El viaje venía
muy bien, espectacular, cuando de repente sentí que el bus se movió
y que el techo volaba hacia atrás y me golpeó la cabeza.
El relato de Fernando, uno de los sobrevivientes, define la tragedia sufrida
por 24 chicos chilenos que, cuando viajaban de regreso a su país
luego de participar en un torneo de minibásquet realizado en Rosario,
tuvieron un accidente al volcar el micro en el que viajaban. Tres niños
murieron y ocho personas entre menores y acompañantes adultos
sufrieron heridas, en algunos casos de suma gravedad. El vuelco ocurrió
a las 7.25 sobre la ruta nacional 8, a medio camino entre las localidades
cordobesas de Sampacho y Las Vertientes. Aunque estaba nublado, había
luz plena y no hubo choque previo antes de que el conductor del ómnibus,
de una empresa chilena, se saliera de la ruta cruzando hacia la mano contraria
y se estrellara contra un árbol, antes de volcar. Es posible
que el chofer se haya dormido, admitió una fuente policial
consultada por Página/12.
El accidente se produjo en el kilómetro 642 de la ruta 8, a unos
45 kilómetros de Río Cuarto, en el sur de Córdoba.
La policía confirmó que no hubo choque con otro vehículo
y que el micro había cruzado el puente sobre el arroyo El Gato,
en un tramo de la ruta donde no hay curvas. El intendente de Sampacho,
Horacio Vega, dijo a la prensa que el micro se dirigía a la ciudad
chilena de Melipilla, a 60 kilómetros de Santiago de Chile. Lamentablemente
todo parece indicar que el chofer, identificado como Juan Serrano Avarca,
de 62 años, se quedó dormido, coincidió el
funcionario, quien mantuvo reuniones con los policías que participan
de la investigación junto con el fiscal Jorge Molina.
El intendente Vega dijo que el ómnibus salió de la ruta,
chocó contra un eucaliptus, regresó al camino y luego se
produjo el vuelco, producto de una serie de arriesgadas maniobras. El
micro, de la empresa chilena Pullman Tachimari, se dirigía primero
a Mendoza, por donde cruzaría con destino a Chile. La Unidad Regional
IX de la Policía de Córdoba confirmó que en el accidente
murieron Tamara Belén González Carbajal, de 10 años;
Germán Felipe Hernández Silva, de 12, y Beatriz Quiroga
Mendoza, de 12.
Entre los heridos, los más graves son Adolfo Felipe Almarza Riquelme,
de 13 años, a quien le amputaron una pierna, y el técnico
del equipo de básquet, Juan Cabrera Mateluna, de 56 años,
quien sufrió traumatismo de cráneo. Otros niños presentan
lesiones de distinta consideración, pero están fuera de
peligro. Se trata de Tomás Cueto Saavedra, de 9 años; Manuel
Sanhuesa Fernández, de 9; Patricio Cabello Morales, de 10; Fabián
Céspedes Astorga, de 11, y Jaime Rodríguez Maldonado, de
12. También sufrió lesiones Laura Velardez Silva, de 33,
profesora del colegio privado Meli Pilla al que pertenecían los
viajeros.
Los heridos están internados en el Hospital Central de Río
Cuarto. Los sobrevivientes fueron alojados por unas horas en dos hoteles
de Sampacho y anoche regresaron a Chile por vía aérea. Desde
el país vecino, en un avión de la Fuerza Aérea chilena,
habían llegado familiares de las víctimas de la tragedia.
En Rosario, la noticia del accidente causó consternación
entre los organizadores del XIV Encuentro Internacional de Minibásquet,
que este año tuvo como sede el Club Sportivo América de
esa ciudad.
Alicia Fernández, miembro de la comisión organizadora, informó
que también participaron otros equipos de básquet de Santiago
de Chile, Valparaíso, Valdivia, La Unión, La Reina, Punta
Vara e Iquique, además de representantes de Brasil, Paraguay, Uruguay
y Venezuela.
En Córdoba, el gobernador José Manuel de la Sota se interesó
por los accidentados y dijo a la prensa que puso a disposición
del consulado chileno todo lo que fuera necesario. Un helicóptero
y un avión sanitario de la provincia fueron enviados al lugar de
la tragedia. Fernando, de 12 años, uno de los sobrevivientes, dijo
a los periodistas que la mayoría de los chicos estaba durmiendo
porque que el viaje era muy tranquilo, hasta que se produjo
el vuelco. Fernando recordó con la voz quebrada por el llanto que
se había bajado del micro para ayudar en lo que pudo.
El informe policial dice oficialmente que las causas del accidente son
dudosas, aunque extraoficialmente se sospecha que el chofer
pudo haberse quedado dormido. Anoche, el chofer que conducía el
ómnibus en el momento del accidente, Juan Serrano, estaba detenido
en la comisaría de Sampacho. El hijo del conductor, que también
se llama Juan Serrano, fue internado con heridas leves. Horas después
del accidente afirmó que él venía durmiendo después
de haber cumplido su turno manejando el vehículo. Por ese motivo
dijo desconocer las causas del vuelco.
CASI
11 MILLONES MUEREN POR CAUSAS EVITABLES
Niños que no conocen privilegios
Casi 11 millones de chicos menores
de 5 años mueren cada año en todo el mundo, la mayoría por causas fácilmente
evitables. Así lo reveló el informe anual de Unicef sobre el Estado Mundial
de la Infancia, que fue presentado ayer en Nueva York por la directora
ejecutiva del organismo, Carol Bellamy. En Argentina, la tasa de mortalidad
de los niños de entre 0 y 5 años es de 22 cada mil: apenas uno menos que
en Yugoslavia, y cuatro más que en Bosnia y Herzegovina, todas naciones
duramente castigadas por la guerra y las persecuciones étnicas. A nivel
nacional, el informe será presentado en Chaco, donde Unicef trabaja desde
hace varios años para reducir las consecuencias de la pobreza en la educación,
la alimentación y la salud de los niños y sus madres. Para el relevamiento
de este año, los miembros de Unicef eligieron concentrarse en la primera
infancia, es decir, la etapa que abarca los primeros tres años de vida.
Estudios realizados en Canadá demuestran que esos 36 meses son cruciales
para el desarrollo del lenguaje, el control emocional y las formas habituales
de reacción de los chicos. Sin embargo, �en las políticas, programas y
presupuestos de los países se suele hacer caso omiso de estos importantes
años iniciales�, advirtió el organismo. Según Unicef, apenas el 0,2 por
ciento de la renta mundial anual (80.000 millones de dólares) sería suficiente
para dar a todos los recién nacidos del planeta una atención adecuada.
Los argumentos para la exigencia de una inversión mayor son contundentes:
el informe revela que más de 500 millones de niños viven con menos de
un dólar por día, 170 millones sufren de malnutrición y más de 100 millones
no han ido nunca a la escuela. En el caso de América latina, Bolivia lleva
la delantera en la tasa de mortalidad de menores de 5 años, con 83 muertes
cada mil niños. En el continente, la expectativa de vida ha alcanzado
los 70 años, seis más que la media mundial. Dentro de los 11 millones
de chicos que murieron en 1999 en todo el mundo, el 20 por ciento murió
por trastornos perinatales; un 18 por ciento por infecciones en las vías
respiratorias; y un 15 por ciento, por enfermedades que se hubieran evitado
con un adecuado plan de vacunación.
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