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APARECIO LA PRUEBA QUE VINCULA A MORRIS CON PAGOS DE LA SIDE
Aquel contrato de Santibañes

El juez Urso secuestró en la SIDE, la semana pasada, el contrato hecho a dos consultoras norteamericanas vinculadas a Dick Morris, asesor de De la Rúa, para pagar una campaña solicitada por el Gobierno. La denuncia había sido de Mattie Lolavar, ex socia de Morris y dueña de una de las empresas.

De Santibañes firmó el contrato.
Ahora, tiene un problema más.

Por Adriana Meyer

En la caja fuerte del juzgado federal 8 está guardado un sobre que ya produce palpitaciones en el corazón del Poder Ejecutivo. El jueves 7, el juez Jorge Urso secuestró en la SIDE el contrato firmado entre esa secretaría y dos consultoras norteamericanas, una de ellas propiedad de Mattie Lolavar, ex socia de Dick Morris, el consejero estrella del presidente Fernando de la Rúa. El documento que ahora está en poder de la Justicia establece que Morris y Lolavar desplegarían una campaña para modificar la imagen negativa de la administración aliancista, a cambio de 1.600.000 dólares y 25 mil dólares mensuales, respectivamente. El contrato, que estaba en el despacho del secretario de Inteligencia, Carlos Becerra, se transformó en la prueba principal de la causa en la que el presidente De la Rúa y su amigo y ex secretario de inteligencia, Fernando de Santibañes –a cargo de la SIDE cuando se firmó–, figuran como imputados, aunque no procesados, de malversación de caudales públicos. Ambos podrían ser convocados a dar explicaciones, aunque no en lo inmediato.
Si bien en el juzgado se negaron a confirmar o desmentir el resultado del allanamiento, Página/12 pudo saber que hace una semana el magistrado salió del edificio de la SIDE, en 25 de Mayo 11, con el contrato bajo el brazo. Antes de solicitar ese procedimiento, los fiscales federales Oscar Amirante y Guillermo Marijuan preguntaron sobre la existencia del contrato a la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia. Los funcionarios respondieron que no tenían ninguna información.
Por orden de Urso, la división Delitos Federales de la Policía Federal había concurrido primero a la Secretaría General de la Presidencia para “solicitar documentación”. En la Rosada el resultado fue negativo. Los uniformados se dirigieron a la SIDE, donde reconocieron que tenían el documento pero se negaron a entregarlo. El director de Asuntos Jurídicos del organismo, Gabriel Presa, adujo que no podía hacerlo porque hubiera violado leyes secretas. Urso evaluó la posibilidad de detenerlo por “desobediencia” pero finalmente optó por trasladarse hasta la sede de los espías.
Lo que buscaba estaba guardado en el despacho que había habitado De Santibañes. El actual jefe de la SIDE, Carlos Becerra, también ofreció cierta resistencia a entregar el documento argumentando que carecía de autorización para hacerlo. “No vine a pedirlo sino a secuestrarlo y tengo las facultades necesarias para lograrlo si alguien me lo impide”, dicen que respondió el juez. A continuación sus secretarios sacaron copias de las tres hojas del contrato, que lleva la firma de De Santibañes, las certificaron y se las llevaron. El original quedó en la SIDE.
Los investigadores del caso necesitan encontrar ahora los recibos de los pagos a Morris, Ikon y Lolavar, además de las constancias de la salida de ese dinero en los libros contables de la SIDE. Y estarían interesados en contar con el testimonio de Lolavar (ver página 2). Mientras tanto, los fiscales preparan el pedido de nuevas medidas. Una fuente cercana al caso confió a Página/12 que los imputados De la Rúa y De Santibañes “tendrán que dar explicaciones”, pero enfatizó que “todavía no es el momento, necesitamos algunos elementos más”.
Becerra había sido citado por Urso para ser interrogado ayer como testigo, pero no concurrió y pidió una postergación. El juez quiere saber si el secretario de Inteligencia encontró irregularidades en las cuentas de la SIDE y le pidió “un pormenorizado informe acerca de las pautas utilizadas en los registros contables y en los movimientos de fondos bancarios” del organismo a su cargo. Esto ocurrirá en la causa que investiga la presunta malversación de fondos que habría cometido De Santibañes a la luz de un informe de la SIGEN. El ente que conduce Rafael Bielsa descubrió que la SIDE reportó 22 millones 300 mil pesos como gastados cuando, en realidad, estaban depositados en una de las tres cuentas que tiene en el Banco Nación. Sin embargo, Becerra –que cuando se firmó el contrato con los norteamericanos era secretario general de la Presidencia– también podría ser interrogado en el caso Lolavar.

