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Por Diego Schurman
 Pegar para negociar. El viejo
apotegma sindical se hará efectivo la próxima semana. La
CGT oficial no sólo confirmó para el martes la marcha hacia
el ministerio de Economía sino que además azuzó con
la posibilidad de convocar a un nuevo paro general de 48 horas antes de
fin de año. “El diálogo con el gobierno está
roto, esto así no da para más”, exageró ante
Página/12 el jefe cegetista Rodolfo Daer.
La movilización fue confirmada ayer en un plenario de secretarios
generales. Los sindicalistas irán a la Plaza de Mayo con un cúmulo
de demandas bajo el brazo, pero tienen una motivación especial:
la desregulación del sistema de salud.
El nuevo régimen, que comenzará a implementarse a partir
del 1º de enero del 2001, permite la libre competencia entre las
obras sociales sindicales y las empresas de medicina prepaga. La CGT asegura
que la medida no es más que una “privatización”
encubierta de un sistema que históricamente fue “solidario”
y donde los “beneficiarios” pasarán a ser de ahora en
más “clientes”.
La marcha, y ahora la amenaza de un nuevo paro, aparecen en escena como
parte de la vieja práctica de “pegar para negociar”,
cuyo origen se adjudica a un histórico del sindicalismo: Timoteo
Vandor. El propio Daer parece confirmar la estrategia. “Nosotros
queremos que nos llamen para un diálogo sincero, para que haya
crecimiento y producción. Si nos llaman con ese objetivo seguramente
no habrá ningún paro”, se sinceró el titular
de la CGT.
Como si fuera poco, además de las medidas gremiales anunciaron
que apelarán a la vía legal para que se declare “inconstitucional”
el decreto de desregulación. Seguramente esa presentación
se produzca el viernes 22, cuando venza su reglamentación, lo que
muestra que la dirigencia gremial aún tiene esperanzas de que se
produzcan cambios.
Mientras tanto, una de las nuevas demandas que el sindicalismo incorporó
fue la convocatoria al Consejo del Salario pare rediscutir el salario
mínimo, vital y móvil, desde hace años estancado
en los 200 pesos. La CGT quiere llevar ese piso a 500 pesos.
Que los jefes gremiales haya desempolvado ese reclamo no es casual ya
que se produce en el mismo momento en que el gobierno obligará
a la rediscusión de las paritarias. En otras palabras: fijar por
ley un nuevo piso salarial impedirá que en las negociaciones colectivas
se establezcan salarios por debajo de ese piso.
De todos modos, la presión de los gremios por negociar un nuevo
salario mínimo, vital y móvil, aparece en escena como un
nuevo elemento de presión y de respuesta a las sucesivas medidas
del gobierno que afectan la vida sindical, como lo fue la propia reforma
laboral.
Bastó la reunión de secretarios generales para darse cuenta
que la temperatura de los jefes cegetistas está por las nubes.
Si hasta ahora se degustaban mencionando a la ministra de Trabajo, Patricia
Bullrich, como “la Piba”, ayer trocaron el mote por “mercenaria”.
Para ello hubo recuerdos de su pasado en la “Jotapé”,
sus alianzas con el cavallismo, Beliz, el MID, y finalmente el radicalismo
dentro de la Alianza. “Fue saltando de un lugar a otro y hoy quiere
romper el movimiento obrero” dijo quejoso un conspicuo dirigente
sindical.
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Mercosur sindical
Las distintas organizaciones gremiales que participan en Florianópolis
de la Cumbre Sindical del Mercosur anunciaron la realización
de una “movilización de protesta” en Buenos Aires
para abril del 2001, “similar a la de Seattle”, contra
los intentos de los gobiernos regionales de aliarse al ALCA.
“Los trabajadores de América Latina y el Caribe deben
buscar a los del Mercosur, porque la gran batalla a favor de los
derechos de los trabajadores se va a dar en la región”,
dijo el secretario general de la Organización Regional Interamericana
de Trabajadores (ORIT) y de la Confederación Internacional
de Organizaciones Sindicales Libres (CIOLS), Luis Anderson.
En ese sentido, el dirigente sindical advirtió que “si
no se logran políticas sociales concretas, la realización
de la famosa agenda social para los trabajadores de la región,
vamos a ser víctimas de más globalización,
más neoliberalismo, más desocupación, más
acumulación de las oligarquías locales y extranjeras
de riquezas y beneficios de los gobiernos de turno”.
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MOYANO
VS.. LA REFORMA PREVISIONAL
El gobierno, “pintado”
En una nueva embestida
contra la política oficial, Hugo Moyano aseguró ayer que
“el gobierno está pintado, está dibujado” y que
el presidente Fernando de la Rúa “no sirve para tomar decisiones”.
De paso, el titular de la CGT rebelde recordó la convocatoria a
la “Navidad Solidaria” contra el modelo económico que
se celebrará el domingo 24 a la noche en Plaza de Mayo.
Moyano criticó al gobierno durante un acto en la Plaza Congreso
que convocó la Asociación del Personal de Organismos de
Previsión Social (APOPS) para repudiar el proyecto de ley de reforma
previsional.
“Vamos a defender con uñas y dientes la jubilación
estatal y vamos a hacer todo lo que haya que hacer para que estos señores
no se salgan con la suya y entreguen el último bastión que
nos queda a los argentinos”, señaló el líder
camionero ante miles de personas. “Vienen por todo, porque después
de pretender privatizar la jubilación o hacer desaparecer la jubilación
estatal, seguramente van a querer privatizar el Banco Nación y
los bancos provinciales. Quieren hipotecar un gran porcentaje del territorio
nacional”, agregó.
Envalentonado, Moyano apuntó directamente hacia De la Rúa.
“¿Para qué existe el Presidente? ¿Para ir a
inaugurar un puente, o un hospital, para eso sirve el Presidente?, dijo
y de inmediato agregó que el primer mandatario “no sirve para
tomar decisiones, porque las decisiones las toman de afuera”, en
alusión a los organismos internacionales. “No nos va temblar
la mano y la voz para tomar las decisiones que tengamos que tomar porque
no aceptamos más que nos lleven a convertirnos en una colonia,
en una republiqueta”, dijo.
El titular de la CGT rebelde también tuvo un párrafo aparte
para la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, a quien consideró
irónicamente como “la nueva protectora de los trabajadores”
a raíz del decreto de reglamentación de reforma laboral,
que abre la posibilidad de una reducción de ingresos y salarios.
El sindicalista aprovechó la ocasión para recordar la convocatoria
a la “Navidad Solidaria” del domingo 24 en la Plaza de Mayo,
donde la CGT rebelde repartirá comida para los necesitados en un
nuevo gesto de protesta contra el modelo económico.
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