Por Adrián
De Benedictis
La despedida del 2000 no podía
ser más dolorosa para River. Si bien todavía existía
la posibilidad de que el equipo alcanzara el tricampeonato, el sueño
terminó de quebrarse ayer por la tarde en el estadio de Lanús.
Para colmo, que Boca cierre un año inolvidable con un nuevo título,
hace que la herida sea todavía más profunda. Más
allá de la derrota por 3-2 ante el conjunto local, la imagen que
dejó River en la cancha fue de pura desolación. Los jugadores
nunca se sintieron convencidos de que el campeonato estaba cerca, y mostraron
una falta de reacción que deja un signo de interrogación
para el futuro.
Para colmo, el conductor del grupo, Américo Gallego, tampoco transmite
serenidad desde afuera, y su desequilibrio emocional le juega en contra
a algunos futbolistas. Quizás la demorada confirmación de
su continuidad (ver aparte) tiene algo que ver en las reacciones del entrenador.
Pero River no perdió ayer la chance de alcanzar el éxito.
La caída comenzó luego de la derrota ante Chacarita. A partir
de ahí, Gallego cuestionó la actitud de algunos jugadores,
y la relación no siguió siendo la misma. Cuando la sucesión
de empates (siete) no podía revertirse, el técnico decidió
presentar un equipo con futbolistas que no lo hacían habitualmente,
y priorizó la Copa Mercosur. Luego de quedar afuera del certamen
sudamericano y de un par de resultados favorables en el torneo local,
volvió a anunciar que intentarían ganar el Apertura. Esa
fue la síntesis de los últimos seis meses de River. Sin
un rumbo claro, y sin decisiones precisas.
En su último encuentro del año, River insinuó algo
más que su rival, y rápidamente se puso en ventaja con un
gol del colombiano Angel, quien definió de cabeza un centro de
su compatriota Yepes. Tres minutos más tarde, a los diez, Aimar
(se lo vio fastidioso y demasiado lejos de su verdadero nivel) podía
haber aumentado pero su remate se fue por un costado. El desconcierto
de River iba a llegar a los 11 minutos: Roberto Trotta le cometió
penal al habilidoso Sarría, y el árbitro Giménez
lo expulsó por protestar el fallo. Con la igualdad marcada por
Ariel López, el conjunto de Gallego terminó de desmoronarse.
A esa altura, River no encontraba los caminos para llegar al arquero Burela,
y el nerviosismo se había apoderado de varios jugadores. Los continuos
errores de Bonano y Berizzo terminaron de irritar a una hinchada que reclama
actitud. Lanús se fue en busca de la victoria, y tuvo su premio
con otro penal convertido por López, y con un toque suave de Sarría
para convertir el tercer gol. El descuento de Hernán Díaz
sobre el final no alcanzaría para calmar los ánimos.
Mientras Boca iniciaba una nueva vuelta olímpica, River se iba
de Lanús en medio del desconcierto. A pesar de haber logrado un
título, la gente no soportará otro año como el que
se va.
Lanús quedo
corto
Sarría fue el
factor fundamental para que Lanús haya alcanzado la victoria.
El ex jugador de Instituto convirtió un gol, y también
provocó uno de los dos penales.
La expulsión
de Trotta fue otra de las claves del partido. El defensor dejó
la cancha rápidamente por una protesta sobre el árbitro.
A partir de ese momento, River no encontró respuestas futbolísticas.
River sigue sintiendo
la falta de un volante central. Ni Berizzo ni Gancedo pudieron adueñarse
del mediocampo, y tampoco aportaron nada en ofensiva.
Si no fuera por la falta
de puntería de sus delanteros, Lanús podría
haber aumentado la diferencia en el marcador. Tanto López
como Sarría fallaron varias definiciones ante Bonano.
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EL
DELICADO MOMENTO DE GALLEGO
Me dijeron que voy a seguir
A pesar de que el técnico de River dijo ayer que
su continuidad está asegurada, Américo Gallego
se reunirá hoy en el Monumental con el Consejo de Fútbol
Profesional del club, que integran el presidente David Pintado, el vicepresidente
primero, Alfredo Davicce, y el vocal Mario Israel, para resolver su continuidad
al frente del plantel. En principio, algunos directivos no están
convencidos de que Gallego continúe en el cargo, y ya mencionan
nombres sobre su reemplazante: Juan José López, Oscar Ruggeri
y Angel Cappa contarían con chances de llegar al club, en el caso
de que se decida el alejamiento de Gallego.
El campeonato lo perdimos porque nos faltó regularidad, y
dejamos pasar la oportunidad en la fecha pasada ante Huracán, pero
mi futuro no dependía de lo que sucediera hoy (por ayer),
señaló Gallego luego de la derrota. El entrenador se mostró
molesto con la prensa y comentó que al parecer algunos periodistas
tienen problemas. Estoy cansado de leer cosas en los diarios que no son
ciertas. Pintado y Davicce me dijeron que voy a seguir. Por eso mañana,
en la reunión con los dirigentes, voy a empezar a definir a qué
jugadores voy a llevar a la pretemporada.
Respecto de la expulsión de Trotta, el técnico indicó
que lo que le tenga que decir a Trotta no se lo voy a decir a los
medios. En el Mundial 82 me expulsaron contra Italia y dejé
al equipo con diez. Así que ya sé cómo es esto. Es
un momento de calentura.
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