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EL SENADO POSTERGARIA EL ASCENSO DE TRES OFICIALES
Suspenso para tres militares

De la lista enviada por el ministro de Defensa, el Senado se tomaría más tiempo para investigar los antecedentes de Casela, Moschino y Vaquero. La Apdh aportó datos a los legisladores.

El ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, defendió el honor de los uniformados.

Por Victoria Ginzberg

Con los datos reunidos hasta ahora a través de los informes de la Subsecretaría de Derechos Humanos, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), los miembros de la Comisión de Acuerdos del Senado habrían decidido postergar los ascensos de los tenientes coroneles Virgilio Alberto Moschino, Oscar Alfonso Vaquero y Hugo Carlos Casela. Si no se conocen nuevos cuestionamientos a los militares incluidos en la lista enviada por el Ministerio de Defensa, el miércoles los senadores darán el visto bueno al resto de los pliegos, incluidos los de cinco carapintadas y un coronel vinculado con la manipulación de la investigación del asesinato del conscripto Omar Carrasco. El ministro Ricardo López Murphy volvió a defender a sus soldados y calificó de “serio, metódico, profundo, meticuloso y responsable” el trabajo de selección de los oficiales merecedores de ascender en las Fuerzas Armadas.
Los senadores de la Comisión de Acuerdos recibieron ayer a los representantes de la APDH Alfredo Bravo, Adolfo Gass y Sergio Di Gioia, que les plantearon cuestionamientos similares a los que realizó el miércoles el CELS. Así, reclamaron que no sean promovidos Vaquero, Moschino y Casela por su participación en la represión ilegal y Jorge Ramón Cáceres, Luis Alejandro Candia, Daniel Atilio Oneto, Jorge Raúl Daura y Emilio Daniel Terán por haber intervenido en el alzamiento carapintada de Semana Santa de 1987, encabezada por Aldo Rico. También impugnaron el ascenso del coronel Daniel Manuel Reimundes, quien monitoreó para el Ejército la investigación del asesinato del soldado Carrasco.
Los miembros de la APDH expresaron que tenían reparos en presentarse ante la Comisión, ya que el año pasado sus reclamos fueron desoídos y en marzo de este año fueron ascendidos seis oficiales del Ejército y uno de la Marina que estaban seriamente comprometidos en violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.
Durante la reunión, el senador Augusto Alasino trató de separar la situación de las personas cuestionadas por su actuación durante el terrorismo de Estado de los carapintadas. Pero la APDH le recordó que el alzamiento de Semana Santa fue realizado para garantizar la impunidad de los crímenes cometidos durante la dictadura.
De todas formas, los miembros de la Comisión legislativa habrían llegado a un principio de acuerdo para elevar al pleno de la Cámara los pliegos de todos los militares menos los de Moschino, Vaquero y Casela. Sin embargo, la situación podría cambiar si hay nuevas revelaciones en el informe complementario del CELS que los senadores recibirán la semana que viene.
Sobre las impugnaciones a los carapintadas, los legisladores adoptarían una posición similar a la que se oyó ayer desde el Edificio Libertador. “Quienes tuvieron participación activa en el alzamiento fueron expulsados de la fuerza. Hubo personas a las que se les aplicaron sólo sanciones disciplinarias porque se consideró que no habían cometido delitos que pusieran en riesgo el orden constitucional; y esas sanciones no pueden ser un obstáculo para sus carreras”, consideraron los uniformados. Los hombres de Ricardo Brinzoni argumentaron que ninguno de los militares cuestionados por los organismos de derechos humanos fueron penalizados por intervenir en el alzamiento carapintada. Sin embargo, deslizaron que Oneto y Daura “pudieron haber participado, pero tenían un grado menor y estaban bajo la orden de Aldo Rico”.
El ministro de Defensa defendió ayer el discurso que realizó el martes en el colegio militar, donde arengó a los jóvenes oficiales para que se defiendan de las “calumnias” que supuestamente representarían las acusaciones a los militares que cometieron crímenes aberrantes.
El ministro aseguró que las Fuerzas Armadas promueven “a los mejores oficiales” y que la tarea de selección “tiene la característica de ser extremadamente meticulosa, profunda y responsable”. Sin embargo, la “extrema responsabilidad” de la Marina no alcanzó para impedir que sereclame el ascenso de los torturadores de la ESMA Antonio Pernías y Juan Carlos Rolón. Ese trabajo meticuloso tampoco dejó afuera, el año pasado, a otros seis represores. Entre ellos estaba Eduardo Daniel Cardozo, integrante del grupo de tareas que operó en San Juan. Una de las víctimas de Cardozo –y de Jorge Olivera, el mayor que fue detenido en Italia y luego liberado– fue la joven francesa Marie Anne Erize.

 

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