: maneja los arreglos vocales,
pide la inclusión de un solo de bajo de Aznar, le recuerda a Serra
que quiere una onda más Pink Floyd, más dramática.
Nito asiente ante cada sugerencia de su compañero.
El clima en la sala es relajado. Aznar tiene otro compromiso, y su apuro
es justificado por Mestre: El es responsable porque es de Leo, igual
que yo. Yo leo y escribo, ¿qué tiene que ver?,
es la inmediata respuesta de García, que convence al bajista y
ex compañero en Seru Giran de quedarse un rato más. Cuando
Charly confunde a todos con el orden de las dos canciones, decide aclarar:
Primero me voy a tirar y después me tiré. ¿No
leíste a Sabato, vos?. No, a domingo, le contesta
Mestre. Antes de hacer la versión de Espejos, García
se agranda: Quiero decirles que este tema lo compuse cuando tenía
doce años. ¿Qué hacían ustedesentonces?.
Epumer le responde que ella no había nacido y el tecladista dispara:
Ah, estás disculpada. Después, le cuenta al
bajista cómo su padre siempre le pedía que cantara Espejos,
una canción que él desechó por demasiado infantil,
pero que recuperó ahora en Sinfonías para adolescentes.
Aunque Gustavo Cerati llega antes que Mercedes Sosa, Sui Generis ensaya
primero con la tucumana. Como siempre, el trato de García hacia
ella es el de un hijo orgulloso del talento de su madre. Cuando la cantante
se ríe del aspecto de Charly, él le responde con otra broma:
Me bañé por vos, le dice. Las dos primeras versiones
de El tuerto y los ciegos son en un tono demasiado bajo y
García se da cuenta de que Sosa no suelta su garganta. Si
vos querés que la haga así, está bien, le dice
la cantante. Pero él cambia el tono y todo mejora de modo notable.
Entonces dejan entrar a una cámara de televisión, aunque
la canción había sonado más redonda cuando los músicos
estaban a solas. Mariela Chintalo deja el saxo y se pone a sacar fotos.
Apremiada por sus propios ensayos (canta el sábado en el Luna Park),
Sosa se va rápido, pero ella ya hizo esa canción en el disco
Alta fidelidad, así que corre con ventaja.
El último ensayo es con Cerati (Fito Páez, el otro invitado,
fue el miércoles), con García de nuevo con sus pantalones
plateados. El ex Soda Stereo no sabía que iba a participar en El
día que apagaron la luz, pero enseguida se acopla. En las
primeras versiones, Charly toca el bajo, pero después hay otras
en las que se pasa a los teclados. En medio de una de las interpretaciones,
García le pide a Cerati que haga un solo de guitarra. Entusiasmado,
Mestre le dice a su compañero: Charly, hagamos otra con Gustavo.
Claro. Hagamos Instituciones. Gustavo, ¿te va
ésa?, responde el tecladista. A ver, refrescando,
pide el ex Soda, pero se pierde durante la canción. La verdad,
es una bola de acordes y tengo miedo de hacer cualquier cosa, dice
Cerati. Entonces, García sugiere Rasguña las piedras
y Gustavo acusa el impacto. Aunque no habían ensayado, Charly hace
pasar a la televisión y la primera versión es con la letra
cambiada, casi un papelón, pero después graban otra muy
superior. ¡Tremendo, loco!, dijo García al final.
Lo que sigue es el intento de ensamblar Rasguña las piedras
y El día que apagaron la luz, que nunca termina de
salir del todo bien. Cerati también tiene compromisos (fue a grabar
a Todo X 2$), pero se queda para un par de versiones. La última
es demasiado caliente: Charly se posesiona tanto que termina tirando algunas
cosas y sale de la habitación con la mirada desorbitada. Cerati
saluda a Nito y huye por una puerta lateral, mientras los asistentes comienzan
el ritual de desconectarlo todo. Ahora, a escena.
Nada puede salir
mal
Postales del diálogos entre los Sui Generis
sobre ayer y hoy
García: En aquella época estaba Isabel...
Isabel Sarli. El año anterior había muerto Perón.
Me acuerdo de que estábamos en Tucumán. No había
trenes y no sabíamos cómo mierda volver. Je, en esa
época íbamos en tren y no en avión. No me preguntes
por qué. ¿No había avión?
Mestre: No se estilaba viajar en avión. Viajar en
micro, o en tren, era divertido.
García: Era divertido porque éramos jóvenes.
García: Me acuerdo de que, cuando fuimos a lo de
Mirtha Legrand, que fuimos dos veces...
Mestre: Ya nos habíamos separado y nos invitaba. Pero
después no nos dejaron ir más.
García: No, fue porque vos volcaste el café.
Pero lo que quería decir era que la Mirtha decía yo
quiero que la juventud baile con la música de ustedes
y Nito empezó pero antes de bailar, que escuche lo
que estamos diciendo. Siempre decía lo mismo. En realidad,
el problema siempre fue que Nito no aprendió a bailar.
García: Esta vez, nada puede salir mal.
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Todos los datos del
show
Quedan entradas, que
se venden hoy hasta la hora de inicio, a las 22, en el estadio de
Boca Juniors, en el teatro Gran Rex y en una boletería de
Ticketek ubicada en Espora y Zoletti. Los precios van desde los
15 a los 100 pesos.
Las puertas se abrirán
a las 18 y no habrá números soporte.
El show será emitido
en directo por el canal 604 de DirecTV. La FM La Mega transmitirá
algunas canciones y luego podrán verse imágenes por
Canal 13.
El escenario principal
estará ubicado delante de los palcos de La Bombonera y habrá
varias pasarelas por las que se moverán los músicos.
El concierto va a estar
dividido en cuatro actos y la banda tocará varios clásicos
(Aprendizaje, Rasguña las piedras,
Bienvenidos al tren, Instituciones y Necesito,
entre otros). Estos temas serán interpretados con instrumentos
similares a aquellos con los que fueron grabados. En algunas canciones
participará la Say No More Symphony Orchestra, dirigida por
Gabriel Senanes.
Están invitados
Carlos Menem y su novia Cecilia Bolocco.
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