Por José
Natanson
Ayer hubo un nuevo contacto
telefónico entre Fernando de la Rúa y Carlos Chacho
Alvarez. Durante la breve charla, el Presidente le comentó que
hoy partirá a Florianópolis para participar de una cumbre
del Mercosur y que tenía ganas de sentarse a conversar sobre la
propuesta del ex vicepresidente. Según dijeron, a la vuelta volverán
a contactarse para comenzar a coordinar la cumbre que marcará el
acercamiento definitivo entre los dos ex integrantes de la fórmula
de la Alianza, y que se realizará la semana que viene.
Aunque se viene anunciando desde hace días, el encuentro entre
los dos ex integrantes de la fórmula aliancista se posterga por
razones variadas. Una de ellas tiene que ver con la propuesta del jefe
del Frepaso, que recién fue entregada el domingo pasado y que De
la Rúa quiso estudiar en detalle. Como incluye una serie de temas,
el Presidente quiso analizarla con sus ministros antes de la reunión.
El resultado, hasta ahora, no fue muy favorable: al rechazo de José
Luis Machinea (que no quiere saber nada con la división del Ministerio
de Economía) se fueron sumando los cuestionamientos de otros funcionarios:
el jefe de Gabinete, Crhystian Colombo, que conversó del tema con
De la Rúa el lunes pasado; y la titular de Trabajo, Patricia Bullrich,
a quien no le entusiasma la posibilidad de ceder los planes de empleo
que maneja su cartera.
También conspiró la desconfianza. Ayer, una fuente de acceso
cotidiano al despacho presidencial dijo a este diario que De la Rúa
se alarmó después de leer las primeras declaraciones del
ex vicepresidente. Chacho se estaba acercando y de repente salió
con eso. De la Rúa estaba descolocado, explicó la
fuente. Se refería a la primera aparición pública
del frepasista después de dos meses de silencio. Fue el lunes pasado,
cuando Alvarez volvió al famoso Varela Valerita y dijo aquello
de que el 2000 nos encontró aburridos y dominados.
Al día siguiente, en declaraciones a dos canales de televisión,
Chacho bajó un poco el tono. Y, aunque no se privó de cuestionar
al Gobierno, centró su discurso en la difusión de su paquete
de iniciativas. Decidido a mirar con lupa cada una de las declaraciones
del jefe del Frepaso, De la Rúa tendrá bastante trabajo:
ayer, Alvarez se pasó la mañana dialogando con diferentes
radios porteñas y siguió machacando con su propuesta (ver
páginas 6 y 7).
Es, otra vez, el antiguo problema de los estilos: el carácter cauto
y meticuloso de De la Rúa choca con las modos explosivos y las
apariciones casi siempre inesperadas de su ex vicepresidente.
Pero, más allá de las dificultades, lo cierto es que la
voluntad de acercarse está firme. A pesar de los idas y vueltas,
los dos ex compañeros de fórmula vienen dando señales
en este sentido. Un importante dirigente de la Alianza, muy cercano al
Presidente y de buena sintonía con el jefe del Frepaso, lo explica
por una cuestión de necesidad mutua. Chacho se dio cuenta
de que no tenía espacio para romper la Alianza y decidió
jugar con el Gobierno. Ahora tiene que hacer un gesto que termine con
la incertidumbre.
Según su lectura, los motivos de De la Rúa serían
aún más nítidos. Está en un momento
difícil. Después del desafortunado recambio de Gabinete
descartó cualquier posibilidad de gobernar contra el Frepaso. Sabe
que la única manera de sacar adelante la gestión es con
la Alianza y para eso necesita a Chacho, explicaba.
Quizás por eso, ayer por la tarde De la Rúa levantó
el teléfono para hablar con el ex vicepresidente, que no pudo atenderlo
porque estaba en medio de una entrevista con el canal de cable TN, en
el programa A dos Voces. Más tarde, cuando llegó
a la Casa del Frente, Alvarez le devolvió el llamado. En una breve
conversación, el Presidente le comentó que hoy se iba a
Florianópolis para participar de la cumbre de presidentes del Mercosur,
que se quedará hasta el viernes y que, cuando vuelva, volverán
acontactarse para concertar el encuentro. Allí, prometió
De la Rúa, se sentarán a analizar la propuesta.
EL
JEFE DEL FREPASO SE IMAGINA ASESORANDO AL GOBIERNO
Arriba del barco o la nada
Por Eduardo Tagliaferro
La conclusión de que
no hay ningún espacio para el Frepaso fuera de la Alianza,
es la principal motivación que impulsó a Carlos Chacho
Alvarez a su regreso público. Aunque no se anima a explicitarlo,
el líder frepasista se imagina integrando alguna estructura de
asesoramiento del gobierno. Alvarez suele quejarse de que el gobierno
nunca tuvo un equipo que defina políticas de mediano plazo. Una
especie de think-thank que mejore la gestión pública y que
marque la nueva etapa que se le presenta al gobierno aliancista. La
ruptura de la Alianza es hacer la fácil. ¿Después
qué viene?, suele repetir Alvarez.
