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Decreto mediante, se vienen las paritarias

El Gobierno emitió los decretos que reglamentan la ley de reforma laboral. Uno de ellos termina con la ultraactividad y convoca a paritarias. Rechazo en las centrales sindicales.

La ministra Patricia Bullrich defiende el llamado a paritarias.

Por Diego Schurman

El Gobierno quedó facultado ayer para reabrir las paritarias entre empresas y sindicatos y en consecuencia disponer el fin de la vigencia indefinida de los convenios colectivos de trabajo. La medida, defendida a capa y espada por la titular de la cartera laboral, Patricia Bullrich, generó un fuerte rechazo en el amplio abanico sindical, desde donde advirtieron sobre la posibilidad de una rebaja de ingresos y salarios de los trabajadores.
El fin de la ultraactividad, como se conoce en la jerga a la vigencia indefinida de los convenios, figura en uno de los cuatro decretos de reglamentación de la reforma laboral. Se trata de una de las leyes cuestionadas por supuesta compra de votos en el Senado y que generó movilizaciones y paros generales, además de promesas gremiales de demandas por “inconstitucionalidad”. En la actualidad, si una de las partes se opone a reabrir las discusiones, deben regirse por el último convenio, aún si este hubiese sido rubricado en los años 70.
Con los cambios, en un lapso no mayor a los dos años desde el momento en que el Gobierno convoca a las paritarias, aquellos convenios rubricados con anterioridad a 1988 deberán ser indefectiblemente modificados. De no haber acuerdo entre las partes, será un arbitraje el que dispondrá qué se modifica y qué no.
Los sindicatos pegaron el grito en el cielo. Aseguran que la actual relación de fuerza con las empresas, sobre todo por los altos índices de desocupación, no los favorece y que en consecuencia las futuras negociaciones serán “a la baja”, dando lugar a la pérdida de conquistas históricas.
Cuando se negociaba la reforma laboral, la CGT oficial acordó que ante la caída de un convenio se mantenga intangible el aporte del trabajador al sindicato, una manera de asegurar que financiamiento de sus arcas. Pero no logró lo mismo sobre otras cláusulas relacionadas a los derechos individuales, como el mantenimiento de los salarios básicos, las categorías, o ingresos a través de tickets canasta.
De acuerdo al procedimiento estipulado en la reglamentación, firmada por los ministros Bullrich, José Luis Machinea, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo y, obviamente, el Presidente Fernando De la Rúa:
La cartera laboral convocará a representantes empresarios y sindicales a una mesa de negociación en un plazo no mayor a los 10 días;
Si las partes no arriban a un acuerdo en el término de 2 años dispondrán de 10 días más para convocar a un arbitraje;
En los siguiente 30 días el Ministerio de Trabajo deberá recibir los puntos que las partes pretendan someter a un arbitraje y la designación de común acuerdo de los árbitros;
De no haber acuerdo en la elección del árbitro o los árbitros a través del sistema de tachas, será la cartera laboral la que lo haga mediante un sorteo;
Los árbitros se elegirán de un Servicios Federal de Mediación y Arbitraje. Pero hasta que este cuerpo se constituya será el Ministerio de Trabajo quien conforme una lista de mediadores y árbitros;
Durante 60 días, con posibilidad de prorrogar por 20 más, el árbitro recibirá la defensa de las propuestas de cada una de las partes;
Y en los otros 20 días, con posibilidad de extenderse 10 días más, se dictará el laudo;
Bullrich defendió la necesidad de “actualizar” los convenios firmados hace más de una década, y en algunos casos hace 25 años. “Es para que tengan que ver con la realidad del trabajo y de las empresas y con las necesidades actuales de los trabajadores y los empresarios”
La funcionaria, de paso, anticipó alguno de los gremios que serán convocados a paritarias ya que su convenios colectivos están vencidos: comercio, aeronavegantes, caucho, algunos de la construcción, viajantes,maderas, metalúrgicos, la industria metalmecánica, propaganda médica, vestidos y televisión, entre otros.