 

Claves

El juez Urso secuestró la semana pasada en la SIDE un contrato entre ese organismo y dos consultoras norteamericanas, IKON y Triumph.
Las empresas debían hacer una campaña para mejorar la imagen del Gobierno. Detrás de ellas están Mattie Lolavar y Dick Morris, asesor estrella del presidente Fernando de la Rúa.
Triumph pertenece a Lolavar, quien fue convocada por Morris para realizar la campaña solicitada por el gobierno argentino.
La empresaria norteamericana, luego de romper relaciones con Morris, denunció públicamente que les estaban pagando con fondos del Estado argentino.
El contrato fue firmado por Fernando de Santibañes –cuando era jefe de la SIDE– como representante del Gobierno.
Lolavar sostiene que el asesor estrella cobró un millón 600 mil dólares, y que ella recibía 25 mil dólares mensuales.
Antes del allanamiento, el Gobierno había negado la existencia del contrato de marras.
De Santibañes y De la Rúa podrían ser citados para dar explicaciones.

 

MATTIE LOLAVAR, EX SOCIA DE MORRIS
“Otros ministros iban a firmar contratos con Dick”

Por A.M.

“Nunca entendí por qué no encontraron el dinero que cobramos nosotros, los norteamericanos, si estaban mirando todas estas cuentas (de la SIDE).” Mattie Lolavar, 35 años, experta en imagen y comunicación, fue convocada por Dick Morris y en junio firmó un contrato con la Secretaría de Inteligencia del Estado para hacer una campaña que destacara los logros del Gobierno, pero renunció tres meses después. En los turbulentos días de agosto, mientras comenzaba a desatarse el escándalo de los sobornos en el Senado, Lolavar pasó una semana en la Argentina. “Espero poder trabajar algún día allí porque es un país culto, bello, rico y sofisticado, pero por alguna razón no puede ponerse de pie”, comentó. Mientras se prepara para trabajar en Rumania, ahora compitiendo contra Morris, conversó con Página/12 desde su casa en Virginia y explicó los pormenores de la firma de un contrato que presupone malversación de fondos públicos.
–¿Cuándo y cómo empezó a trabajar para el gobierno argentino?
–Mi primer contacto fue en Nueva York, a través de Dick Morris, cuando De la Rúa vino a los Estados Unidos, en junio. No conocía a Morris, la primera vez que lo vi fue cuando me llamaron para hacer este trabajo. Tenía referencias sobre él pero nunca habíamos compartido negocios y ni siquiera nos habíamos visto en algún evento social.
–¿Por qué Morris la convocó en lugar de hacer el trabajo él solo?
–Dick prefiere evitar la exposición pública. Considero que es una decisión correcta. Creo que no era una posición cómoda para él.
–¿Cuánto le pagó el gobierno argentino?
–En junio se firmó el acuerdo con IKON y me contrataron a mí por 25 mil dólares. El resto dependía de la calidad de mi trabajo. Y en agosto firmamos un contrato por un año. A través de IKON recibí 65 mil dólares. Una copia del contrato está en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos porque controlan qué tipo de dinero ingresa al país.
–¿El contrato se firmó entre su empresa, IKON y la SIDE?
–Así es. El contrato está firmado por De Santibañes, a quien conocí en agosto en Nueva York. Me pareció extraño que me estuviera pagando la SIDE. Es como si a un argentino que viene a hacer mi trabajo aquí le pagara la CIA. Lo que yo hago tiene que ver con la comunicación, así que era más lógico que me contratara el Departamento de Prensa o algo similar.
–Morris la desmintió. Negó haber cobrado dinero de la SIDE.
