Por Raúl Dellatorre
1. ¿De qué forma pueden llegar a la gente los efectos �benéficos� del blindaje?
�Aun cuando el respaldo financiero resulte exitoso, mejorando las expectativas de los mercados internacionales sobre la Argentina, los analistas presumen que no habrá, por lo menos durante los primeros seis meses del año próximo, efectos sobre �la economía real�. Es decir, en materia de empleo, producción, salarios. Los primeros efectos se sentirían sobre las �variables financieras�: tasas de interés, stock de depósitos, reservas. Es decir, que si todo va viento en popa (y los mercados responden favorablemente), podrían bajar los costos de los préstamos personales e hipotecarios, por ejemplo. Recién en la segunda parte del año entrante las mejoras en materia de financiamiento podrían reflejarse en mayores inversiones productivas y, con ello, en mejores condiciones de empleo. Pero esta es la hipótesis de máxima que maneja el Ministerio de Economía.
2. ¿Podría haber efectos perjudiciales para la gente por el blindaje?
�En caso de fracasar, es decir, si persiste la desconfianza de los prestamistas, el cuadro social tendería a agravarse por mayor recesión y suba de los costos financieros, nuevos recortes en los gastos del Gobierno y, eventualmente, aumentos de impuestos. Si hoy la desconfianza frena las decisiones de inversión y de compra (de quienes tienen poder adquisitivo), un fracaso de semejante respaldo internacional sólo podría traducirse en una huida en manada de los capitales. Se impondría un nuevo y más severo ajuste económico, probablemente en manos de un nuevo equipo económico que no llegaría con buenas noticias para la mayoría de la población.
3. ¿Argentina estaba al borde de dejar de pagar la deuda?
�Si bien no existía una inminente �cesación de pagos�, la sensación en los mercados financieros internacionales era esa. ¿Por qué? Porque aumentó la relación entre deuda externa y Producto Bruto, y entre pagos anuales de intereses y gasto total del Gobierno. Adicionalmente, con la suba de los intereses que debió pagar el sector público en las últimas colocaciones para renovar deuda, la percepción es que el cuadro tendía a agravarse. Las condiciones no eran peores que las que vivieron recientemente Ecuador o Perú pero, a diferencia de éstos, Argentina es un deudor �grande�, con lo cual las repercusiones de una cesación de pagos son mucho mayores. Y en la medida en que los mercados financieros perciban el riesgo de un �default�, negándose a renovarle el crédito al país, su actitud se convertiría en una profecía autocumplida.
4. ¿Este paquete financiero aumenta la deuda externa?
�Sí, porque se asumen nuevas deudas de capital para pagar intereses de la vieja deuda, pero no para cancelarlas. Y porque, como parte del programa, se busca conseguir nuevos préstamos privados para cancelar futuros vencimientos de intereses. El programa de salvataje asegura así el financiamiento del déficit del año próximo, con nueva deuda. No aumenta, en cambio, por la parte que corresponde a canje de deuda �bonos de largo plazo para reemplazar a otros de corto�.
5. ¿El Gobierno tenía otra alternativa a este plan de salvataje?
�Dentro del esquema de convertibilidad, atado al financiamiento externo, no. �Ya estamos en este baile y lo único que queda es ir construyendo alguna mejoría de a poco, corriendo esta sensación de que el �default� está a la vuelta de la esquina�, tal como lo describió ayer un agudo analista.
6. ¿Por qué a los mercados ahora les preocupa más la reactivación económica que la reducción del déficit fiscal?
�Al haber cambiado la pauta presupuestaria para el año próximo, elevando el déficit fiscal previsto en 2000 millones de pesos, el �riesgo� se convierte en �dato� y deja de preocupar. En cambio, los sucesivos pronósticos incumplidos en materia de crecimiento del PBI aumentan la incertidumbre. Desde una �visión de caja�, si la economía creciera el añopróximo un 1,5 por ciento (promedio del pronóstico de los analistas privados), en vez del 2,5 por ciento previsto en el Presupuesto, ello significa 1200 millones de pesos menos de recaudación, y un aumento similar en las necesidades de financiamiento. Lo que les preocupa a los acreedores, cuando reclaman una efectiva recuperación, no es el bienestar económico del país sino su capacidad de pago de la deuda. En tal sentido, la reactivación importa por ser, hoy por hoy, el punto más débil para el cumplimiento de las metas fiscales.
7. ¿Los organismos financieros internacionales armaron el paque- te del blinda- je pensando en mejorar las condiciones para el crecimiento?
�La preocupación principal es el pago de la deuda, es decir, garantizarles a los acreedores que seguirán cobrando. Del blindaje se espera un efecto de corto plazo y otro de largo. El primero es recuperar la confianza de los mercados, para que bajen la tasa de riesgo (sobretasa) que le cobran por prestarle a la Argentina y renueven los préstamos a su vencimiento. Sólo en el largo plazo, si el de corto es exitoso, el país se encontraría con menores tasas para financiar inversiones, el capital productivo volvería a apostar al país y así sobrevendría el crecimiento. Pero todo este círculo virtuoso cierra si en el medio no aparecen nuevos signos de incertidumbre.
8. ¿Este programa de rescate financiero es como el que le concedió el FMI a Brasil a fines de 1998?
�En cuanto al mecanismo, sí, pero en condiciones diferentes. El problema de Brasil era la imparable fuga de reservas, que el programa de respaldo financiero no logró detener (fue lanzado en octubre de 1998 y firmado en diciembre). En enero de 1999 debió devaluar (liberando el mercado cambiario) para poder salir del ahogo financiero, y recién a partir de entonces pudo recomponer la situación.
9. ¿En qué momento se evaluará si el blindaje ha sido exitoso o fracasó?
�Si durante el primer trimestre del 2001 Argentina no logra bajar la tasa de riesgo país, y sigue pagando las altas tasas actuales para renovar sus créditos, el blindaje no habrá arrojado los resultados esperados. Los fondos que tendrá a disposición el Gobierno, por este paquete de aquí a fines de marzo, son aproximadamente 5000 millones de dólares, contra vencimientos de alrededor de 6500 millones. En condiciones normales, no debería haber dificultades para conseguir financiar la diferencia. Pero paulatinamente debería lograr bajar la tasa de riesgo país, recuperar depósitos, mantener el nivel de reservas internacionales y dar vuelta el clima desfavorable para las inversiones. Si esto no ocurre, antes de fines de marzo el Gobierno deberá estar buscando otra salida.
10. ¿La suerte de Machinea está atada al éxito del blindaje?
�Definitivamente, sí. Hoy la señal que lanza el Gobierno es �salimos con este programa financiero y de la mano de Machinea�. Pero si no se sale, el ministro se hunde junto con el programa.
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