La economía no crecerá
4,5 por ciento este año, como calculó el Gobierno al inicio
de su gestión. Tampoco 3 ó 2 por ciento, según fue
corrigiendo el Ministerio de Economía con el paso de los meses.
Y ni siquiera el magro 0,7 por ciento que estimaba hasta hace unas semanas.
El nuevo cálculo del secretario de Hacienda, Mario Vicens, es que
el número final rondará entre 0,2 y 0,3 por ciento, lo cual
sigue estando por encima de la proyección de la mayoría
de los consultores, quienes arriesgan que habrá un resultado negativo.
Junto a la corrección en la estimación de crecimiento, Vicens
indicó que el déficit fiscal de este año alcanzará
a 6600 millones de pesos, 200 millones más que la proyección
oficial de hace tres semanas y 1300 millones por encima de la última
meta acordada con el FMI en agosto. El organismo accederá a que
el desequilibrio sea tanto mayor, en el marco del nuevo acuerdo por el
salvataje financiero.
Vicens reconoció que los shocks fiscales periódicos
que el Gobierno se vio obligado a aplicar afectaron el normal desarrollo
de las economía. Se refería al impuestazo de fines
del 99 y a los constantes ajustes de gastos, con reducción
de salarios de empleados públicos incluida, que se dispusieron
a lo largo del año. Aunque el funcionario no lo presentó
como una autocrítica, dijo que para que esa situación no
se repita y la economía salga del estancamiento, se acordó
con el FMI ampliar la meta de déficit fiscal del año próximo
a 7000 millones de pesos. La estrategia del equipo económico en
su primer año de gestión fue apretar al máximo el
torniquete fiscal, esperando que esa señal a los mercados fuera
recompensada con un masivo ingreso de capitales que dinamizara la economía.
Vicens ahora reconoció que el resultado de esa política
será un crecimiento casi nulo y un déficit fiscal muy superior
al esperado.
El viceministro de Economía confió en que el auxilio financiero
del FMI y otros organismos servirá para cambiar la tendencia de
estancamiento. Afirmó que el crédito de blindaje le dará
oxígeno al Gobierno para salir más relajado a buscar financiamiento
en los mercados de capitales. Y en ese marco, posiblemente se practicarán
nuevos canjes de deuda para estirar los plazos de vencimientos. También
confirmó que el FMI hará desembolsos en efectivo para
demostrar a los acreedores que el dinero está fehacientemente disponible.
En el Palacio de Hacienda definen si este mes se pedirán al FMI
los 2000 millones de dólares del stand by vigente, a los que Argentina
tiene derecho por no haber usado antes. El stand by se mantendrá
en el nuevo acuerdo con el organismo, y será ampliado con la Línea
de Reservas Suplementarias. El plazo del convenio será por dos
años, y sus características finales se conocerán
el próximo lunes (ver aparte).
Vicens señaló que la sanción del Presupuesto marcó
el cierre de las negociaciones con el FMI. Respecto a los cambios al proyecto
oficial introducidos en el Congreso, sostuvo que habrá vetos
parciales o totales. El Presidente le transmitió al
ministro de Economía que está tomada la decisión
de vetar el artículo 18, aseguró. El artículo
en cuestión es el que restituye a los empleados públicos
el 12 por ciento de sus salarios descontado en mayo pasado. La medida
generó un cruce entre el Poder Ejecutivo y los diputados de la
Alianza, quienes desoyeron el reclamo de José Luis Machinea de
votar en contra de ella. El Gobierno quería evitarse el mal trago
de asumir la responsabilidad de anularla, cargando sólo con el
costo político. No sólo no lo logró, sino que además
quedó en evidencia la falta de conducción de Fernando de
la Rúa sobre sus propios diputados.
Darío Alessandro, presidente del bloque aliancista, se quejó
ayer por la reacción de Machinea. No es un punto para darle
tanto dramatismo y el Presidente todavía no tomó la decisión
de vetarlo, indicó. Sin embargo, por la tarde Vicens insistió
en que el artículo será vetado. El funcionario convocó
a conferencia de prensa para expresar la satisfacción del
Gobierno por la rápida sanción del Presupuesto. Pero
la intenciónprincipal fue cerrar el debate en torno a la devolución
salarial a los agentes públicos.
