Boca buscará hoy en cancha
de Vélez una victoria frente a Chacarita que le permita sumar un
nuevo título a sus vitrinas, aunque para ello, además de
vencer, deberá esperar que River no sume más que un empate
en el clásico ante Huracán. Pero el trámite no será
sencillo para el conjunto de Carlos Bianchi que, si bien logró
trasladar la localía del equipo de San Martín hasta Liniers,
tendrá que afrontar el golpe anímico de los jugadores por
la caída frente a Independiente y el cansancio que arrastran desde
el viaje a Tokio. Encima, Román Riquelme está en duda y
no estarán tres de los habituales titulares. Por el lado de River,
el equipo viene sumando desde atrás y se ha colocado bien en la
pelea por el título, aun después de que todo el ambiente
futbolístico lo había descartado entre los candidatos. Sólo
faltan dos fechas para la finalización del certamen, pero ésta
puede ser la definitoria.
El equipo xeneize es el que tiene las mayores chances de conseguir su
tercer título en esta temporada ya ganó la Copa Libertadores
y la Intercontinental, porque no sólo depende de sí
mismo sino que además le lleva dos puntos de ventaja a River, circunstancia
que le permite afrontar el compromiso ante Chacarita con un poco más
de tranquilidad, aunque para Bianchi las cosas no parezcan tan simples.
Al entrenador se le complicó el panorama tras el partido con Independiente,
no sólo por la derrota que le permitió a River acercarse
sino también por las bajas que sufrió en su plantel a causa
de las expulsiones de Barijho y Matellán, y por las lesiones de
Battaglia (rotura de ligamentos cruzados), y el esguince de su rodilla
derecha que acusó Riquelme, aunque es posible que el volante sea
infiltrado y juegue frente a los de San Martín.
Como si fuera poco, el lateral Daniel Fagiani sufrió una contractura
en el aductor derecho y no podrá ser de la partida será
reemplazado por el juvenil Clemente Rodríguez. A estas bajas
se les suman las de los aún lesionados Guillermo Barros Schelotto
y Fernando Pandolfi.
En este contexto, Bianchi pondría a Cristian Traverso por Matellán,
en tanto, Julio Marchant reemplazaría a Battaglia en el sector
derecho. Por izquierda jugaría el Mellizo Gustavo o José
Pereda, aunque esto depende de que juegue o no Riquelme. Martín
Palermo y Marcelo Delgado serán los encargados de definir, mientras
que en el banco volverá a estar el juvenil Adrián Guillermo,
después de más de dos años de ausencia.
En cambio, en Chacarita ya está todo definido. El técnico
Osvaldo Chiche Sosa presentará tres modificaciones
con respecto de la formación que perdió por 3-0 frente a
Estudiantes. Fernando Gamboa retornará a la titularidad en lugar
de Patricio Arce, Miguel Caballero reemplazará a Federico Mongioi
y Silvio Carrario irá en lugar de Mario Lobo.
Por otra parte, River buscará continuar con su racha triunfal que
le permitió levantar la cabeza cuando ya lo daban por muerto
frente al complicado Huracán. El clima en el plantel millonario
es totalmente inverso al que se vive en Boca, pues los jugadores vienen
con una inyección anímica importante y ya ninguno duda de
que están firmes las chances de conseguir el tricampeonato, con
lo cual opacarían en parte el gran año de su eterno rival,
ya que el golpe de perder el título en el final, cuando tenían
mucha ventaja, sería durísimo para los xeneizes.
Gallego mantendrá el mismo equipo que le ganó por 2-0 a
Newells el miércoles pasado, con la salvedad de que el colombiano
Mario Yepes, quien cumplió una fecha de suspensión, retornará
a su posición habitual de segundo marcador central y Eduardo Berizzo
pasará a jugar como volante central. En tanto, Leonel Gancedo volverá
a ocupar un lugar entre los suplentes.
En Huracán, la principal preocupación de Carlos Babington
es interrumpir la conexión Aimar-Saviola-Angel y por consiguiente
incluirá tres cambios para reforzar la zona de contención:
Pablo Monsalvo irá Claudio Filosa, Daniel Garipe por Daniel Juárez
y Cristian Chaparro por Facundo Gareca.
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