 


 

BALANCE SOCIAL, SUBSIDIOS Y REPRESENTACION EMPRESARIA
Otros tres flamantes reglamentos

El decreto reglamentario de la reforma laboral que habilita al Gobierno a llamar a paritarias no fue el único que se conoció ayer. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, también puso en conocimiento otros tres sobre balance social, subsidios y representación empresaria. El siguiente es un resumen de cada uno de ellos:
u Balance Social: Establece que las empresas con más de 500 empleados deben entregar anualmente al sindicato con personería gremial un balance social que incluya información sobre empleo, remuneraciones, cargas sociales y demás elementos integrantes de la base de cálculo del costo laboral, las condiciones de higiene y seguridad, los planes referidos a la formación y capacitación, y todo lo relativo a las relaciones profesionales, además de programas, planes, innovación tecnológica y modificaciones de dotación de personal o traslado de instalaciones.
u Subsidios: El Gobierno otorgará un subsidios a empleadores que contraten hombres de 45 años o más desocupados y a jefas de hogares a cargo de uno o más hijos menores de 18 años con una remuneración bruta, total, normal, habitual y permanente, inferior a los 900 pesos mensuales. El monto del subsidio, que se otorgará por un año, se obtendrá de aplicar el 60 por ciento del salario del convenio que corresponda de conformidad a la categoría del trabajador y no podrá superar la suma de 200 pesos mensuales.
u Representación: A fines de determinar la aptitud representativa del sector de los empleadores para constituir una unidad de negociación de actividad o rama, se considerará la existencia de la asociación o asociaciones de empleadores, debidamente constituidas, con actuación previa, manifestada en la celebración de los convenios colectivos de trabajo anteriores o por su representación continuada ante los organismos públicos o ante los sindicatos, siempre que cuenten entre sus asociados el 50 por ciento de los empleadores dedicados a la actividad o rama que se regulará por el convenio colectivo de trabajo que se pretenda negociar y que a su vez empleen a no menos del 50 por ciento de los trabajadores de esa misma actividad o rama.

 

El rechazo de las centrales gremiales

Federico West Ocampo *.
“Estamos en contra”

“En estas condiciones, como está planteada la reglamentación, sentarnos a negociar nos parece un despropósito. La primera paritaria que se debe convocar es la del salario mínimo, vital y móvil y así vamos a fijar un piso salarial para que ningún convenio lo pueda bajar. Además, más que hablar de negociación colectiva, cuando quieren terminar con las jubilaciones, con las obras sociales sindicales y con convenios ultraactivos, habría que hablar de lisa y llanamente de despojo. Por eso, desde ya que estamos en contra y lo vamos a impugnar ante la Justicia, lo vamos a enfrentar administrativa y legalmente”
* CGT oficial.

Héctor Recalde *.
“Una ley viciada”

“Si la reforma laboral es inconstitucional, cualquier decreto que la reglamente sufre el mismo vicio. Es inconstitucional porque viola el derecho a la negociación colectiva del artículo 14 bis; viola el derecho a de propiedad –si a mí un laudo me saca el adicional por antigüedad, me saca un derecho adquirido– y viola los tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional, como el pacto de San José de Costa Rica con la progresividad de los derechos. También es discriminatoria al obligar a renegociar convenios colectivos vigentes, contrariando la disposición del 94 del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo.”
* CGT rebelde.

Horacio Meguira *.
“Legal, no voluntaria”

“La ley no fue democratizadora ni tampoco lo fueron los decretos reglamentarios. Por un lado el Ministerio de Trabajo se arroga el derecho de nombrar un listado de árbitros. Por el otro tampoco se modifican el espíritu de la ley en cuanto concentración de la personería jurídica en los sindicatos tradicionales. No estamos de acuerdo con la ultraactividad voluntaria, sino la legal. Y la reglamentación convierte la ultraactividad en voluntaria. Se acentúa el tema del subsidio desde el lado de la oferta, al establecer subsidios para sueldo menores de 900 pesos para jefes de hogar. Esto ya fracasó en la Argentina con los famosos plan canje de las empresas a terminales de automotores.”
* CTA.

 

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