–Lo sé, pero en nuestra correspondencia electrónica consta su preocupación por este contrato de 1 millón 600 mil dólares. De esa cifra dice que sólo 500 mil son para mí. Entonces, ¿adónde fue el resto del dinero? Tengo innumerables e-mails, entre Dick, yo y algunos miembros de la familia de De Santibañes que reflejan las negociaciones de este contrato. Cuando este asunto se conoció públicamente, Dick amenazó con hacerme juicio. Se suponía que mi contrato era por un millón de dólares, el de IKON por dos millones, y el de Dick por dos millones. Pero de mi millón de dólares, yo tenía que pagarle a Dick 500 mil.
–¿Es cierto que el contrato salió del fax de Vote.com, que es la empresa de Morris en Nueva York, hacia el de IKON?
–Sí, y esto significa que lo arregló él mismo. No fue muy astuto de su parte enviar algo que podía transformarse en evidencia. Pero quiero que quede claro: entiendo que a Dick no le pagaron durante la campaña electoral, el gobierno no hizo nada malo, muchos gobiernos contratan a consultores. A veces necesitan ayuda para hacer lobby en Estados Unidos o con la prensa. Y la Argentina ha tenido muchos problemas con la prensa, con los temas sociales y económicos, y con los periodistas informando sobre ellos. IKON es muy bueno haciendo lobby, han sido clientes míos. Creo que lo que falló es que no éramos conscientes de la agenda, estaban sucediendo cosas de las que no éramos conscientes.
–¿Puede precisar cuál fue el error?
–Creo que era una buena idea con el equipo equivocado. Algunos países ven a los Estados Unidos como el modelo de la democracia, lo que obviamente no somos ahora. Hay gente que se presenta en televisión como experta y usa a esos países como campo de entrenamiento para hacer dinero. Dick no ha trabajado en ninguna elección aquí en Estados Unidos, nadie lo contrata. Yo sigo teniendo clientes y trabajo. Es claro que no alcanzás la posición que logró él si no tenés algo de inteligencia y astucia. Sin embargo, su necesidad de poder interfiere en el cuidado de los intereses de su cliente. Todos somos gente de negocios y queremos que nos vaya bien, pero cuando lo único que te importa es tu cuenta bancaria, no te importa si estás afectando el presupuesto de un gobierno que está padeciendo terribles problemas económicos, y creés que simplemente abandonarás el país dejando al lío detrás, considero que realmente sos un irresponsable.
–¿Cuál es la relación entre su empresa (Triumph Communications Group), IKON y la SIDE?
–Cuando obtuvieron el contrato del gobierno argentino me llamaron para hacer el trabajo de comunicación y publicidad. IKON fue cliente mío en emprendimientos políticos o corporativos. Pensé que esto sería una relación de negocios normal, pero a medida que corría el tiempo había cada vez más cosas que me preocupaban. Después de leer tu artículo la semana pasada sobre el allanamiento a la SIDE me inclino a pensar que había más de lo que suponía. Siempre sentí que no conocía toda la historia. Había otros precedentes muy peligrosos. No voy a hacer nombres pero había otros ministros que iban a firmar contratos millonarios que Dick manejaría.
–¿A qué se refiere?
–Por ahora no puedo profundizar esto.
–¿Y cuál es la relación entre IKON y Morris?
–Realmente no lo sé. Se conocían desde hace varios años. Morris dijo a la prensa argentina que era amigo de la gente de IKON. Roger (Stone, consultor de IKON) me llamó y me dijo que realmente no sabía por qué Morris estaba diciendo eso si ellos no eran amigos.
–Este caso está vinculado al de los sobornos en el Senado.
