Diego Maradona, premiado como
Jugador del Siglo junto a Pelé por la Federación Internacional
de Fútbol Asociado (FIFA), afirmó ayer en Roma, antes de
emprender el regreso, que ese organismo le propuso una colaboración.
Por otra parte, se reconcilió con el presidente del Napoli. Pelé,
a su vez, reivindicó su primacía mundial: O Rei hay
uno solo afirmó el brasileño.
Blatter me convenció dijo Diego en Roma. Y, ya embalado,
se jugó en el elogio: Finalmente la FIFA tiene un presidente
de verdad: un hombre con ideas jóvenes que me propuso una colaboración
con la actividad mundial, por lo que veremos qué podemos hacer,
resaltó. El Diez, junto con su familia, declaró
ayer en Roma antes de regresar a la Argentina: La fiesta de los
premios fue importante para mí, porque estuvo toda la gente del
fútbol y ésa es mi gran alegría. Pero cuando
se le preguntó por qué mencionó a Pelé en
último lugar después de haber recordado a su compatriota
Alfredo Di Stefano, al francés Michel Platini y al brasileño
Rivaldo, Maradona se encerró en un silencio intrigante. Tal vez
fue el único con quien pese al abrazo para las cámaras
Diego no hizo de algún modo las paces.
Precisamente ayer, en el hotel donde se encuentra en Roma, Maradona recibió
a Corrado Ferlaino, administrador delegado del Napoli (y presidente del
club en los ochenta, cuando el club ganó sus dos títulos
de liga), y a Carlo Juliano, encargado de prensa de la entidad. Según
Juliano, se perfila un acuerdo de colaboración entre Napoli
y Maradona, luego de que Ferlaino se abrazó el lunes con Diego
durante la ceremonia del Jugador del Siglo.
Tras el encuentro, que duró 40 minutos, Maradona declaró:
Si el Napoli lo quiere, yo estoy disponible. Por su parte,
Ferlaino apuntó: Si Diego lo desea, nosotros estamos dispuestos
inmediatamente a un acuerdo de colaboración. Completaba la
reunión entre Maradona, Ferlaino y Juliano el representante del
ex jugador, Guillermo Coppola, quien agregó: Se está
estudiando la organización de un partido del adiós de Diego
en Nápoles, el año que viene. El partido de despedida
de Maradona en el San Paolo deNápoles estaba previsto para enero
del 2001, pero luego se postergó para marzo o abril.
Mientras tanto, Pelé, camino de París, declaró en
el aeropuerto Leonardo Da Vinci: El fútbol es como la música,
que tiene a Beethoven y luego a los otros compositores, y en el fútbol
está Pelé y luego los otros jugadores. También
recordó O Rei que el año pasado un jurado
de expertos de todo el mundo me coronó deportista del siglo con
Muhammad Alí, por lo que no existen dudas: O Rei es
uno solo.
Dijo que Pelé
dio lástima
Diego Maradona dijo ayer en declaraciones radiales
que Pelé dio lástima en la entrega de
premios de la FIFA en Roma y que el ex jugador brasileño
está enfermo de protagonismo. Después
de señalar una vez más que él no se consideraba
ejemplo de nada como se supone que lo es su antagonista,
pasó a explicar lo sucedido el lunes: Abracé
a Pelé y después me fui cuando le dieron el premio
porque la FIFA me había prometido que yo cerraba la entrega,
pero me llamaron antes y lo dejaron a él para el final. Me
molestó y me fui, dijo Maradona. Al referirse nuevamente
a Pelé, particularizó respecto de la elección:
El Negro perdió hasta en Brasil, y eso es muy jodido
de digerir. Es muy triste que no te quieran en tu país,
indicó.
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OPINION
Por Diego Bonadeo
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FIFA, marquetineo
y cambalache
Si Blatter, Havelange, Julio Grondona y demás integrantes
de la familia hubiesen visto jugar a Buruca Laforia,
aquel arquero criollo que mestizó el Alumni de los hermanos
Brown, podría haber algo parecido a la verosimilitud en el
veredicto que en estos días decidió que Pelé
era el mejor de la historia para los Fifa-boys y Maradona,
el mejor para la gente. ¿Quién de nosotros, de los
que ingresamos con vida y supuestamente con salud en el siglo XXI,
supo de los atributos o limitaciones de Calomino, Carricaberry,
el Divino Zamora, o el Vasco Cea. ¿Cómo eran las paredes
que se tiraban si es que no le pegaban de punta y para arriba
Zoroza y Morgada en el casi épico expreso de
Gimnasia y Esgrima La Plata de 1933. ¿Cuántos goles
vimos de Guillermo Stabile, cuántos quites de Domingos Da
Guía, cuántas atajadas de Tesorieri?
¿Era tan exquisito el fútbol de aquel Racing del profesionalismo
como para justificar lo de academia? ¿Ochoa,
Ohaco y el Chueco García la dejaban de verdad así
chiquita? Y tantos más. De aquí y de allá.
Esta historia marquetinera de premiar sponsorizadamente lo que no
se conoce mal se puede conocer si se habla del fútbol
del último siglo o de los últimos setenta años,
si no se supo cómo jugaban los protagonistas sirve
solamente para que algunos pocos sinvergüenzas dirigentes,
anunciadores, compradores y vendedores de derechos de televisión,
más la habitual piara de alcahuetes de turno disfrazados
de especialistas en comunicaciones le cuenten a la gente del
común que esos pocos sinvergüenzas decidieron que tal
o cual futbolista fue elegido como el mejor, como para que la gente
se entretenga bizantineando respecto del veredicto, olvidando por
un rato temas vinculados a blindajes, seguridades jurídicas,
desempleos y demás intoxicaciones.
Pero para perfeccionar el dislate al mismo tiempo que exacerbar
el bizantineo, no le alcanzó a la famiglia que
los de a pie hayan elegido por diferentes motivos y desde diferentes
lugares a quienes los remedadores de los padrinos de Francis Ford
Coppola tiene como al réprobo. Y así Maradona de la
gente empató con Pelé del fondo
monetario.
Pero para consolar a los en actividad, Zidane, Figo,
Rivaldo, Batistuta, Fluivert, Aimar, Verón, Roberto Carlos,
Redondo y varios otros también aparecen entre los preferidos
de varios técnicos nacionales.
Lo único que reconforta en este cambalache es que ni desde
la impudicia del sistema, ni desde la cultura del resultadismo,
hayan aparecido hombres que repugnan al paladar de quienes se precian
de integrar la enorme legión de adscriptos al fútbol
que le gusta a la gente.
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