Por Santiago Rodríguez
La cena de fin de año
del Frente Grande porteño no será como las anteriores: los
referentes de las principales líneas internas del partido en el
distrito se comprometieron esta vez a garantizar la mayor de las convocatorias
para consolidar la figura de Aníbal Ibarra y su gestión
en la ciudad de Buenos Aires. Protagonista central de la noche, el jefe
de Gobierno reivindicará una vez más a la política
como herramienta de transformación social. Creo que la ética
y la política pueden ir de la mano, lo escucharán
decir unos 3000 dirigentes y militantes frentistas según
anticipan los organizadores de la cena; entre ellos Carlos Chacho
Alvarez, si es que acepta la invitación que le cursaron.
Ibarra es hoy en día la figura más importante del Frepaso
después de Alvarez. La cena que lo tendrá como protagonista
será justo unas horas después del Plenario Federal del Frente
Grande, que convocó Chacho para bajarles línea a dirigentes
de esa fuerza de todo el país (ver página 5).
Cena de fin de año hubo siempre; las características
distintas se las da lo que pasa afuera, aclaró a Página/12
un frentista porteño cercano a Ibarra, interesado en que no quedaran
dudas de que el encuentro convocado a las 9 de la noche en el Club Deportivo
Español, en Lacarra y Santiago de Compostela, no debe ser interpretado
como un desafío al liderazgo de Alvarez.
Chacho está invitado y todos coinciden en que tiene que volver
al ruedo y jugar su rol de jefe de la fuerza; nadie está esperando
que el prócer se muera, sino que vuelva, destacó otro
hombre vinculado a la organización de la cena, quien consideró
que se equivocan aquellos que hablan de disputas entre Ibarra y Alvarez.
Lo que pasa razonó es que si el referente natural
no está, si no hay nadie que cubra su espacio, alguien lo va a
cubrir.
Sin embargo, son esos mismos frentistas que rodean al jefe de Gobierno
porteño los que largan frases como la diferencia entre Ibarra
y Alvarez, porque ninguno de los dos construye hacia adentro del partido,
es que Aníbal deja construir a los que están a su alrededor
y Chacho, no.
La mayoría del Frente Grande porteño se divide en tres grandes
líneas: una que conduce Ariel Schifrin, otra liderada por Raúl
Fernández y los chachistas, con Darío Alessandro y Abel
Fatala a la cabeza. El referente de la minoría es Eduardo Jozami.
Así como con los radicales en el marco de la Alianza, Ibarra ha
integrado a su gestión a todos los sectores de frentistas, cuyos
referentes coincidieron en que la cena de fin de año era una buena
oportunidad para consolidar la figura del jefe de Gobierno.
Cierto también es que cuando la crisis del Senado llevó
a Alvarez y Fernando de la Rúa a entrar en un diálogo de
sordos, Ibarra se permitió discrepar con ambos y advirtió
que no era momento de peleas, sino de fortalecer la Alianza. Después
de la renuncia de Chacho a la vicepresidencia, Ibarra se convirtió
en uno de los principales defensores de la continuidad de la coalición
y más tarde afirmó que no admitía la imposibilidad
de reconciliar la ética con la política frente al
anuncio del líder del Frepaso sobre su decisión de formar
un movimiento social.
Desde entonces, Ibarra ha vuelto a insistir con ese concepto y esta noche
lo hará una vez más. El jefe de Gobierno hablará
después de Darío Alessandro. Hasta anoche estaba previsto
que en su condición de jefe del partido en el distrito, el titular
del bloque de diputados de la Alianza fuera el único en hablar
además de Ibarra.
De todos modos, el asunto de los oradores siempre se termina de
resolver media hora antes, comentó un dirigente habituado
a la mecánica de los actos partidarios. El asunto es que si se
amplía la lista, hay que anotar a un hombre de cada sector para
que nadie se sienta perjudicado. Entre los invitados importantes figura,
además de Alvarez, la ministra Graciela Fernández Meijide.
Ibarra también se pronunciará a favor de seguir incorporando
a sectores independientes a la política y destacará que
en el único distrito que gobierna, el Frente Grande está
cumpliendo sus compromisos electorales. Mencionará, entre otras
cosas, la iniciativa de las escuelas bilingües, el Pase Maestro,
las facilidades que el Banco Ciudad estableció para las pymes y
hará particular hincapié en su plan para desarrollar el
sur de la ciudad. Por eso, la cena se realizará en esa zona.
GUSTAVO
BELIZ COMPARA A IBARRA CON DE LA RUA
Tan lento como su antecesor
El jefe de Nueva Dirigencia,
Gustavo Beliz, criticó la gestión de Aníbal Ibarra
y comparó su lentitud con la del presidente Fernando de la Rúa.
