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HOY SE DECIDE SI PINOCHET DEBE SER OFICIALMENTE ARRESTADO
Crónica de un amparo anunciado

La Corte de Apelaciones de Santiago decidirá hoy si acepta el recurso de amparo presentado por Pinochet contra su detención. Los indicios dicen que el fallo será favorable al ex dictador.

Hay un cierto clima de lamento en parte del gobierno y entre algunos de los abogados querellantes en el caso Pinochet. Es que la Corte de Apelaciones de Santiago publicará hoy su fallo sobre si acepta o rechaza el recurso de amparo interpuesto por los abogados de Augusto Pinochet contra la orden de arresto dictada hace una semana por el juez Juan Guzmán. La abogada querellante Carmen Hertz aseveró con seguridad que el recurso de amparo será aceptado. Las tendencias de los tres jueces que decidirán habilitan para el pesimismo, pero Hertz enfatizó la influencia que tendrá la convocatoria del Cosena (Consejo de Seguridad Nacional) para después del fallo. Y, de hecho, el ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, dijo que esta institución tendría que dejar de existir.
“No debería ocurrir que dos oficiales puedan citar a los presidentes de tres poderes del Estado a una reunión con ellos”, advirtió Insulza en una entrevista con el diario La Nación de Santiago. “¿Cómo explicamos a la gente en el extranjero que en una democracia exista una institución como el Consejo de Seguridad Nacional o que existe un sistema electoral binominal –que favorece a la oposición– que hace estático al país y que estimula cada menos la participación ciudadana?” Carmen Hertz también dijo que la existencia misma del Cosena es “lamentable”, algo que ya es común escuchar tanto a la izquierda como a los dirigentes de la coalición gobernante.
La lógica del Cosena es la misma que la de toda la Constitución pinochetista de 1980: las Fuerzas Armadas son la tutela de la democracia. Así, si las Fuerzas Armadas consideran que por algún motivo la institucionalidad chilena está en peligro, pueden pedir reunirse con el presidente de la Nación, del Senado y la Corte Suprema, el Contralor General y el director general de Carabineros. Ese “algún motivo” es hoy la situación legal de Pinochet. Y si el presidente Lagos se había negado en principio a ceder a las presiones de los militares, luego lo aceptó.
Según La Nación (que tiene estrechos contactos con el gobierno), las Fuerzas Armadas irán al Cosena para decirle a Lagos algo muy concreto: que impulse una “ley de punto final” para todos los procesos a militares implicados en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, y que a cambio ellas se comprometen a entregar toda la información disponible sobre el paradero de los desaparecidos, algo que en realidad ya había sido acordado por los mismos militares en la Mesa de Diálogo. Según La Nación, que cita fuentes del Palacio de La Moneda, Lagos “también está interesado en dar vuelta la página” y que, además de un punto final, también se está explorando la fórmula “justicia con clemencia”, o sea, no frenar los juicios, pero reducir sensiblemente las penas.
En el plano judicial, y focalizado en Pinochet, el pesimismo de los abogados querellantes también estaría justificado por el equipo de jueces que debe fallar en el proceso de aquí en más. La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago está presidida por Milton Juica, de quien se espera un voto contrario a Pinochet. Pero un miembro estable, Lamberto Cisternas, pidió una sorpresiva licencia y fue reemplazado por Raimundo Díaz, con lo que un voto que se consideraba fijo para rechazar el amparo se cambió por otro que será seguramente favorable al ex dictador. El voto del tercer miembro de la sala, la jueza Carmen Carvajal, es un misterio. Cuando el fallo, sea cual fuese, sea apelado, el caso pasará a una Corte Suprema que en agosto ratificó el desafuero de Pinochet para su juicio, pero que ahora ya no tiene en sus filas a Luis Correa Bulo ni a Guillermo Navas, dos jueces que fallaron contra Pinochet.

El otoño del patriarca
El fantasma de Pinochet planea sobre otro ex dictador, el paraguayo Alfredo Stroessner (foto). Ocurre que el juez paraguayo Rubén Darío Frutos dictó una orden de prisión (con fines de extradición) contra Stroessner. El juez Frutos acogió en su momento una demanda por la desaparición y presunta ejecución del médico Agustín Goiburdú, supuestamente detenido en Argentina en 1977 y entregado a las autoridades de Paraguay. Según el juez paraguayo, existen evidencias que vinculan con ese caso al ex dictador. La Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Brasil, que ha reclamado al gobierno la anulación del asilo político que le concedió al ex dictador paraguayo en 1989, celebró la noticia. “Esto facilitará el empeño en que nuestra justicia o el presidente Fernando Henrique Cardoso acaben con el asilo del que goza este criminal en Brasilia”, dijo el diputado izquierdista Marcos Rolim. De este modo, se complica para el 2001 la renovación del asilo de Stroessner que año tras año hace el gobierno brasileño.

 

 

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