Por Fernando Cibeira
La reunión entre Fernando
de la Rúa y Carlos Chacho Alvarez navega entre más
imprecisiones que certezas. Supuestamente, el Presidente repartiría
el documento de cuarenta páginas elaborado por Alvarez entre algunos
ministros para que lo estudien y después poner en común
las conclusiones en la cumbre. Pero, hasta ayer, en las cercanías
de los ministros en cuestión aseguraban que no habían recibido
nada de nada. En algún despacho, incluso, el requerimiento fue
respondido con ironía. No nos llegó nada, pero nos
encantaría leerlo para saber qué nos quiere proponer Chacho,
sostenían en la Jefatura de Gabinete.
En el Ministerio de Trabajo aseguraban que a Patricia Bullrich no
le llegó absolutamente nada y que sólo conocía
de la iniciativa chachista lo que había salido en los diarios.
Según lo que se sabe, Alvarez quiere unificar todos los planes
asistenciales en una agencia social, por lo que Bullrich tendría
que ceder el control sobre el Plan Trabajar, la principal herramienta
para hacer política que tiene la cartera.
En cambio, cerca del jefe de Gabinete, Crhystian Colombo, y del ministro
de Economía, José Luis Machinea, tampoco contaban con una
copia del documento pero sí admitían haber conversado del
tema con el Presidente. El lunes, De la Rúa tuvo una reunión
con Colombo en la Casa Rosada y le comentó los principales puntos
de la idea. Se sabe que ni Colombo ni Machinea recibieron con simpatía
la jugada de Chacho, a quien critican por no terminar de comprometerse
con el rumbo del gobierno y encima lanzar propuestas desde afuera.
En Colombo el enojo se acentúa porque considera que muchas de las
iniciativas que hoy impulsa el ex vice ya están en marcha. Y Machinea
el único que salió en público a quejarse
se indignó porque Alvarez ni lo consultó durante un encuentro
que mantuvieron días atrás sobre su idea de dividir Economía
en dos ministerios, Hacienda y Producción.
La falta de novedades en las oficinas de los ministros servía para
agregar incertidumbre sobre la concreción de la cumbre, de la que
se viene hablando desde hace semanas. Un secretario de Estado con acceso
al despacho presidencial hacía su propia evaluación sobre
el destino de la propuesta. Seguramente De la Rúa marcará
las dos o tres proposiciones que se parezcan más a cosas que ya
se están haciendo y se reunirá con Chacho para decirle que
va a poner en práctica parte de su iniciativa, explicaba
el funcionario. Así quedan todos contentos, resumía.
Con todo, otra versión que circuló ayer en la Rosada aseguraba
que De la Rúa le había pasado el documento al secretario
general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, con la recomendación
que estudie especialmente algunos puntos que son viables,
según esta especie.
Lo único que queda claro es que, hasta el momento, la concreción
de la reunión entró en una nebulosa. En la Rosada primero
fecharon el cónclave en una fecha imprecisa antes de Navidad, que
al otro día se atrasó para un antes de Año Nuevo.
En las cercanías del despacho presidencial sostienen que De la
Rúa no tiene intenciones de apurar el encuentro porque, aunque
diga lo contrario, le disgustó la forma en que Alvarez hizo trascender
la propuesta. Igual el Presidente aprendió de sus errores
y no va ignorar a Chacho, sostenía un vocero. Aunque
no hay apuro, De la Rúa también necesita de esa foto para
dar por consolidada a la Alianza, añadía.
JURO
ROVERE COMO SECRETARIO DE POLITICAS SOCIALES
Otro frepasista al lado de Graciela
El flamante secretario de Políticas
Sociales, Mario Róvere, confesó ayer que la Argentina está
enfrentando una de las situaciones sociales más complejas de la
historia. Apenas asumido en su cargo, adelantó a la prensa
los principales objetivos de su gestión: Me parece imprescindible
tomar un eje muy fuerte vinculado con la eficiencia en el gasto de los
recursos.
Además, explicó que la ministra de Desarrollo Social, Graciela
Fernández Meijide, le pidió que lograra más
eficiencia en el gasto de los recursos. Róvere fue puesto
en funciones a la tarde por Fernando de la Rúa en el Salón
Blanco de la Casa Rosada. Junto al Presidente, se encontraban Fernández
Meijide y los ministros de Salud y Educación, Héctor Lombardo
y Hugo Juri.
El nuevo funcionario es un médico ligado al Frepaso que hasta ayer
se desempeñó como asesor financiero del Ministerio de Desarrollo
Social. Su llegada a la Secretaría de Políticas Sociales
se produjo veinte días después del portazo de su antecesor,
el también frepasista Eduardo Bustelo, quien presentó su
renuncia con fuertes críticas hacia la ministra. No sé
si Fernández Meijide está comprometida con la política
social, declaró Bustelo hace cuatro días.
El ascenso de Róvere completó la reestructuración
de la planta intermedia de la cartera, que había sido impulsada
por Fernández Meijide para apuntalar su gestión. En ese
contexto, se produjo, el 21 de noviembre último, el alejamiento
de Bustelo, quien cuestionaba a su jefa por la forma en que se estaban
aplicando los programas alimentarios.
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