Desde la oposición, el presidente del bloque justicialista de diputados,
Humberto Roggero, aprovechó para hundir más la cuña
entre el Ejecutivo y los legisladores de la Alianza, al adelantar que
en marzo, cuando retornen las sesiones ordinarias, se buscará insistir
con el artículo 18. Para ello, exhortó a los diputados oficialistas
a ser coherentes y mantenerse firmes en su decisión.
El BID pone u$s 600
millones
El Banco Interamericano de Desarrollo informó ayer que
otorgará un crédito por 600 millones de dólares
a la Argentina, cifra que podría constituir el primer adelanto
del blindaje financiero que el país negocia con
organismos internacionales. Un vocero del BID señaló
que 400 millones de esa cifra serán destinados a mejorar
la situación fiscal y a reducir el desempleo, mientras que
los 200 millones restantes serán para financiar obras de
infraestructura para mejorar las conexiones físicas con Chile
y Brasil. De dicho monto total, sólo 200 millones serán
desembolsables inmediatamente, no bien se firme el acuerdo con el
FMI. No obstante, el comunicado del BID emitido en Washington destaca
que todo el apoyo que Argentina reciba de las instituciones
internacionales mejorará el perfil de financiamiento del
déficit fiscal y reducirá la vulnerabilidad externa.
José Luis Machinea, por su parte, aseguró desde Florianópolis,
Brasil, que el próximo lunes se hará el anuncio del
blindaje financiero acordado con el FMI.
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PROPUESTA
IMPOSITIVA DEL EX MINISTRO JUAN JOSE LLACH
Habría que reducir el IVA al 10%
Juan José
Llach manifestó ayer públicamente que como integrante
del equipo económico que aumentó el IVA del 18 al 21 por
ciento, debo hacer mi autocrítica, pero reveló que
fue una imposición del Fondo Monetario Internacional en pleno
efecto Tequila porque (en el organismo internacional) creían que
el IVA era neutro. Pero desde entonces, aseguró que la
posición del Fondo cambió y reconoce que el IVA es distorsivo.
El ex secretario de Programación Económica durante el menemismo
y ex ministro de Educación de la Alianza propuso eliminarlo y reemplazarlo
por un impuesto al consumo.
El principal problema de la economía argentina son las dudas
sobre su capacidad de crecer y de recuperar la competitividad, y un cambio
de la política tributaria podría contribuir a recuperar
la confianza, comentó al presentar las conclusiones de su
estudio. Llach, quien ha vuelto a colaborar con Domingo Cavallo , pero
que también es frecuentemente consultado por Carlos Chacho
Alvarez y Carlos Ruckauf, responsabilizó al IVA de ser un
impuesto distorsivo, porque aumenta los costos domésticos, resta
competitividad y desalienta la inversión y las exportaciones.
Llach sostuvo que para resolver los problemas del IVA se podría
optar por reducirlo al 10 por ciento y achicar en proporción
equivalente el gasto público, aunque admitió que esta
solución es políticamente muy difícil de adoptar.
Durante la presentación de su trabajo, ante un auditorio mayoritariamente
vinculado al sector agropecuario, el economista también se refirió
a la crisis económica. Argentina se mueve entre la trampa
recesiva y la amenaza del default, señaló, disyuntiva
ante la cual se plantea un enfrentamiento entre un enfoque fiscalista
y otro de crecimiento. Llach indicó que el esfuerzo
por resolver el déficit fiscal es aceptable, pero es necesario
acompañarlo con el crecimiento de la economía. Aclaró,
sin embargo, que para el crecimiento no sirve el keynesianismo,
en referencia a la intención de generar reactivación mediante
el gasto público, y en cambio abogó por un cambio
drástico, radical diría, no paulatino, del régimen
impositivo.
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