Por José
Natanson
A pedido de Carlos Chacho
Alvarez, el diputado Darío Alessandro se comunicó ayer con
Fernando de la Rúa con un mensaje bien concreto: entre hoy y mañana
le alcanzará el documento final con el conjunto de iniciativas
en las que el jefe del Frepaso trabaja desde hace tiempo. En el breve
diálogo telefónico, De la Rúa le dijo al diputado
que se tomará unos días para estudiar la propuesta con la
que el ex vicepresidente prepara su retorno a las arenas oficiales. Conclusión:
la esperadísima cumbre entre los dos ex integrantes de la fórmula
de la Alianza se concretará en pocos días, probablemente
la semana que viene.
La semana pasada, un llamado telefónico de De la Rúa a Alvarez
fue el comienzo del acercamiento entre los dos dirigentes, seriamente
distanciados desde la renuncia de Chacho a la vicepresidencia. Luego de
aquella comunicación, los dos dejaron trascender que la reunión
se produciría un par de días después, una vez que
el Presidente retornara de su viaje a Costa Rica.
Pero la cumbre se fue postergando. En el Frepaso aseguran que la demora
se produjo porque el paquete de iniciativas aún no fue terminado.
Ayer, el ex vice decidió hacer un sacrificio: desaprovechó
el sol radiante del feriado y, en lugar de escaparse a su quinta de Ezeiza,
se recluyó en la Casa del Frente, en donde dedicó todo el
día a pulir el documento que le entregará a De la Rúa.
Entre los ejes fundamentales figura la división del Ministerio
de Economía, la profundización de la reforma política,
la unificación de los planes sociales en un Banco o Agencia Social,
la reformulación de los organismos de control y el plan para depurar
la Justicia.
El encuentro podría concretarse en poco tiempo. Ayer por la mañana,
luego de una conversación con Alvarez, Alessandro se comunicó
telefónicamente con De la Rúa para avisarle de que el paper
estaba casi listo y que se lo alcanzaría este fin de semana. Como
la ambiciosa propuesta de Alvarez incluye una serie de temas, De la Rúa
le pidió un par de días para estudiarla y consultar con
funcionarios y asesores. Una vez que la analice a fondo, el Presidente
volverá a comunicarse con Alessandro para terminar de concertar
el encuentro. No se trata sólo de la fecha exacta, sino también
de los detalles escenográficos: todavía no han decidido
si la reunión será pública o si se mantendrá
en secreto hasta que finalice. Tampoco está claro si habrá
una foto de los dos juntos (la primera desde el portazo de Chacho) ni
dónde se concretará.
No es casual que sea el jefe del bloque de diputados de la Alianza el
encargado de coordinar la reunión. Luego de la renuncia de su jefe,
Alessandro se convirtió en el nexo entre el Frepaso y el Gobierno:
acompañó a los dos jefes de la Alianza en la única
reunión una cena en Olivos que mantuvieron desde el
alejamiento de Chacho y piloteó el ingreso de los funcionarios
frepasistas al gabinete. Es, además, uno de los pocos dirigentes
frepasistas que mantiene un buen diálogo con el Gobierno y, como
jefe de la bancada de la Alianza, es el responsable de que se aprueben
los proyectos del Ejecutivo en Diputados.
Con el contacto telefónico de ayer y con un diálogo
entre Alessandro y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo se despejan
definitivamente las versiones que circularon en los últimos días
por los pasillos de la Rosada: según aseguraban algunos funcionarios
del Gobierno, De la Rúa estaba enojado con Alvarez porque se había
enterado de los detalles de su propuesta a través de los medios.
Ayer, antes de partir hacia Córdoba, el Presidente intentó
bajarles el perfil a las especulaciones. Dicen cada cosa...,
respondió De la Rúa cuando le preguntaron si estaba enojado
con el ex vicepresidente.
OPINION
Por Eduardo Aliverti
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Chivo expiatorio
Era harto previsible que las declaraciones del secretario de Transporte
provocasen una andanada de críticas, empezando por sectores
de la propia Alianza o como ahora se llame o quiera llamarse la
estructura política que gobierna el país. La pregunta
es con quién se enojaron. Si con Jorge Kogan o con ellos
mismos.
¿Acaso dijo el funcionario algo que no es cierto? Los
más pobres directamente no viajan... es, incluso, hasta
un eufemismo elegante por hay un sector de la sociedad que
ya no existe. Deberían agradecerle a Kogan, si es por
eso, haber sido menos brutal que lo que le permite la realidad.
Los descartables, sociales, los que se cayeron del mapa,
los que se juegan la vida en un corte de ruta pidiendo que los exploten,
los que efectivamente ya no viajan más porque no tienen ni
plata ni destino para hacerlo, forman parte de lo que la Alianza
denunció como consecuencia inevitable del modelo implementado
por el menemismo. Y al que ellos prometieron humanizar
en algunos de sus aspectos, sin entrar a discutir si es posible
que una hiena sea cariñosa.
Todo lo que hicieron hasta ahora es ratificar y profundizar ese
rumbo que iban a intentar torcer. Las declaraciones de Kogan no
son un manchón aislado en el discurso del gobierno aliancista,
como no lo es que un tipo con sus antecedentes forme parte de una
gestión (ex) pretendidamente progre. Impuestazos,
recortes salariales, ajuste sobre ajuste y ahora el golpe tarifario
no dan pie para otra cosa que no sea la consolidación de
aquellos que, en efecto, ya no viajan más. Además
de quienes sí lo siguen haciendo rumbo a la flexibilización
laboral absoluta (que también este gobierno implementó
de derecho, coimas aparte).
Si Kogan es acusable de cinismo, ¿cómo rotular a quienes
se escandalizan por sus declaraciones pero no por el sujeto de éstas?
A quienes piden su cabeza no se les advierte el mismo fervor para
denunciar la continuidad menemista, a rajatabla, que expresa el
conjunto de la acción gubernamental.
Kogan habrá calculado el impacto de sus dichos, dicen, para
autoprovocar su salida. Es un aspecto menor. Lo verdaderamente sustancial
es que dijo lo que todos saben que pasa, en un gobierno que todavía
quiere hacer creer que les interesa que pase lo contrario. Durante
el menemismo, nada hubiera ocurrido con declaraciones así.
En el menemismo II, en cambio, asumirse antipopular trae, todavía,
problemas de conciencia culposa. Y entonces un Kogan nunca viene
mal para querer ver corregida la imagen que devuelve el espejo.
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