Por Claudio Zlotnik
¿Va a organizar
algún festejo el próximo domingo, cuando se cumpla el primer
aniversario del gobierno de la Alianza? le preguntó a José
Luis Machinea uno de los corresponsales de medios brasileños que
lo visitaron ayer en su despacho.
No. Lo único que pretendo este fin de semana es descansar
respondió el ministro acompañando sus palabras con
un gesto de cansancio.
No son horas de tranquilidad para el ministro, en medio de las negociaciones
por el salvataje del Fondo Monetario. Precisamente, anoche, Machinea se
reunió con Teresa Ter Minassian, la jefa de la misión del
organismo, para avanzar en el acuerdo y ponerle cifras a las pautas de
déficit fiscal trimestrales que la Argentina tendrá que
cumplir el próximo año. El acuerdo con el Fondo lo
firmamos el lunes o el martes, estimó el titular de Hacienda
ante los cronistas brasileños. Tanto optimismo era fruto que todavía
no sabía los cambios introducidos en el Presupuesto por parte de
los senadores (ver nota aparte). Y que todavía no había
recibido la queja de Ter Minassian, precisamente, por esas modificaciones.
En especial, la referida a devolver el recorte del 12 por ciento de los
salarios a los empleados públicos.
Por otro lado, Machinea les dejó picando una primicia a los cronistas
brasileños: el desempleo de octubre será inferior
al 15 por ciento, aseguró.
En Economía trabajan contrarreloj para firmar la carta de intención
con el FMI. La última reunión del año del directorio
del organismo se celebrará el viernes 22. El blindaje estará
en marcha antes de que termine el año, aseguró anoche
a este diario un miembro del equipo económico. Precisamente, la
sanción de la ley de Presupuesto es el condicionante impuesto por
el Fondo para liberar el socorro financiero.
El operativo blindaje se ha transformado en el eje central
de las actividades en el Palacio de Hacienda. Y el tema no escapó
a la charla de 40 minutos que Machinea mantuvo al mediodía con
11 periodistas de medios brasileños. En el encuentro, el ministro
volvió a negarse a dar precisiones sobre el salvataje, aunque reconoció
que si bien ya había llegado a un acuerdo por los compromisos que
tomarán los bancos, todavía le faltaba hacer lo propio con
las AFJP.
Un estrecho colaborador del ministro aseguró a Página/12
que el monto del blindaje sumará unos 27.000 millones de dólares,
en base a los aportes que harán los organismos internacionales
y España (el único país que se integrará)
y los compromisos para tomar deuda con los que participarán los
bancos locales y extranjeros y los fondos de pensión. De esta manera,
Economía excedería su pretensión primaria de tener
cubierta la necesidad de financiamiento del próximo año,
que asciende a 21.500 millones.
Frente a los corresponsales de Brasil, Machinea se mostró tranquilo
y confiado en que, una vez concretado el blindaje, la economía
retomaría la senda del crecimiento. Los brasileños, en tanto,
le hicieron conocer las dudas que en el país vecino despierta la
Argentina.
Los analistas aseguran que, tarde o temprano, la Argentina devaluará
porque con la Convertibilidad no se puede crecer, disparó
una cronista. Argentina no va a devaluar. Crecimos mucho teniendo
un tipo de cambio fijo, y lo volveremos a hacer, a pesar de que en el
año 2000 nos expandiremos apenas el 0,5 por ciento. Las medidas
que estamos tomando permitirán recuperarnos, aseguró
el titular de Hacienda.
Sin embargo, las consultoras brasileñas afirman que no podrá
cumplirse con la pauta de crecimiento del 2,5 por ciento, inquirió
otro corresponsal. La respuesta de Machinea resultó llamativa:
A principio de este año, ningún economista predijo
que el Producto crecería apenas el 0,5 por ciento. Todos calcularon
tasas más altas. El Gobierno se engañó estimando
un crecimiento elevado. Pero las consultoras también. ¿Quién
le dice que no se están volviendo a equivocar?, razonó.
Estamos preocupados por el malestar social, admitió
el jefe del Palacio de Hacienda cuando el encuentro estaba por finalizar,
aunque luego relativizó ese estado de ánimo al argumentar
que las medidas que impulsa el Gobierno devolverán la expansión.
Una mano del amigo
brasileño
Veo la economía (argentina) tocando fondo y recuperándose
pronto; el programa ha sido diseñado para eso y el ambiente
está ayudando, es una buena combinación. La
frase pertenece al presidente del Banco Central brasileño,
Arminio Fraga, que desde Nueva York le dio una mano a José
Luis Machinea, e intentó enviar una señal tranquilizadora
a los mercados. Los golpes económicos externos han
cesado y las cosas están mejorando, agregó el
funcionario brasileño, ex ejecutivo del magnate George Soros
y por lo tanto un hombre reconocido por su prédica entre
los inversores. Igual optimismo se notó ayer en la Bolsa
de San Pablo, que subió un 3,6 por ciento, según los
analistas brasileños, impulsada por las buenas noticias
provenientes de Argentina. En tanto, las acciones líderes
en la plaza local mejoraron 0,2 por ciento, mientras la tasa interbancaria
trepó al 15,5 por ciento.
Para Fraga, quien habló para analistas de Wall Street en
el tradicional foro del Consejo de la Américas en Nueva York,
hay diversos factores que ayudarán a la recuperación
argentina. Entre ellos mencionó el fuerte crecimiento económico
de Brasil, la mejoría en los términos de intercambio,
la tendencia a la baja de la tasa de interés en Estados Unidos
y la apreciación del euro. En particular sobre Brasil, Fraga
insistió en que la meta de crecimiento para el 2001 es del
4 por ciento, con un techo para la inflación del 6 por ciento.
Menos optimista fue el informe que dio el banco de inversión
Merril Lynch que, si bien habla de que en el 2001 deberemos
ver un panorama macroeconómico más positivo para América
latina y pronostica un crecimiento superior al 3 por ciento
para la región, abre interrogantes sobre la situación
de Argentina. Las presiones sobre Argentina pueden producir
un riesgo a la reducción en esa previsión de expansión
económica, asegura el informe.
|
|