Talleres sueña todavía con un milagro. Que hoy pierdan Boca
y River y la última fecha le abra la posibilidad de una celebración
interminable. Anoche repitió la consigna desde que Juan José
López tomó la dirección técnica: ganó
en Córdoba, esta vez ante Gimnasia, otro de los actores de reparto
de esta pelea por el Apertura, marginando definitivamente al equipo platense
del torneo, sumando su décima victoria sobre igual número
de partidos jugados en su ciudad durante el campeonato.
Durante la primera etapa Talleres justificó la ventaja parcial.
Estuvo bien parado atrás, dispuso un prolijo mediocampo con el
juvenil Albornós como salida permanente, y arriba el mendocino
Rueda y Garay preocuparon a la defensa del equipo platense.
Gimnasia fue muy cauteloso, dependiendo exclusivamente de lo que pudiera
crear Messera, su jugador más talentoso, pero anoche casi ausente.
Sin embargo, fue el primero en llegar, cuando Cavallo le envió
un centro desde la derecha y Messera, apareciendo de arremetida por el
segundo palo, elevó su disparo por arriba del travesaño.
Al ratito llegó la apertura del marcador, después de un
centro desde la izquierda de Pino que Pereyra bajó groseramente
con una mano dentro del área. Ejecutó el arquero Cuenca
al mejor estilo Chilavert, fuerte y a media altura; Noce no tuvo nada
que hacer para impedir la apertura del marcador.
Tras el descanso, siguió siendo más contundente el trabajo
de Talleres, que en dos minutos pudo aumentar cuando Rueda se perdió
el segundo ante el estatismo de la defensa visitante y luego Astudillo
estrelló un disparo en uno de los palos del arco de Noce.
A partir de ahí, el local perdió la hegemonía en
el medio. Sin embargo arriba Gimnasia no tenía argumentos sólidos
para inquietar al fondo cordobés. Y cuando mejor se insinuaba el
equipo de Griguol, Rueda, con una espectacular palomita, coronó
una brillante jugada ofensiva para poner a su equipo dos goles arriba.
Gimnasia volvió al desconcierto, dejando una imagen paupérrima
de equipo y donde el arquero Noce, con una brillante actuación,
impidió que las cifras fueran aún mayores, conteniendo esforzadamente
algunos intentos del local y luciéndose al atajarle un penal a
su colega Cuenca. Después, el visitante perdió a Pereyra
(expulsado por fuerte falta a Franco) y Cavallo y, en inferioridad de
condiciones, no logró evitar el triunfo de Talleres, que también
terminó con un hombre menos por la expulsión de Pino.
CENTRAL
LO VENCIO 1-0 EN ROSARIO
Racing durmió a los cabezazos
En un partido aburrido y sin
mucho fútbol, Central venció por 1-0 a Racing, que con esta
caída sumó su tercera derrota consecutiva. El único
tanto lo marcó Arriola, quien sin defensores de Racing a la vista
entró solo al área y definió de cabeza tras un centro
de Arias.
Durante el primer tiempo, ni Racing ni Central lograron dominar el trámite.
Muy desprolijos en sus planteos, en un encuentro entrecortado por una
alta cantidad de faltas, casi no generaron situaciones de gol claras,
salvo en dos oportunidades, una para cada equipo, que no se concretaron,
porque, a fin de cuentas, ninguno de los dos merecía estar en ventaja.
En el tiempo complementario, el partido no cambió mucho. Aunque
Racing consiguió llegar con más claridad al arco Rival.
Primero Canobbio se perdió la chance de abrir el marcador y poner
a Racing en ventaja. Después insinuó Moreno, para los locales,
generando algún peligro en el área de Sessa. La oportunidad
más clara fue para los de Avellaneda, pero el juvenil Manuel García
desaprovechó un mano a mano frente al arquero Tombolini. No consiguió
eludirlo y metió un disparo apresurado que, sin embargo, pasó
cerca del palo izquierdo. Central volvió a estar cerca del gol,
pero Becerra cabeceó mal un centro perfecto de Maceratesi.
Sobre el final, ya con un jugador menos, Central se puso en ventaja, con
un golazo de Arriola, quien casi anota otro, pero Sessa lo contuvo. Racing
se desesperó y desapareció. Los rosarinos terminaron controlando.
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