Por más que el Comité
de Seguridad Deportiva había autorizado a que Chacarita recibiera
en su estadio a Boca, los dirigentes de la entidad de San Martín,
con su presidente Luis Barrionuevo a la cabeza, decidieron que el partido
se disputara el próximo domingo en la cancha de Vélez. Durante
la conferencia de prensa que brindó para comunicar la noticia,
Barrionuevo argumentó que el encuentro con Boca es el partido
del año y por esa razón la comisión directiva
resolvió jugarlo en Vélez. Mientras tanto, el titular de
River, David Pintado, calificó el cambio de cancha como una
aberración, ya que a Boca se le está dando una ventaja
deportiva.
Luego de mantener durante toda la semana la firme decisión de jugar
en San Martín, una vez conseguido el objetivo, los dirigentes de
Chacarita cambiaron llamativamente de opinión. Así, mientras
el Comité de Seguridad daba el visto bueno el miércoles
a la noche a la realización del encuentro, las autoridades de Chacarita
estaban reunidas debatiendo y recién ayer comunicaron la nueva
postura. Dada la historia que existe en los enfrentamientos con
Boca y los desgraciados sucesos de violencia entre las hinchadas, decidimos
jugar en Vélez para evitar cualquier hecho que pueda empañar
una fiesta del fútbol, circunstancia por la que venimos bregando
desde que nos hicimos cargo de la dirigencia del club, fundamentó
Barrionuevo.
Claro que más allá de los argumentos esgrimidos, la principal
razón es económica. La autorización para jugar en
San Martín implicaba no poder entregar plateas para el público
visitante ni la posibilidad de vender entradas el mismo día del
partido. Para los dirigentes de Chacarita todavía está fresco
el recuerdo del partido con River, donde con restricciones similares apenas
se vendieron 3 mil populares de las 12 mil que habían entregado.
Jugar en Vélez va a beneficiar económicamente a Chacarita,
porque vamos a jugar a estadio lleno y pediremos a Boca que nos ayude
a pagar los gastos del operativo de seguridad, que es más caro
en la Capital Federal que en la provincia, comentó Barrionuevo.
Ante la posibilidad de que la directiva de River se moleste por el cambio
de escenario, el titular chacaritense dijo con tono de fastidio: Nadie
tiene derecho a decir nada por esto. Ni de River o de cualquier otro club.
Lo hacemos por el bien del espectáculo. Por lógica
pura, la queja de River no tardó en llegar. Si Chacarita
no le dio la ventaja deportiva a River, por qué se la da a Boca.
Hay algún interés de por medio, algo dudoso. Esta situación
es totalmente anormal, es una aberración, aseguró
Pintado, que además deslizó sospechas sobre las autoridades
del club de San Martín. Si River jugó en Chacarita
y no pasó absolutamente nada, debe haber algún otro interés.
Si antes defendían la localía por el tema deportivo, ahora
necesitan los puntos tanto o más que antes. Esto es una falta de
respeto total y el único perjudicado es River, que no tiene nada
que ver en el tema, dijo indignado.
Desde que Chacarita retornó a primera división, en cada
partido ante los grandes se generaron inconvenientes. En la primera temporada,
el Comité de Seguridad no autorizó los partidos ante Boca
y River, que se disputaron en Vélez, ni ante Racing, que se jugó
en Lanús. En cambio, San Lorenzo e Independiente fueron a San Martín.
En este segundo año, luego de la firme postura de sus dirigentes,
Chacarita mantuvo su localía con River y terminó ganado
1-0. Sin embargo, ahora hay un pequeño detalle que les cambia la
situación. Mientras los dirigentes de River se negaron a pagar
el dispositivo policial de la cancha de Vélez, ahora los de Boca
no sólo no tienen inconvenientes en ello, sino que incluso ofrecieron
jugar los dos partidos de la temporada en terreno neutral.
Battaglia se rompió
feo
Sebastián Battaglia estará entre seis y nueve meses
fuera de los campos de juego, al confirmarse ayer que la lesión
que sufrió en el partido ante Independiente fue la rotura
del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Luego de los
estudios a los que fue sometido Battaglia, el cuerpo médico
de Boca confirmó que el volante padece la misma lesión
que sufrió Martín Palermo el año pasado. El
jugador santafesino será operado en un plazo no mayor de
veinte días por el médico del plantel boquense, Jorge
Batista, quien será asistido por el jefe del departamento
médico del club, Gustavo Liotta. Mientras tanto, también
se confirmó que Juan Román Riquelme se resintió
del esguince de rodilla izquierda que padeció antes de que
el plantel de Boca viajara hacia Tokio, por lo que está casi
descartado para jugar el domingo próximo contra Chacarita.
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OPINION
Por Carlos Polimeni
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La solución de Luisito
El fútbol argentino tiene arreglo, podría proclamar
Luis Barrionuevo, el presidente de Chacarita Juniors, entre otras
ocupaciones menores. La solución es que los chicos dejemos
de jugar de locales, aunque más no sea durante dos años.
El problema de Luis es que nadie lo escucha demasiado, al menos
entre los que no están a sueldo suyo: propuso algo parecido
para el país, muchos años ha, en pleno gobierno de
su Jefe y Amigo, sin que nadie se lo tomase del todo en serio. Su
propuesta altruista, dicha desde la tribuna del entonces influyente
tío Bernie, no dejaba de ser de una lógica gastronómica.
Todo se hubiese arreglado en la Argentina si por apenas un par de
añitos los que roban grosso dejaban de hacerlo. Los muchachos
lo tomaron como una salida hilarante de este hombre de propuestas
lanzar. Horacio Verbitsky escribió luego un libro, que algunos
ejemplares vendió, en que demostraba que ni siquiera a la
corona le interesaba demasiado aquel período de gracia para
las arcas públicas.
Con Chacarita convertido en bisagra de la definición del
campeonato para la AFA, Barrionuevo comenzó a pensar ayer
que no tiene taaaanto, pero taaaanto sentido defender a ultranza
la localía en San Martín. Se pasó todo el campeonato
promoviendo las bondades del estadio y la entrañable bonhomía
de sus aficionados. En razón de ese criterio, por ejemplo,
hizo hocicar las pretensiones imperiales de River Plate, al que
obligó al viaje incómodo no hace muchas semanas atrás.
El partido terminó 1-0 para Chacarita, con golazo de Moreno,
y no es mentira que los puntos que perdió allí River
son uno más que los que hoy lo separan de Boca. Sin embargo,
ahora que viene el partido con Boca, Barrionuevo decide recibirlo
en Vélez Sarsfield. Su razonamiento es impecable: será
un negocio pingüe. El fútbol, visto desde su lugar,
no es otra cosa que un negocio. En esa lógica, si vendiese
por dos años la localía... el negocio sería
envidiable.
Es curioso, pero la lógica tan obrera de Luis congenia a
la perfección con el pensamiento asaz patronal de su colega
presidente de Boca Juniors, que alguna vez explicó por televisión
que los jueces debían entender que no pueden andar por ahí
impunemente cobrándoles penales sobre la hora a los poderosos,
que le dan de comer al resto. Quizás hoy mismo, Macri le
ofrezca dinero a Barrionuevo, del bueno, del legítimo, del
obtenido sin meter los ganchos en ninguna parte, para que Chacarita
sea local ante Boca en la Bombonera.
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