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UN EQUIPO ESTUDIA LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL DE LOS SIN TECHO
Con la locura de vivir en la calle

Depresión, esquizofrenia, dependencia del alcohol son los cuadros que un servicio del Clínicas detectó en los sin techo.

Los especialistas encuentran que los nuevos “homeless” tienen más problemas de salud mental.

Por Mariana Carbajal

El Hospital de Clínicas armó una gran red para brindar asistencia psicológica y psiquiátrica a los sin techo de la ciudad de Buenos Aires. La iniciativa surgió a partir de la detección de un número cada vez mayor de homeless con enfermedades mentales. Dependencia al alcohol, depresión y esquizofrenia son los principales padecimientos detectados entre los que han quedado sin hogar. “Lo más grave es que están con estos problemas de salud mental sin ningún tratamiento, como si estuviéramos en la Edad Media”, cuestionó María Cristina Pecci, del Hospital de Clínicas. Las enfermedades que hoy aparecen en la calle son más severas que tiempo atrás, advierten especialistas. “Observamos que tienen más problemas de salud mental. El deambulante que conocíamos antes vivía de changas y tenía su vida desorganizada, el nuevo es una persona que tuvo trabajo estable, alquilaba y salía de vacaciones. Por eso le cuesta mucho más adaptarse a vivir en la intemperie”, describió Sylvia Villarroel, presidenta del Servicio Interparroquial de Ayuda Mutua (SIPAM), a través del cual unos tres mil sin techo reciben ropa y comida.
“La pobreza deteriora a la persona en todo sentido. Como no podemos darles una solución habitacional ni de trabajo, tratamos de sostenerlos en su dignidad humana: que vivan más tranquilos y más aliviados en la calle”, explicó a Página/12 Pecci, socióloga y doctora en psicología, del Programa de Asistencia Personas sin Techo del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas. El programa nació en 1994, cuando empezaron a aparecer en el hospital los primeros homeless que demandaban ayuda psicológica, pero se consolidó y creció en el último tiempo al convertirse en una gran red que enlaza hospitales porteños y voluntarios que trabajan con los deambulantes en los hogares y parroquias del SIPAM.
“Al poco tiempo de trabajar con los sin techo nos dimos cuenta de que era muy difícil apoyar un tratamiento psicológico en personas deambulantes. Encontramos que era muy complicado que tomaran psicofármacos en un horario determinado. Incluso, que pudieran tener los medicamentos sin que se los robaran”, señaló Mercedes Carrasco, socióloga del programa. En un tratamiento de este tipo generalmente se cuenta con el apoyo familiar del paciente. En el caso de los sin techo, esa posibilidad es remota.
Luego de analizar cuáles eran las principales enfermedades mentales que aparecían en la calle (ver aparte), el equipo del Clínica definió la estrategia para abordar el problema. “Tratamos de que el profesional vaya a donde están ellos”, precisó Pecci. Así se conectaron con el SIPAM, que agrupa a 34 instituciones que brindan ayuda a los sin techo, entre iglesias, comedores comunitarios y hogares, y empezaron a capacitar a los voluntarios para que puedan detectar cada enfermedad. “Entrenamos a los voluntarios para se den cuenta cuando están con una persona con depresión, esquizofrenia, dependencia al alcohol o a las drogas”, continuó Carrasco. Los voluntarios derivan a la persona al hospital público más cercano: la acompañan personalmente o desde el programa del Clínicas se encargan de ubicar a un voluntario o a un médico de ese centro para que reciba al sin techo y lo guíe por el laberinto hospitalario para que no se pierda. Los que están en el área de influencia del Clínicas, son atendidos en ese hospital. “Nuestros terapeutas están entrenados para atender a los sin techo. Por ejemplo, se contemplan la dificultades que tienen para cumplir horarios de consulta”, aclaró Carrasco.
Si se trata de pacientes crónicos tratan que vayan al Borda o al Moyano, para que les suministren los medicamentos, porque a veces en el Clínicas no disponen de drogas suficientes. “Si ya fue tratado en algún hospital porteño, intentamos que vuelva al mismo. También nos hemos conectado con el Cenareso para que puedan recibir tratamiento los que tienen problemas de adicción a las drogas”, agregó Carrasco. La red incluye una decena de iglesias asociadas al SIPAM, que también brindan atención psicológica y grupos de alcohólicos anónimos –que funcionan en otras parroquias– dedicados exclusivamente a sin techo, debido a que en los grupos tradicionales suelen ser rechazados.