Hay una nueva oportunidad para que la Alianza se reconcilie con
la gente, fue la primera conclusión a la que llegó
el ex vicepresidente, cuando se conoció el mega préstamo
del FMI denominado blindaje. Esta idea forma parte del espíritu
de las cuarenta cartillas que integran las propuestas que Chacho le acercó
al Presidente, Fernando de la Rúa. En las páginas introductorias
del informe chachista, el líder del Frepaso analiza los cambios
políticos que debe llevar adelante la coalición gubernamental
para revertir el enojo de la sociedad con la Alianza.
A dos meses de su abandono del gobierno, Chacho ratificó que no
hay para su fuerza ninguna opción política imaginable fuera
de la Alianza. Si uno ayudó a crear esta herramienta política
que llegó al gobierno, se es corresponsable, suele comentar
a sus allegados. Esta opinión está en el fondo de la reaparición
pública de Alvarez. Si no hay espacios fuera del gobierno, tampoco
los hay para un oficialista que fue empujado a renunciar,
como califica a su ida de la vicepresidencia.
La nueva oportunidad que el líder frepasista imagina para su
gobierno, como suele definir en sus apariciones públicas,
impone algo más que un cambio de estilo, un cambio de la orientación
política. Una nueva etapa en la que es necesario volver al
espíritu de la Alianza y tener propuestas de cambio. Incluso
sus allegados comentan que suele hablar del retorno a la carta de
los argentinos y a los pilares fundantes de la coalición.
Para Alvarez la nueva etapa debería necesariamente mostrar a un
De la Rúa con un nuevo estilo. Un Presidente que lidere
la conflictividad ya que los cambios son una necesidad que ningún
dirigente político con experiencia puede negar. No puede
seguir todo igual, es una de las conclusiones a las que llegó
Chacho luego de un año de convivencia en la coalición de
gobierno y una de las recomendaciones que le planteó al Presidente
en sus propuestas.
Las elaboraciones introductorias de su informe apuntan a un cambio
integral, que retome algunas de las banderas históricas de
la Alianza, por ejemplo en el campo de la Educación. Desapareció
el ministro de Educación. Ni siquiera tenemos una agenda de los
temas que el gobierno piensa atender, suele afirmar Chacho.
En la entrevista televisiva que concedió al programa A dos
voces, reconoció el enojo que la población tiene
con el presente y el escepticismo para con el futuro. Al hablar
del dicho enojo, Chacho considera que el denominado impuestazo no
solo fue un error de diagnóstico económico, sino una fuerte
señal de que las promesas electorales siempre son violadas.
Cuando repasa los spots de la campaña electoral, el ex vice suele
recordar la gran cantidad de publicidades en las que la Alianza se comprometió
a no aumentar los impuestos.
El ex vice considera que el gobierno comenzó a dar señales
autocríticas al reconocer lo errado que fue el aumento de los impuestos.
También reconoce sus responsabilidades en ese punto. Tal
vez debí haberme opuesto con más fuerza a ese aumento, porque
fue la primera señal de violación al contrato electoral,
repite, cuando revive su paso por el gobierno. La continuidad de la actual
política y la caída en picada del gobierno, es un escenario
que Alvarez se niega siquiera a imaginar. Porque sería el fin de
la aventura aliancista. La nada.
DIPUTADOS
FREPASISTAS DEBATIERON EL PLAN ALVAREZ
Una fuerte apuesta para cambiar
Por Felipe Yapur
En reglas generales, los diputados
del Frepaso consideraron ayer como aceptable y positiva la
propuesta que Carlos Chacho Alvarez envió al presidente
Fernando de la Rúa. Dejaron en claro también que un posible
rechazo al escrito de Chacho llevaría al Frepaso a un callejón
sin salida que podría derivar en la ruptura de la Alianza.
Obviamente, la conducción del bloque no comparte esta posición,
y aseguran que no está en peligro la continuidad de la coalición
gobernante sino que es una fuerte apuesta del Frepaso para modificar
el rumbo del gobierno.
Durante cuatro horas, algo más de treinta legisladores debatieron
la propuesta de Chacho. Si bien nadie vio el texto del escrito de Alvarez,
ya que sólo hay dos copias, una la tiene Chacho y otra De
la Rúa, los diputados debieron contentarse con una explicación
verbal realizada por Darío Alessandro y José Vitar. Se
consideró positivo que el Frepaso y Alvarez tengan propuestas en
esta difícil situación del país, dijo Alessandro
al término del encuentro.
Sin embargo, varios legisladores consultados, entre los que se encontraban
oficialistas y rebeldes, destacaron como preocupante la posibilidad
de que la propuesta sea rechazada por el Gobierno. Es cierto que sólo
unos pocos creen que esto puede ser el detonante de la ruptura, pero también
es cierto que muchos desgranaron críticas al papel que le toca
jugar al Frepaso dentro del Gobierno. No nos dan ni cinco de bolilla,
se quejó María América González. El
saldo es negativo porque desde el Gobierno no se hizo nada para corregir
el modelo, dijo a su turno el socialista popular Rubén Giustiniani.
La crítica a la política oficial llegó a tal punto
que ante la menor crítica que se deslizó al grupo de legisladores
rebeldes, algunos diputados, como José Luis Lanza, salieron en
su defensa: No son ellos los que se corrieron del Frepaso, fue el
Frepaso el que lo hizo, aseguró Lanza. El bloque acordó
continuar el debate y, si bien a varios todavía no les llegó
la invitación, se descuenta que la segunda parte de este debate
se realizará durante el plenario del Frente Grande.
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