La
lógica se impuso, finalmente, y el mejor golfista del mundo, Eldrick
Tiger Woods, llevó a su equipo, los Estados Unidos,
a ganar por 23ª vez en 46 ocasiones la Copa del Mundo de Golf, disputada
en el Buenos Aires Golf Club de Bella Vista. Pese al esfuerzo de la última
jornada, la dupla argentina integrada por Eduardo Romero y Angel Cabrera
no pudo descontar la ventaja y, al igualar la tarjeta de los estadounidenses
en la cuarta vuelta, se aseguró el segundo puesto. La sorpresa
de la ronda fue la caída de Nueva Zelanda y el ascenso a la tercera
posición del equipo de Paraguay, compuesto por el veterano Carlos
Franco y el joven Esteban Isasi. El equipo de Estados Unidos ganó
un millón de dólares, mientras que Argentina obtuvo 500.000
y Paraguay, 300.000.
Estados Unidos se impuso con una cuarta ronda de 68 golpes y un total
de 254, 34 bajo el par. Con tres golpes más y 31 bajo el par, Argentina
alcanzó por quinta vez en la historia el segundo puesto. Con 11
golpes más que el ganador se ubicó Paraguay, con una gran
actuación de Franco e Isasi en la última ronda, que completaron
con 67 golpes y totalizaron 265, 23 bajo el par.
La Copa estuvo detenida durante 30 minutos después de que cayó
un aguacero que amenazaba con convertirse en tormenta. Reglamentariamente,
el juego se detiene con el toque de una sirena y los espectadores son
obligados a abandonar el campo para refugiarse lejos de los puntos altos
del terreno, árboles aislados, campos abiertos, carros de golf
y cercos de alambre o metal.
Hasta ese momento Estados Unidos lideraba cómodo en su paso por
el hoyo seis. Pero cometió el error que le costaría ceder
en las posiciones al llegar al hoyo nueve que tiene una laguna en su lado
derecho. Duval envió la pelota a una pequeña playa de barro
desde donde Woods intentó sacar al fairway en una arriesgada posición,
pero no hizo más que introducirla en el agua.
Woods prefirió jugar la pelota y obligó a Duval a pegar
el drop. Woods, que puso su pie izquierdo de apoyo en el barro
para sacar la pelota, erró después el putt, que quedó
a 30 centímetros del hoyo, y Duval debió emplear un golpe
más del par para finalizar el recorrido de ida con 34 golpes, dos
menos que Argentina.
Pero sacó ventajas decisivas desde el hoyo 10 y se alejó
para ganar la copa cuando el equipo local empleó un golpe más
en los hoyos 13 y 14.
De ahí en adelante, regulando el juego y cuidando la ventaja, Woods
y Duval se encaminaron a la victoria. El ingreso de Cabrera y Romero al
hoyo 18 fue conmovedor y a toda ovación para la dupla. Claro que
la emoción no se terminó allí, ni mucho menos. "La
gente se portó muy bien y nos alentó en todo momento. El
segundo puesto de ninguna manera se puede considerar un fracaso, jugamos
ante dos monstruos como lo son Tiger y Duval", contó el "Gato".
Su compañero, Angel Cabrera, coincidió con el análisis
de Romero. "Como dijo el 'Gato', yo tampoco considero nuestra labor
como un fracaso. El segundo puesto es muy bueno", señaló
Cabrera, que además indicó que el campeonato se perdió
con el bogey que realizaron en el hoyo 13. No obstante, la gran actuación
ya estaba cumplida.
Una sensación similar vivía la pareja paraguaya, compuesta
por Carlos Franco y Esteban Isasi, que finalizaron en la tercera posición.
"Lo hicimos con amor y mucho trabajo para Latinoamérica. Considero
que jugar en equipo foursomes y fourball es muy difícil, pero creo
que lo hicimos bien", comentó Franco, que también elogió
la organización del certamen. "Con este evento, Argentina
se ha lucido", remarcó el mejor jugador de la historia de
Paraguay.
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