 

El alcohol, un ayudante

Por M.C.
A medida que aumenta el tiempo de permanencia en la calle, es mayor la dependencia al alcohol y la depresión entre los sin techo, según un relevamiento del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas. Entre los varones, la principal enfermedad es el alcoholismo. Entre las mujeres, la esquizofrenia. Tanto unos como otras, padecen en porcentajes similares la depresión.
“El alcohol es un buen ayudante para vivir en la calle: mata el hambre, da sueño, permite olvidar la realidad y en invierno provoca calor”, describió Sylvia Villarroel, presidenta el Servicio Interparroquial de Ayuda Mutua (Sipam). En las mujeres el cuadro es diferente. Un 33 por ciento de las que quedaron sin hogar sufre esquizofrenia, contra un 10 por ciento de hombres que padecen esa enfermedad mental. “La mujer que está en la calle está más deteriorada o con cuadros más severos”, indicó María Cristina Pecci, del Programa de Asistencia a Personas sin Techo del Hospital de Clínicas.
Los datos surgen de una encuesta realizada por profesionales del Programa. Entrevistaron a 74 sin techo entre 1999 y 2000 y detectaron que la depresión y la dependencia al alcohol es mayor entre los que llevan más tiempo sin hogar. Sufren alcoholismo un 9 por ciento de los que suman menos de un año a la intemperie, un 26 por ciento de los que tienen entre 1 y 2 años y un 30 por ciento de los que superan los dos años. La depresión alcanza al 18 por ciento de los que no cumplieron un año sin techo, y un 30 de los que pasaron los 2 años.
“Estamos observando gente más joven que llega a la calle por falta de trabajo y personas mayores que empezaron a cobrar la jubilación mínima y no se pueden mantener. Ninguno de los dos grupos imaginó nunca que iba a vivir en esta situación”, explicó Mercedes Carrasco, del programa del Clínicas.

 

Mañana se corre el II Maratón de Buenos Aires
La ciudad transpira la camiseta

Gabriela Sabatini, Martín Jaite, Catherine Fulop, la troupe de Marcelo Tinelli y el mismísimo jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, serán parte del malón que mañana correrá el II Maratón de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta ayer se habían anotado más de 10.000 personas y según informó a Página/12 el director general de Deportes, Waldo Kantor, hoy esperaban llegar a superar los 25.000 inscriptos.
La carrera contará también con destacados atletas locales e internacionales: Sandra Torres, campeona argentina de maratón y ganadora de la primera edición del Maratón de la Ciudad, y los maratonistas keniata Paul Rotich y uruguayo Néstor García, entre otros deportistas.
En realidad, la carrera tendrá tres versiones: una de 42 kilómetros para audaces y especialistas, otra de 6 kilómetros para público en general y la de 3 kilómetros para famosos. En esta última también confirmaron su presencia el secretario de Obras Públicas del gobierno porteño, Abel Fatala, y el secretario de Deporte de la Nación, Marcelo Garrafo.
La inscripción continuará a lo largo del día de hoy en una carpa montada en la Plaza de la República, frente al Obelisco. El costo para participar es de 6 pesos en la versión full y de 2 en la de 6 kilómetros. Los premios oscilan entre 3000 pesos para los primeros (un monto similar para hombres y para mujeres), 2500 para los segundos, 1800 para los que lleguen en tercer lugar y va decreciendo hasta 100 pesos para el décimo puesto.
El recorrido comenzará en el Obelisco a las 8 de la mañana, seguirá por las avenidas 9 de Julio, Del Libertador, Figueroa Alcorta, Udaondo, Del Libertador, General Paz, Lugones, Costanera, Castillo, Comodoro Py, Antártida Argentina, Alicia Moreau de Justo (ida y vuelta), Córdoba, 9 de Julio y finalmente terminará en el Obelisco. La carrera de los famosos se largará a las 9. Los 3 kilómetros se cumplirán por las avenidas 9 de Julio, Del Libertador, Pueyrredón, Alvear, Cerrito y finalizará también en el Obelisco.
La carrera forma parte del calendario deportivo de la Federación Argentina de Atletismo y ha sido homologada por la Federación Internacional de la especialidad, precisó el director general de Deportes, Waldo Kantor. “No es lo mejor realizar una competencia de este tipo en diciembre, porque puede tocar un día de altas temperaturas. Pero debido a que asumimos hace pocos meses, no tuvimos tiempo de organizarla antes. El año próximo la haremos en la primera quincena de noviembre”, adelantó el funcionario.

 

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