Uno de los ejemplos más notables de la falta de acción
del jefe de Gobierno de la ciudad consiste en la increíble demora
para reglamentar un conjunto de leyes que resultan de suma importancia
para todos los vecinos porteños, señaló el
ex ministro del Interior.
Las críticas de Beliz vienen a cuento de una investigación
sobre las leyes sancionadas por la Legislatura porteña y que todavía
no fueron reglamentadas por Ibarra que realizó El observatorio
Urbano, el centro de estudios del que se nutre Nueva Dirigencia.
Continuando con la morosidad de su antecesor, Ibarra aún
no ha reglamentado cuestiones legislativas básicas que contribuirían
a poner en marcha mecanismos de mejora para la calidad de vida de los
habitantes de Buenos Aires. Meses y en algunos casos años de demora
conspiran contra derechos que han sido consagrados en el papel, pero que
son negados en la realidad, destacó Beliz.
El relevamiento realizado por los equipos de trabajo de Nueva Dirigencia
consiste en un análisis de las leyes sin reglamentar y la incidencia
que tendrían en caso de que lo estuvieran. Entre los ejemplos que
se citan en el informe, figura que a pesar de tener una Ley Básica
de Empleo Público, Buenos Aires no conoce cuál es el número
exacto de personal trabajando en el gobierno, ni implementó una
carrera administrativa para jerarquizarlo. El informe destaca también
que a raíz de la falta de reglamentación de la Ley de Seguridad
Privada no puso en marcha ningún mecanismo de control administrativo
sobre los más de 40.000 policías privados que trabajan en
su territorio y que tampoco se implementaron ninguna de las
políticas de carrera médica que indica la Ley Básica
de Salud por el mismo motivo. Además, consigna que al no estar
reglamentada la Ley de Información Ambiental no se informa
a los ciudadanos sobre los estándares ecológicos mínimos
que se producen en la ciudad.
Beliz advirtió que no reglamentar una ley implica, en muchos
de los casos, la imposibilidad de ejecutar las medidas que, sancionadas
democráticamente, permiten resolver problemáticas específicas
y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
OPINION
Por Vilma Ripoll *
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Mucho más de
un año
Hace pocos días se cumplió un año desde que
asumió el Gobierno. Pero en términos políticos,
ha transcurrido mucho más. Así lo siente el país
entero. Son millones los que dicen: De la Rúa no llega...
El balance es abrumador: más desocupación, más
miseria, cuatro muertos por la represión y más deuda
externa, ahora blindada. El parazo mostró un
repudio generalizado a semejante modelo. Pero el Gobierno insiste:
reforma previsional y encima, boletazo. Y ante la bronca popular,
Moyano hizo una marcha el 13; Daer va a hacer otra el 19 y De Gennaro
mira para otro lado... Así no sirve. Para derrotar este ajuste
hace falta un plan de lucha unificado. ¡Necesitamos unidad!
En derechos humanos la situación es tan grave como en lo
económico. Los genocidas siguen sueltos, o a lo sumo en prisión
domiciliaria trucha. En cambio siguen en la cárcel tanto
Castells y Alí quien inició una huelga de hambre
como los presos de Tablada. El Gobierno es responsable de sus vidas
y debe hacerse cargo. En cuanto a nosotros, la militancia de izquierda
y de derechos humanos, es preciso superar divisiones como las que
se vieron en la Marcha de la Resistencia. Hay condiciones para hacer
una gran movilización el 24 de marzo. Pero para que sea poderosa,
tiene que ser unificada. ¡Aquí también necesitamos
unidad!
Por último, a sólo un año de gobierno, millones
están constatando el fracaso de esta Alianza comandada por
la UCR. Como el PJ y como Cavallo, manchas más, manchas menos,
son todos mandaderos del FMI. Y muchos perciben también que
aunque Chacho Alvarez prepare papers o Ibarra hable de luces
y sombras la centroizquierda terminó resultando
un engaño, una frustración más. De allí
que surja con fuerza la necesidad de algo nuevo, de una nueva salida
política ante todo esto que no va más. ¡Y aquí
también necesitamos unidad!
Por todo lo dicho, me parece importante reflexionar sobre esta profunda
necesidad de unidad. Nosotros, desde el MST e Izquierda Unida, la
entendemos como unidad de los trabajadores y la izquierda, unidad
de los luchadores. Creemos que hace falta unidad para impulsar un
plan de lucha contra el boletazo, por derrotar este modelo e imponer
otro que empiece por el no pago de la deuda externa. Unidad para
lograr una gran marcha el 24 de marzo. Y unidad, en definitiva,
para construir una nueva alternativa política de los trabajadores
y el pueblo.
* Diputada de la Ciudad (MST-Izquierda Unida).
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