CARACOL Estábamos hartos de comer plátanos y tallos de palmitos. Necesitábamos proteínas y, con la lluvia, se iban todos los pescados mar adentro. Todos los días me metía en el agua dos o tres horas a bucear para ver si encontraba algo. Pero generalmente sacaba un caracol y encima había que compartirlo. (Consuelo Lyonnet, participante de Expedición Robinson, en Caras.)
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