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CHACHO PRESIDE EL PLENARIO DEL FRENTE GRANDE
La hora de conducir la tropa

Será la segunda etapa del regreso de Chacho a la escena pública tras las declaraciones de esta semana. Se espera un discurso crítico del gobierno pero ratificatorio de la voluntad aliancista.

Carlos “Chacho” Alvarez está convencido de que el Frepaso debe mantener su perfil propio.

Por Eduardo Tagliaferro

Hoy, cuando asuma “el timón” del Frente Grande y conduzca el plenario federal de la agrupación, se completará la segunda etapa del regreso de Carlos “Chacho” Alvarez. Según afirma el ex vice, el destino de su fuerza está atado a la suerte que corra el gobierno nacional, ya que la ruptura de la Alianza sólo facilitará el triunfo de “quienes gobernaron durante los últimos diez años”. Uno de los dilemas que tendrá el Plenario es si las voces “rebeldes” serán capaces de exponer sus críticas ante el “carismático” líder frentista. La otra pata de la estrategia chachista, el Movimiento de Participación Ciudadana, continuaría desarrollándose el próximo sábado, cuando un grupo de sus seguidores sean convocados a una nueva reunión con Alvarez.
Los miembros de la mesa federal frentista, integrada por los titulares del frente en cada distrito electoral, se reunirán a primera hora de la mañana y, luego de un desayuno de trabajo, se trasladaran a la Fundación Apertura para reunirse con la mesa nacional. Ahí Chacho Alvarez abrirá el encuentro.
“Cuando Chacho le reclama al Gobierno un nuevo rumbo político, no hace más que escuchar el reclamo de todos los frentistas”, dice un dirigente que suele compartir el punto de vista de los denominados rebeldes. El ex vice arrebató las banderas de los dirigentes críticos al ponerse a la cabeza de la oposición a la reforma previsional.
“Nos están apretando”, solía comentar Alvarez a sus colaboradores, cada vez que algunos miembros del equipo económico sostenía que el rechazo a la reforma del sistema jubilatorio podía poner en jaque el megapréstamo del FMI, conocido como el “blindaje financiero”.
“No vamos a licuar nuestro capital político” es, según Alvarez, una idea que, a esta altura, los miembros del Fondo tendrían que haber comprendido. Si no lo hicieron es, para los allegados al ex vice, porque el Gobierno no tuvo una actitud de fortaleza frente a los negociadores internacionales.
Al margen de las críticas que en las cercanías de Chacho se realizan al primer año de gobierno aliancista, comparten con su jefe la idea de que “hay una nueva oportunidad”. Para que no sea desaprovechada, Alvarez está reclamando un nuevo estilo de gobierno y una nueva política. “Hasta este momento, la gente siente al Gobierno como un adversario”, suele repetir Chacho en las largas reuniones que mantiene con sus seguidores en la Casa del Frente.
La presencia de Alvarez fue recibida con júbilo por los principales referentes aliancistas. “Sin él, era imposible dinamizar la política de la Alianza y producir cambios en el rumbo del gobierno”, afirman en el entorno del titular del radicalismo, Raúl Alfonsín. “Sin Alvarez no había Alianza”, comentaron a este diario hombres cercanos a Alfonsín, recordando la importancia que tiene para una coalición la presencia del principal referente de uno de los dos partidos que le dan vida. Así como la Alianza sin Alvarez era débil, sin el Frente Grande, Chacho pierde la única base institucional y formal sobre la que se proyecta al mundo político.
Conducir un partido de gobierno exige cualidades muy distintas a las que requiere manejarse en la oposición. Este principio general es especialmente válido en el caso del Frepaso, socio minoritario de una coalición en la que, según la mayoría de sus principales dirigentes, no han podido imponer su línea política. Carencia que se agrava porque, en los espacios en que les ha tocado gobernar, los frepasistas dejaron una impronta muy distante de sus postulados políticos de “transparencia” y “eficiencia”. Parte de estas cuestiones estarán en debate en el plenario de hoy, luego de que Chacho concluya su, todos descuentan, larga exposición inaugural.

