Por
Fernando Cibeira
Desde
ayer, el presidente Fernando de la Rúa tiene en sus manos la famosa
propuesta elaborada por el ex vice Carlos Chacho Alvarez y
que le acercó a Olivos el jefe del bloque de diputados de la Alianza,
Darío Alessandro. El Presidente prometió leerla antes de
armar la cumbre con Chacho, una reunión que arrancó con
muchas ganas de ambas partes y que se fue diluyendo un poco con el correr
de los días. Desde Gobierno aclaraban anoche que para el Presidente
el tema prioritario era el Presupuesto y que recién se meterá
de lleno en el análisis de la propuesta chachista después
del martes, una vez que el Congreso apruebe la ley.
Alessandro llegó poco antes del mediodía a la quinta presidencial
y se quedó menos de una hora. La misión encomendada por
Alvarez era la de entregarle en mano al Presidente la propuesta escrita
pacientemente durante varios días de consultas con sus colaboradores
y que terminó en unas cuarenta páginas. Allí mismo,
De la Rúa dio un rápido vistazo al documento y, en general,
se mostró bien predispuesto.
Sé que han dicho que yo no tenía interés en
recibir esta propuesta, pero eso no es verdad, le aseguró
a Alessandro. Sobre todo viniendo de Chacho que siempre tiene buenas
ideas, agregó, mientras iba pasando las páginas y
leyendo un poco por arriba. Hubo dos cuestiones en las que el Presidente
se detuvo y que constituyen lo medular de la propuesta con la que Alvarez
quiere hacer su reingreso a la actividad política luego de su salida
del Ejecutivo. De la Rúa hizo comentarios sobre la proyectada división
del Ministerio de Economía en un Ministerio de Hacienda y otro
de Producción.
También habló acerca de la idea de unificar todos los planes
sociales en una agencia o banco manejado por funcionarios, dirigentes
de otros partidos políticos y de ONG. Ahora que sale el blindaje,
yo también había pensado en poner todo el esfuerzo del Gobierno
en el área de la producción y la inversión,
le explicó el Presidente a Alessandro. El otro comentario fue su
coincidencia con el ex vice en que hay que hacer algo nuevo con
las políticas sociales.
Antes de que De la Rúa se suba al helicóptero que lo trasladó
hasta Bella Vista para la entrega de premios del Mundial de Golf, también
tuvo tiempo para discutir con Alessandro las modificaciones que Diputados
deberá tratar esta semana en el Presupuesto. El Presidente se mostró
enojado por los cambios que le introdujeron los senadores justicialistas
que aumentan los gastos y entiende ponen en riesgo el blindaje
del FMI. Cuando en los links del golf le preguntaron por la propuesta
chachista, el Presidente se limitó a confirmar que la había
recibido, pero no habló una palabra sobre la posible fecha de la
cumbre. Es que en público, De la Rúa eligió un estudiado
medio tono para recibir las ideas de su ex vice.
El sábado, en la conferencia de prensa que hizo en Olivos, el Presidente
adelantó que estudiará gustoso lo que le acercara Alvarez.
Niego absolutamente estar molesto por ninguna cosa que trascendió
sobre su trabajo: si tiene ideas para aportar, bienvenidas sean,
adelantó, con las palabras similares a las que le dijo ayer a Alessandro.
Pero, luego, a través de sus voceros, optó por bajarle decibeles
a su entusiasmo.
En su entorno explicaron que la principal preocupación del Presidente
por estas horas pasa por resolver el tema Presupuesto, que recién
después leería lo que le envió el ex vice y que,
a posteriori, analizaría esas ideas con los ministros encargados
del área en cuestión. Se sabe que ni el jefe de Gabinete,
Chrystian Colombo, ni el ministro de Economía, José Luis
Machinea, tomaron con buen humor la iniciativa de Alvarez que afecta sus
jurisdicciones. Entonces, cerca del Presidente, explicaban que recién
cumplidos esos pasos se hará la cumbre. De acuerdo con lo que ayer
evaluaban en la Rosada, el encuentro seguro se concretaría antes
de Navidad aunque todavía era imposible fijar fecha.
|