Los representantes de la Iglesia
se inclinaron por el silencio después del encuentro que mantuvieron
el martes con el presidente Fernando de la Rúa. Incluso ayer se
suspendió el habitual informe a la prensa que los prelados brindan
al cierre de la reuniones de la Comisión Permanente del Episcopado
que preside monseñor Estanislao Karlic. Preferimos evitar
polémicas con el Gobierno, aseguró un vocero eclesiástico
al explicar la escurridiza actitud de los pastores que prefieren no entrar
en contradicción con los funcionarios de la Alianza en torno de
los temas que se conversaron en la intimidad del despacho presidencial.
De todos modos, los obispos dejaron trascender su enorme inquietud
por la crisis social y moral que sacude a los argentinos.
Lo dicho, dicho está. No queda más tela por cortar,
sólo resta que tengan en cuenta nuestro diagnóstico social,
sentenció un vocero de la Iglesia al justificar el silencio de
sus representantes.
Ayer, al cabo de dos días de deliberaciones en la sede del Episcopado,
la veintena de prelados que se retiraba de la reunión optó
por no hacer declaraciones ni comentarios sobre las conclusiones a las
que llegaron los obispos después de su encuentro con De la Rúa.
Tampoco se informó si la comisión incluyó en sus
deliberaciones el intercambio de opiniones que se suscitó entre
el vocero presidencial, Ricardo Ostuni, y el secretario ejecutivo de la
Pastoral Social, el laico Guillermo García Caliendo, por el rol
que debe jugar el organismo liderado por el cardenal Raúl Primatesta
en la conformación de una mesa del consenso multisectorial para
ofrecer alternativas al modelo económico vigente.
Los pastores no querían entrar en polémicas sin sentido
en cuanto a lo conversado el pasado martes con el Presidente y su entorno
en la Casa Rosada, señalaron fuentes de la Iglesia después
de que el Gobierno salió a negar que la cúpula del Episcopado
haya solicitado mayor acción oficial para revertir la crítica
situación social que vive el país.
De todos modos, según los mismos voceros, persiste entre los obispos
una enorme inquietud por el drama de la desocupación
y la exclusión social que padecen millones de argentinos, como
así también por la falta de sanciones ejemplificadoras
a hechos de corrupción que oportunamente sacudieron a la opinión
pública y hoy parecen olvidados, en clara alusión
al escándalo de coimas en el Senado.
Oficialmente se informó que durante los dos días de trabajo
de la Comisión Permanente, los prelados se dedicaron a evaluar
distintas propuestas para llevar a la práctica el documento La
buena noticia de la vida humana y el valor de la sexualidad, con
el objetivo de contrarrestar cierta ideología antinatalista
y proabortista que según dicen subayce en los
proyectos parlamentarios de salud reproductiva que hoy se estudian a nivel
nacional y provincial.
También analizaron los resultados de las encuestas diocesanas para
actualizar las Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización,
que ya tienen una década de existencia y el proyecto para mantener
vivo el espíritu del Jubileo el próximo año.
Esperamos que hayan sabido escuchar nuestra preocupación,
fue la única y lacónica respuesta que se escuchó
por parte de las máximas autoridades de la Curia.
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