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LOS PRIMEROS RESULTADOS DE UNA
CAMPAÑA PARA QUE LA GENTE OPINE SOBRE QUE TV QUIERE
“La pantalla es un monumento a la incultura”

Durante sus primeros 20 días de existencia, una línea gratuita del Comfer recibió más de 7700 llamados. Fueron, en su mayoría, quejas sobre el sexo, las malas palabras y la violencia del conjunto televisivo. La campaña orientativa continúa hasta la semana que viene.
“South Park” fue levantado de la televisión abierta por soez.
Un buen porcentaje de las opiniones recogidas son muy conservadoras.

Por Julián Gorodischer

Malas palabras, sexo y violencia: en ese orden. Es la demoníaca trinidad que molesta al público televisivo. Al menos, es lo que dicen los primeros siete mil setecientos testimonios que registró la línea gratuita del Comfer (Comité Federal de Radiodifusión) desde que comenzó a funcionar el pasado 20 de noviembre. Lo que aparece en estos llamados –que seguirán recibiéndose hasta el viernes 20 de diciembre– es un enojo que distingue poco en casos particulares y prefiere disparar contra el todo televisivo. Las que suenan son voces de madres preocupadas por lo que ven sus chicos, abuelas que querrían patear el tablero entero, varones que protestan por la escalada de promiscuidad e incultura. Es una mayoría de mujeres mayores de 40 años la que se hace notar con fuerza en esta campaña del Comfer para que la gente opine: no puntualizan demasiado en programas específicos. “La TV –dice el testimonio que más se repite– es vergonzosa.”
Hay algunos datos significativos en los reclamos, a cuya audición accedió Página/12. Muchos de los chicos y adolescentes que llamaron piden dibujos animados. Como si protestaran contra el éxodo del género a los canales de cable (con los cuales la TV abierta no compite), sus seguidores se quejan: “Quiero más dibujos y menos sexo”, reclama un varón de 12 años. Es la preocupación excluyente de la franja que llega hasta los 15. “Que vuelva Popeye”, señala un llamado femenino de alguien que dice tener 17, que poco después agrega: “Y que pasen más programas infantiles en vez de novelas”. Esa misma ausencia también es reflejada por los planteos de las madres: “No hay programas para toda la familia”, dice una resignada de 50.
Es llamativa la ira de las mayores de 70, que impresionan como repitiendo un libre. En un llamado femenino de 74 años se registra: “Estoy cansada de ver las atrocidades que se pasan a cualquier hora. Es una vergüenza”. Como las otras de la misma franja, no se detienen en casos particulares: “Se pasan avances terribles en horarios de protección al menor”, dice otra mujer, también de 74. La edad aumenta, y cada vez es más grande el enojo, como si no alcanzaran las palabras: “La TV abierta es un monumento a la incultura”, sentencia una mujer de 87 años que quiso tener voz en la campaña. En otro llamado, otra dama de 87 aprovecha para expresar un par de frases que tenía atragantadas: “La televisión tiene un 90 por ciento de pornografía. Nuestros niños han perdido la inocencia”, rezonga apocalípticamente.
Entre los géneros televisivos, las telenovelas y los noticieros reciben la mayor cantidad de cuestionamientos. “Que los noticieros muestren menos sangre e instruyan más al pueblo”, se queja un llamado femenino de 55, que tiene muchas adhesiones. De las tiras, se dice: “Son todas iguales, con escenas de sexo y violencia” (una mujer de 19). O se las critica de este modo: “Les sobra sexo y les faltan música y autores” (otra mujer, de 68). Pero, sobre todo, los dardos apuntan al tono de los avances, que –según alertan los llamados– no respetan la veda de la protección al menor. “Hay mucha sangre, sexo y violencia cuando los chicos miran su programación”, protesta una madre de 37 años.
En los varones aparece declarada una afición especial por los documentales y los contenidos serios. Parece uno de esos vicios de encuesta en las que todos proclaman un deber ser que no siempre se practica. Pero, según estos datos, una mayoría de los llamados masculinos dice, como sucede con un varón de 55: “Hay un exceso de sexo, malas palabras y violencia, y muy poca cultura”. Muchos tiran sus piedras contra los programas de chismes y piden documentales. “La TV tiene que cambiar su lenguaje, se suma un llamado masculino de 77. A diferencia de las mujeres –que anteponen la preocupación por la TV de sus hijos–, los hombres se refieren a intereses personales que son siempre muy cultos: pedidos de música clásica, emisiones culturales y menos TV basura.” Como si su imagen personal y su prestigio como televidentes se jugara en un llamado anónimo, ellos condenan el exceso de desnudos femeninos e impostan la irritación ante las malas palabras. Tal vez porque así como está –según objeta un varón de 27– “esta televisión adormece”.

 

Las cifras de la campaña

0800-999-6900 es el número de la línea gratuita del Comfer.
20 de diciembre es el último día para comunicarse.
7717 personas fueron atendidas hasta el 8 de diciembre.
81 por ciento de los llamados expresó un reclamo u opinión sobre TV abierta.
12 por ciento de los llamados se refirió a la programación de radio.
9 por ciento de los llamados objetó las publicidades y los avances de programas.
40 años o más es la edad promedio del público femenino que más participó de esta campaña.

 

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