Por
Raúl Kollmann
Fue
aprehendido ayer un hombre sospechado de ser el llamado violador
de Pinamar, un psicópata de características inéditas
que robó y asaltó sexualmente a ocho mujeres de Cariló
y Pinamar. Anoche, el sospechoso estaba siendo sometido a una rueda de
reconocimiento por parte de las víctimas, diligencia que arrojó
un resultado controvertido. En la forma de actuar de este hombre hubo
elementos sorprendentes. El sujeto se cubría casi todo el rostro,
pero obligaba a sus víctimas a mirarlo a los ojos, que además
fue cambiando de color mediante lentes de contacto. Obligaba a las mujeres
a masturbarlo o se masturbaba delante de ellas, violó a una de
sus víctimas y, al atacar a una de ellas, lloró cuando se
enteró de que era maestra. A esa docente le devolvió los
30 pesos que le había robado.
El hombre que era sometido anoche a la rueda de reconocimiento es de General
Madariaga, municipio cercano a Pinamar, y tiene antecedentes penales.
Su descripción responde a la que hicieron las víctimas y
además del jefe de investigaciones, Amadeo DAngelo, trabajó
en la pesquisa un gabinete de psiquiatras y la fiscal que se ocupa del
caso, María Claudia Castro.
En la diligencia de reconocimiento fueron exhibidos cinco individuos ante
dos de las víctimas. Ambas coincidieron en señalar que dos
de ellos podían ser el psicópata que las atacó. Esto,
como es obvio, no convalidaría el reconocimiento, pero sucede que
se trata de dos hermanos, uno de los cuales es para los investigadores-.
el violador. El otro hermano fue incluido en el reconocimiento por pedido
expreso del abogado defensor del sospechoso. Al cierre de esta edición,
otras víctimas estaban a punto de realizar el reconocimiento.
El caso del violador de Pinamar conmueve a la costa. El psicópata
estudiaba a sus víctimas hasta sorprenderlas cuando estaban solas
en su vivienda. En total hay ocho casos denunciados en los que se verifica
la misma forma de actuar:
El individuo, alto y atlético,
ingresó a la vivienda con el rostro casi totalmente tapado, con
un gorro sobre el pelo y una bufanda sobre la cara. Dejó siempre
un pequeño resquicio para los ojos y les gritaba a las mujeres
¡mirame a los ojos!, ¡mirame a los ojos!. Según
detectaron los investigadores, el hombre fue cambiando su color de ojos
-.azules, verdes, marrones, seguramente mediante el uso de lentes
de contacto.
De los ocho casos, sólo
en uno se consumó la violación, aunque en todos hubo vejámenes.
El hombre se masturbó o se hizo masturbar por su víctima.
En todos los casos hubo también
robo. En general, siempre fueron cantidades pequeñas: 100, 200
pesos o aún menos.
El hombre ingresó en
la vivienda de una maestra a la que obligó a masturbarlo. Después
le exigió dinero, pero cuando la docente le dijo: Soy maestra,
sólo tengo 30 pesos, el individuo se puso a llorar. Yo
amo a las maestras y a los chicos, perdoname dijo gimiendo.
Si hubiera sabido que eras maestra no te hacía esto. Dicho
lo cual le devolvió el dinero.
Dos altísimos funcionarios de la Justicia bonaerense le dijeron
a Página/12 que los casos de violación están aumentando
notoriamente en la provincia de Buenos Aires, algo que también
fue confirmado por fuentes policiales. Es evidente que hay un crecimiento
de los desequilibrios mentales, producto de la desocupación, la
crisis social y otros factores. El aumento en las violaciones lo vemos
claramente en las estadísticas. Además, también aparecen
más psicópatas, como los que matan prostitutas en la zona
de Mar del Plata, donde todavía no se pudo hacer ninguna detención.
Para colmo, las peleas de pareja que antes derivaban en episodios de mayor
o menor violencia, ahora muchas terminan en homicidios o dramas sórdidos.
Y no se arregla ni cambiando la legislación ni con manodura, acá
hay un problema mucho más profundo, dijo la fuente de la
Bonaerense.
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