 


 

EL BLOQUE DE DIPUTADOS DISCUTE ESTRATEGIAS
El difícil arte de bancar al jefe

Por Felipe Yapur

Una sensación de incertidumbre generalizada invade al bloque de diputados del Frepaso. En su gran mayoría coinciden con las bondades de la propuesta realizada por su líder, Carlos “Chacho” Alvarez. Sin embargo, muchos destacan con preocupación la ausencia de una alternativa ante un posible rechazo o indiferencia del Ejecutivo nacional hacia el plan de Chacho: “No tenemos el plan B”, grafica el diputado Eduardo Macaluse, aunque aclara que ello no significa que se deje al Frepaso frente a un escenario rupturista. Pero su opinión no es generalizada: otros miembros de la bancada son más apocalíticos al señalar que, si Fernando de la Rúa no acepta la propuesta, “no nos deja otro camino que la fractura de la Alianza”.
La visión terminal de la coalición gobernante que promueven algunos miembros del bloque –algunos de ellos militan en el sector rebelde– genera a su vez una incógnita que los desvela: “¿Si se rompe la Alianza, adónde vamos?”. Algunos diputados creen –aunque sin mucha convicción– que la aparición del Polo Social conducido por el sacerdote Luis Farinello podría convertirse en una alternativa. Los detractores de esta posibilidad –entre los que se encuentran oficialistas y rebeldes– dicen que es una salida “cómoda” y hasta “irresponsable”. Para justificarla argumentan que “si somos gobierno debemos pelear por corregir el rumbo”.
Hoy por hoy, la pelea para las autoridades del bloque está en forzar la aplicación de las propuestas de Alvarez y descuentan que el Gobierno terminará por aplicar algunas de ellas. Este optimismo –que para algunos roza con lo utópico– no convence a la totalidad de los miembros del bloque. La legisladora María América González, para justificar su escepticismo, recordó el miércoles durante la reunión de bloque su conversación De la Rúa cuando éste pensaba firmar un decreto de necesidad y urgencia que modificaba el sistema previsional: “Escuchó con atención mis objeciones, me las agradeció, dijo que iba a estudiarlas y terminó mandando igual el proyecto de ley a pesar de las críticas”. Nadie, ni siquiera la conducción del bloque, la desmintió.
“Es aquí donde surge la necesidad de que el Frepaso tenga un plan B”, dice Macaluse y agrega que “no sabemos si existe”. Entonces, la expectativa de Macaluse y otros tantos legisladores está centrada en el encuentro del Frente Grande anunciado para hoy. “Tal vez Chacho devele allí su estrategia”, dice el diputado bonaerense.
Otro tema que pone nerviosos a los legisladores frepasistas es la versión sobre la supuesta incorporación de Domingo Cavallo al gabinete nacional. Si bien en general todos coinciden en rechazar la presencia del titular de Acción por la República en el Gobierno por considerarlo “el responsable del modelo de exclusión que vive la Argentina”, algunos -incluidos miembros de la conducción del bloque– han comenzado a deslizar (tímidamente por ahora) el siguiente justificativo: “La Alianza necesita con urgencia un shock de confianza. Ni (José Luis) Machinea ni (Ricardo) López Murphy están en condiciones de lograrlo. El único que puede hacerlo, mal que nos pese, es Cavallo”. El argumento golpeó duro en varios integrantes de la bancada y sostienen que similar sensación provoca entre sus colegas radicales.
Los diputados aseguran que oficialmente los hombres más cercanos a Chacho dicen que éste “rechaza esa posibilidad”. El problema es que no lo saben por boca del propio Alvarez. El vicepresidente del bloque, José Vitar, se comprometió a promover una reunión con el líder frepasista. Por ahora la promesa logró descomprimir la tensión.

 

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