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Por
Eduardo Tagliaferro
 “Bueno,
yo también me entero de muchas cosas por los diarios, como por
ejemplo del tarifazo”, respondió ayer el ex vicepresidente,
Carlos “Chacho” Alvarez, mientras intentaba tomar un café
en el ya emblemático bar Varela-Varelita. Se lo dijo a dos cronistas
radiales que lo consultaron por el supuesto malestar del presidente Fernando
de la Rúa por haberse enterado por los diarios de su propuesta
destinada a dinamizar y relanzar la administración aliancista.
Más que unidad o fortaleza, las idas y venidas que va generando
el encuentro entre Alvarez y De la Rúa demuestran las distancias
que separan a los dos principales referentes de la Alianza.
“En algún momento antes de fin de año, seguramente
se encontrarán”, dijo ayer el vocero presidencial, Ricardo
Ostuni, cuando fue consultado por la fecha de la reunión. Precisó
que, antes de que los ex compañeros de fórmula vuelvan a
reencontrarse, las iniciativas serán analizadas por los ministros
y el Presidente.
Ayer los ministros de Economía, José Luis Machinea, de Trabajo,
Patricia Bullrich, de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide,
y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, esperaban recibir las iniciativas
para comenzar a estudiarlas antes de dar su opinión al Presidente.
“Demasiados planes sociales desperdigados dificultan la llegada de
los mismos a la gente que más los necesita”, opinó
Fernández Meijide, compartiendo la iniciativa del ex vicepresidente,
de unificar en un ente social estatal los más de 1300 millones
de pesos que el Presupuesto destina para atender a unas 700 mil familias
que viven bajo la línea de pobreza.
“Por respeto a la relación entre el Presidente y el jefe de
nuestra fuerza política, preferiría no comentar la propuesta”,
dijo la ministra de Desarrollo Social. Fernández Meijide colaboró
con Alvarez acercándole algunos documentos preliminares para que
éste analizara antes de redactar las propuestas para el área
social que integraron la versión final que el domingo pasado Darío
Alessandro le entregó a De la Rúa en la quinta de Olivos.
Machinea se molestó públicamente por que las iniciativas
de Alvarez trascendieron por los medios antes de llegar a manos del Presidente.
El ministro está en contra de dividir su ministerio en dos áreas:
Hacienda y Producción. Aunque no lo explicite, intuye que la movida
tiende a limitar su actual poder y podría convertirse en un virtual
puente para que Domingo Cavallo ingrese al Gobierno.
Cuando los movileros le preguntaron a Chacho si estaba impulsando la incorporación
de Cavallo al gabinete, el ex vice se limitó a reírse, descartando
la posibilidad, apuró su café, tomó los libros y
los apuntes de la cátedra de Pensamiento Político Contemporáneo
que dicta en la Universidad de Quilmes y salió de bar. “El
2000 nos encontró aburridos y dominados”, fue la sarcástica
referencia que Chacho hizo sobre el presente que enfrenta la Alianza luego
de un año de gestión, que hace dos meses lo empujó
afuera del Gobierno.
“Lo importante es saber qué opina De la Rúa de las
propuestas”, comentó Chacho cuando se le pide una opinión
sobre el tan charlado encuentro. Alvarez no mostró ayer frente
a los cronistas grandes expectativas por la futura reunión con
el Presidente. En un primer momento el entusiasmo corrió por cuenta
del Gobierno. Ahora, luego de las idas y vueltas que motivó el
cónclave, también lo dilata.
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