Por
Patricia Chaina
Látex
en la pantalla de TV. Como piel de colores despegándose del cuerpo
sinuoso de una bailarina. Otro canal: Una jueza con peluca de rizos largos
y oscuros enfundada en cuero negro. O semienfundada, pues el traje que
la cubre es una artesanía destinada a ritos sadomasoquistas en
una pantalla que no ofrece sexo explícito. Sólo insinúa
el acto sexual. Otro canal: Un acto sexual, heterosexual, genitales en
primer plano al ritmo del jadeo de los protagonistas. Otro canal: dos
chicas parecen besarse, pero sólo bailan, con sensualidad, durante
largos, muy largos minutos.
El muestreo de pantallas corresponde al género de canales para
adultos, codificados. Un rubro que creció con velocidad en los
últimos dos años en la Argentina: Venus, Play Boy TV, Spice
y Afrodita ya pueden verse por sistemas de TV por cable o satelital. Y
otras dos señales se preparan para ingresar a las grillas el próximo
año. Este estado de situación habla de una nueva dimensión
de lo que en el medio se llama: TV para adultos. El género nació
para abastecer las salas de cine condicionado en los años 70.
Y creció a fines del siglo XX al amparo de la segmentación
que el cable impuso en la TV. En 1994 hizo su entrada Venus, una señal
argentina, dedicada al hardcore, sexo explícito, como novedad mencionada
a escondidas entre sonrisas pícaras. Hoy ya es una marca
impuesta, sostiene Leo Vieytes, su gerente de programación
en la sede argentina de Cisneros Group.
En el 98 llegó Play Boy TV, con una oferta light, nada de
sexo explícito, desde EE.UU. para América latina a través
de la plataforma de Cisneros. La misma que coordina desde 1999 la llegada
al satélite del canal Spice, que media entre lo suave y lo fuerte
en sexo por TV.
Desde el 2000, Afrodita otra señal de producción nacional
se sumó a la oferta hardcore, y además de programar filmografía
intercala entre películas segmentos de producción nacional.
Se trata de un canal distinto para un mercado cada vez más
exigente, dicen sus ejecutivos. Mientras su slogan de promoción
adelanta: Descubra su potencial y benefíciese ahora... porque
sólo con la imaginación no alcanza. Por eso la oferta
agrega una hot line y próximamente llegará la hot line audiovisual.
Este rubro creció porque hubo un público receptivo
sostiene Vieytes, gente fanática del cine porno.
Ese público marcó la diferencia entre el tabú del
comienzo y el reconocimiento hoy legalizado a través de la oferta
televisiva. Un círculo posible de ser cerrado por el beneficio
económico que rinde. De hecho Afrodita nace como señal producida
por un grupo de origen nacional, Noxes S.A., y desde sus oficinas en Vicente
López programa films de orígenes varios, con producciones
originales que ofician de separadores. Se puede sintonizar a través
de Cablevisión en el Canal 51, por la noche. Y aunque su distribución
por satélite es para toda Latinoamérica, su soporte más
rentable hasta el momento es el portal de Internet que la promociona.
Un elemento del que también se vale el Canal Venus para mantener
la relación con sus televidentes.
Para que Venus se imponga como marca cuenta Mariano Lacarrere,
gerente de las señales para adultos de Cisneros, surgió
la idea de realizar acciones fuera de la pantalla como concursos o fiestas
y por supuesto desarrollar una página web. No para derribar las
barreras del tabú social, sino para generar al menos pequeñas
brechas en ellas. Por vía e-mail, la gente pregunta datos
sobre determinadas películas, sobre determinada pornostar o propone
películas de cierto director o sello. Lo que más preguntan
es ¿cómo hago para hacerles llegar tal película
o para conseguir tal otra?, cuenta Vieytes.
El paso de uno a cuatro canales indica el nivel de recepción que
generó el vanguardismo de Venus, como gustan llamar
sus productores al iniciador del género. Allí la filmografía
se ordena por ciclos con un total de 100 títulos por mes. Y con
variedad temática y de origen: norteamericano, europeo, asiático
y brasileño. La gente es difícil de conformar,
dicen. Curiosamente, el mercado que más genera este material, EE.UU,
es el que menos lo consume a nivel público porque no hay allí
canales de sexo explícito. Pero como dentro del rubro entretenimiento
para adultos el sexo es siempre un buen negocio, en EE.UU. lo más
fuerte es Play Boy, que excede lo que es cine porque marca un estilo de
vida. En rigor, Play Boy TV es en la Argentina la pantalla más
liviana orientada a la interrelación del hombre y la mujer,
a la pareja. Spice es cine para adultos editado en forma no
porno explica Vieytes, que no se vea sexo explícito,
sí genitales, pero no penetración. Muy mercado americano.
De hecho, cuando filman tienen las dos cámaras.
Para los empresarios consultados por Página/12 el punto de ebullición
está dado por la idiosincrasia de los países donde se ven.
El placer como pecado es cultural razona Lacarrere,
por eso, todo lo que tiene que ver con el sexo si está bien llevado
termina siendo un buen negocio. Porque genera interés y porque
la sexualidad es inherente a todos, aunque lo vivamos diferente por factores
culturales, religiosos, físicos o económicos.
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