–Estaba en la Argentina cuando De Santibañes compareció como testigo, y un día antes Dick y yo lo estuvimos ayudando. Dick no pasa demasiado tiempo en la Argentina pero un diario informó que esa semana, la última de agosto, se quedó en el departamento de De Santibañes porque el Gobierno quería ahorrar dinero. ¡Ese comentario ya es admitir que le estaban pagando! Es normal que si a uno lo contratan le paguen. Pero si el gobierno de De la Rúa quisiera manejar bien este escándalo debería admitir ‘sí, contratamos a esta gente porque estábamos preocupados por tales y cuales asuntos, y lo hicimos porque necesitábamos ayuda’.
–Usted dijo que después de ver tanta pobreza en Argentina sintió que le estaba tomando la leche al gato.
–Absolutamente. Pero lo peor es que no están atendiendo al problema.
–¿Usted se peleó con Morris? ¿Por qué renunció?
–Hay tres razones distintas. La primera es algo que quizá deba explicar algún día pero no ahora, es algo que sé que saben De la Rúa, (Carlos) Menem y la SIDE. Pero es un asunto extremadamente delicado. Me alejé por mi propia protección, pero además no podía, sin saber claramente cuál era la agenda política y cuál era mi misión, seguir recibiendo tal cantidad de dinero. En tercer lugar, era un verdadero problema continuar asociada a Dick porque a la larga iba a perjudicar mi carrera profesional, incluso en la Argentina. No sé si alguna vez trabajaré de nuevo en su país, espero hacerlo porque tengo fuertes convicciones sobre lo que debe hacerse. Creo que lo más importante fue esto: estaba ocurriendo el escándalo de los sobornos en el Senado, se pugnaba por revelar las cuentas de la SIDE y fueron reveladas. Nunca entendí por qué si estaban mirando todas estas cuentas no encontraron el dinero que cobramos nosotros, los norteamericanos. De la Rúa dijo que iban a revelar todas las cuentas, que los jueces podrían estudiarlas. Bueno, naturalmente si se investigó cómola SIDE gastó el dinero, los norteamericanos habrían aparecido. Y esto no ocurrió. A mí me preocupaba ser una norteamericana que estaba respondiendo a una unidad de inteligencia. Además, estaba preocupada por los sobornos en el Senado. No sé lo que sucedió, simplemente supe que no quería seguir metida en esa situación, era demasiado riesgoso.
–¿Por qué no renunció inmediatamente?
–En principio creía que De la Rúa estaba realmente en peligro. Renuncié en septiembre pero tenía que seguir trabajando por dos meses más. Me pareció un desafío interesante tratar de cambiar esa imagen negativa. Cuando se conoció la denuncia pública sobre el asunto el gobierno argentino me contactó. Estaban preocupados de que estuviera enojada por algún motivo con ellos.
–Sin embargo, usted recibió un mensaje por correo electrónico de Sebastián Curet (ex asistente de De Santibañes y actual colaborador de Darío Richarte, segundo de la SIDE) que le recriminaba haber divulgado asuntos secretos.
–Esto se relaciona con ese asunto que dije que era muy delicado. Es una situación que creo podría ser muy explosiva, que me podría mantener despierta durante muchas noches. ¿Cómo es posible que alguien tuviera tanto control o quisiera ejercerlo intentando tomar decisiones sin que De la Rúa lo supiera? Para los argentinos es un problema muy serio.
–¿De la Rúa estuvo al tanto de toda esta situación?
–Supongo que sí. Lo vi brevemente en la residencia de Olivos cuando estuve en Buenos Aires y creo que sabía cuál era mi trabajo y mi papel. Yo había ido para encontrarme con Antonio (De la Rúa).

 

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