Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


ALESSANDRO LLEVA LA PROPUESTA DE CHACHO A DE LA RuA
Un fin de semana de lectura

Entre hoy y mañana, el diputado frepasista le entregará al Presidente las iniciativas de Alvarez. De la Rúa evaluará el escrito y, luego, tal vez la semana entrante, habrá cumbre.

El presidente De la Rúa se tomará el fin de semana para estudiar las medidas de Chacho.

Por José Natanson

A pedido de Carlos “Chacho” Alvarez, el diputado Darío Alessandro se comunicó ayer con Fernando de la Rúa con un mensaje bien concreto: entre hoy y mañana le alcanzará el documento final con el conjunto de iniciativas en las que el jefe del Frepaso trabaja desde hace tiempo. En el breve diálogo telefónico, De la Rúa le dijo al diputado que se tomará unos días para estudiar la propuesta con la que el ex vicepresidente prepara su retorno a las arenas oficiales. Conclusión: la esperadísima cumbre entre los dos ex integrantes de la fórmula de la Alianza se concretará en pocos días, probablemente la semana que viene.
La semana pasada, un llamado telefónico de De la Rúa a Alvarez fue el comienzo del acercamiento entre los dos dirigentes, seriamente distanciados desde la renuncia de Chacho a la vicepresidencia. Luego de aquella comunicación, los dos dejaron trascender que la reunión se produciría un par de días después, una vez que el Presidente retornara de su viaje a Costa Rica.
Pero la cumbre se fue postergando. En el Frepaso aseguran que la demora se produjo porque el paquete de iniciativas aún no fue terminado. Ayer, el ex vice decidió hacer un sacrificio: desaprovechó el sol radiante del feriado y, en lugar de escaparse a su quinta de Ezeiza, se recluyó en la Casa del Frente, en donde dedicó todo el día a pulir el documento que le entregará a De la Rúa. Entre los ejes fundamentales figura la división del Ministerio de Economía, la profundización de la reforma política, la unificación de los planes sociales en un Banco o Agencia Social, la reformulación de los organismos de control y el plan para depurar la Justicia.
El encuentro podría concretarse en poco tiempo. Ayer por la mañana, luego de una conversación con Alvarez, Alessandro se comunicó telefónicamente con De la Rúa para avisarle de que el paper estaba casi listo y que se lo alcanzaría este fin de semana. Como la ambiciosa propuesta de Alvarez incluye una serie de temas, De la Rúa le pidió un par de días para estudiarla y consultar con funcionarios y asesores. Una vez que la analice a fondo, el Presidente volverá a comunicarse con Alessandro para terminar de concertar el encuentro. No se trata sólo de la fecha exacta, sino también de los detalles escenográficos: todavía no han decidido si la reunión será pública o si se mantendrá en secreto hasta que finalice. Tampoco está claro si habrá una foto de los dos juntos (la primera desde el portazo de Chacho) ni dónde se concretará.
No es casual que sea el jefe del bloque de diputados de la Alianza el encargado de coordinar la reunión. Luego de la renuncia de su jefe, Alessandro se convirtió en el nexo entre el Frepaso y el Gobierno: acompañó a los dos jefes de la Alianza en la única reunión –una cena en Olivos– que mantuvieron desde el alejamiento de Chacho y piloteó el ingreso de los funcionarios frepasistas al gabinete. Es, además, uno de los pocos dirigentes frepasistas que mantiene un buen diálogo con el Gobierno y, como jefe de la bancada de la Alianza, es el responsable de que se aprueben los proyectos del Ejecutivo en Diputados.
Con el contacto telefónico de ayer –y con un diálogo entre Alessandro y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo– se despejan definitivamente las versiones que circularon en los últimos días por los pasillos de la Rosada: según aseguraban algunos funcionarios del Gobierno, De la Rúa estaba enojado con Alvarez porque se había enterado de los detalles de su propuesta a través de los medios. Ayer, antes de partir hacia Córdoba, el Presidente intentó bajarles el perfil a las especulaciones. “Dicen cada cosa...”, respondió De la Rúa cuando le preguntaron si estaba enojado con el ex vicepresidente.

 

OPINION
Por Eduardo Aliverti

Chivo expiatorio

Era harto previsible que las declaraciones del secretario de Transporte provocasen una andanada de críticas, empezando por sectores de la propia Alianza o como ahora se llame o quiera llamarse la estructura política que gobierna el país. La pregunta es con quién se enojaron. Si con Jorge Kogan o con ellos mismos.
¿Acaso dijo el funcionario algo que no es cierto? “Los más pobres directamente no viajan...” es, incluso, hasta un eufemismo elegante por “hay un sector de la sociedad que ya no existe”. Deberían agradecerle a Kogan, si es por eso, haber sido menos brutal que lo que le permite la realidad. Los “descartables”, sociales, los que se cayeron del mapa, los que se juegan la vida en un corte de ruta pidiendo que los exploten, los que efectivamente ya no viajan más porque no tienen ni plata ni destino para hacerlo, forman parte de lo que la Alianza denunció como consecuencia inevitable del modelo implementado por el menemismo. Y al que ellos prometieron “humanizar” en algunos de sus aspectos, sin entrar a discutir si es posible que una hiena sea cariñosa.
Todo lo que hicieron hasta ahora es ratificar y profundizar ese rumbo que iban a intentar torcer. Las declaraciones de Kogan no son un manchón aislado en el discurso del gobierno aliancista, como no lo es que un tipo con sus antecedentes forme parte de una gestión (ex) pretendidamente “progre”. Impuestazos, recortes salariales, ajuste sobre ajuste y ahora el golpe tarifario no dan pie para otra cosa que no sea la consolidación de aquellos que, en efecto, ya no viajan más. Además de quienes sí lo siguen haciendo rumbo a la flexibilización laboral absoluta (que también este gobierno implementó de derecho, coimas aparte).
Si Kogan es acusable de cinismo, ¿cómo rotular a quienes se escandalizan por sus declaraciones pero no por el sujeto de éstas? A quienes piden su cabeza no se les advierte el mismo fervor para denunciar la continuidad menemista, a rajatabla, que expresa el conjunto de la acción gubernamental.
Kogan habrá calculado el impacto de sus dichos, dicen, para autoprovocar su salida. Es un aspecto menor. Lo verdaderamente sustancial es que dijo lo que todos saben que pasa, en un gobierno que todavía quiere hacer creer que les interesa que pase lo contrario. Durante el menemismo, nada hubiera ocurrido con declaraciones así.
En el menemismo II, en cambio, asumirse antipopular trae, todavía, problemas de conciencia culposa. Y entonces un Kogan nunca viene mal para querer ver corregida la imagen que devuelve el espejo.

 

PRINCIPAL