Israel está cada vez
más cerca de redescubrir el discreto encanto de un gobierno de
la derecha. Ayer el parlamento (Knesset) aprobó en primera lectura
una ley que permitirá que el ex premier Benjamin Netanyahu se presente
a las elecciones para primer ministro que se celebrarán el 6 de
febrero. Netanyahu venía de recibir la aclamación del Comité
Central de su partido Likud, que rechazó con abucheos la propuesta
de su rival (el ultrahalcón Ariel Sharon) por un gobierno de unidad
nacional. Todas las encuestas revelan que Netanyahu derrotará ampliamente
al candidato laborista Ehud Barak. Pero el contexto para el drama político
israelí sigue siendo la tragedia de la Intifada palestina en Cisjordania
y Gaza. Cuatro policías palestinos fueron muertos ayer y 33 civiles
fueron heridos, luego de que el Ejército israelí irrumpiera
en un campo de refugiados desde donde se había disparado contra
colonias judías.
El choque resaltó la política cada vez más activa
del alto mando israelí hacia el levantamiento y los tiroteos de
asentamientos judíos. Encontrando imposible detener a los francotiradores
palestinos sobre el terreno, el Ejército ha comenzado a atacar
a las personas que presume organizan esos ataques. Hay una sola
manera de poner fin a los disparos y ésa es golpear a quienes dirigen
los grupos que disparan, enfatizó el viceministro de Defensa,
Efraim Sneh. La última baja de esta política fue ayer un
miembro del brazo militar de la organización integrista Hamas,
baleado por soldados israelíes frente a su almacén en Hebrón.
Desde el domingo, los israelíes se habían anotado las muertes
de dos funcionarios del partido Fatah de Arafat y de un miembro del grupo
terrorista Jihad Islámica.
Pero es claro que el intento de decapitar la Intifada no será suficiente
y los militares israelíes están utilizando tácticas
mucho menos quirúrgicas. El combate ayer en el campo de refugiados
de Jan Yunis fue un buen ejemplo. Una loma en el perímetro fue
utilizada por francotiradores palestinos para tirotear el asentamiento
judío de Neve Dekalim. Esos ataques ya habrían herido a
dos israelíes. A la mañana de ayer topadoras del Ejército
penetraron en la zona (bajo control total palestino) escoltadas por tanques.
Los policías palestinos resistieron y los tanques abrieron fuego
con sus cañones. El saldo fueron cuatro policías muertos
(dos de ellos oficiales), 33 heridos, tres niños y varios de gravedad,
y una serie de viviendas demolidas.
En Israel, todo esto no hace más que reforzar la candidatura de
Benjamin Netanyahu para el cargo de primer ministro. Necesitamos
sobre todo seguridad, aunque sea a costa de la paz con los palestinos,
manifestó un miembro del Comité Central del Likud que asistió
a la consagración de Benjamin Netanyahu como candidato. Los vítores
que el ex premier recibió de los 400 miembros del comité
parecerían asegurar su victoria frente a su rival dentro del partido,
Ariel Sharon, en las internas que se celebrarán el martes.
La situación legal de Netanyahu es más complicada, sin embargo.
El no es diputado y la ley electoral afirma que solamente un diputado
puede presentarse a elecciones para premier. Ayer una mayoría aplastante
en el parlamento (Knesset) votó para modificar esa ley. Sin embargo,
eso no basta para Netanyahu. El no busca solamente el cargo de premier,
sino también la renovación del Knesset con una mayoría
aliada. Ya hay un proyecto de ley para elecciones generales, pero se estima
que el titular del parlamento, el laborista Avraham Burg, la pondrá
de lado en favor del proyecto que le permite a Netanyahu candidatearse,
frustrando irónicamente las ambiciones del ex premier.
SAVATER
DENUNCIO AL NACIONALISMO VASCO
Un premio Sajarov contra ETA
Por Sandro Pozzi
*
Desde
Estrasburgo
La organización por
la paz en el País Vasco ¡Basta Ya! pidió
ayer al Parlamento Europeo, durante la ceremonia de entrega del premio
Sajarov, que Europa siga ayudando al pueblo español y vasco a combatir
el terrorismo de ETA. El representante de este movimiento, el filósofo
Fernando Savater (amenazado de muerte por ETA), pronunció un discurso
ante el pleno de la Eurocámara en el que acusó al gobierno
nacionalista vasco del PNV (Partido Nacionalista Vasco) de haber favorecido
la violencia y la falta de libertades en el País Vasco. Los representantes
del PNV, EA (escisión del PNV) y BNG (Bloque Nacionalista Gallego)
abandonaron el hemiciclo durante la intervención de Savater y el
de Euskal Herritarrok (brazo político de ETA) no estuvo presente.
Savater fue recibido con una gran ovación. Les confieso que
formamos un conjunto un poco anárquico, reconoció
ante la Eurocámara. Savater explicó que el movimiento cívico
¡Basta Ya! moviliza a personas de distinto signo desde
hace un año para rechazar el terrorismo de ETA y para apoyar explícitamente
al Estado de Derecho español, amenazado por un proyecto totalitario
de secesión violenta. Cuando la democracia está
en peligro, los ciudadanos no pueden refugiarse en su anonimato y esperar
mansamente a que todo se resuelva en las altas esferas del poder político,
agregó. Hoy en el País Vasco no hay seguridad ni libertad
de expresión. Mucha gente se ve obligada a marcharse. Otros muchos
deben resignarse a vivir acompañados de escoltas o no pueden pasear
libremente con sus hijos por la calle o asistir sin todo tipo de precauciones
a los locales públicos. Reina el miedo, un miedo palpable en la
vida cotidiana que hace hablar en voz baja o disimular lo que se piensa,
como en los peores momentos de la dictadura franquista, indicó
el filósofo.
El representante de ¡Basta Ya! no se limitó sólo
a culpar a ETA de esta situación. Estamos convencidos de
que ETA no es un fenómeno aislado y que su perturbación
se debe al clima político del cual son responsables las autoridades
nacionalistas que gobiernan el país desde hace más de 20
años, declaró. Los etarras no son extraterrestres
llegados de otro planeta para hacer el mal sino jóvenes educados
en el fanatismo étnico, en el miedo a más de la mitad de
sus conciudadanos y a todo lo considerado español,
jóvenes a quienes se ha imbuido una historia distorsionada y una
antropología demencial que les hacen creerse víctimas y
les convierten así en verdugos, añadió. También
sostuvo que, al igual que la Guerra Civil Española, fue un adelanto
de lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial (una batalla entre
democracias y fascismos), añadiendo que la situación en
el País Vasco es un episodio que podría repetirse en Europa.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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