Mientras el Gobierno anunciaba la llegada del megacrédito del FMI,
Página/12 consultó a gente común para saber qué pensaba sobre esta medida. A pesar de la complejidad del tema, más de uno pudo explicar �con bastante rigurosidad� de qué se trata el �blindaje�. Pero la mayoría compartió el pesimismo y los pronósticos sombríos. Con un tono desesperanzado, repitieron: �No cambiará nada�.
Flavio Carbone (29), gerente de ventas: �El blindaje es un crédito que se está pidiendo al exterior para asegurar los depósitos, para tener un seguro de plata en el Banco Central por si hay una corrida y se produce iliquidez. Con eso van a tratar de potenciar la industria nacional, tratar de que la gente pida créditos, que se empiece a mover un poco la plata dentro de este país, que es lo que no se mueve�.
Lionel Rodríguez (21), botones, maletero de hotel: �Con el blindaje no va a cambiar nada, va a seguir todo igual. Para abajo, no, pero para arriba, sí. Si sacan plata, la van a usar para los de arriba: nosotros, no vamos a recibir nada. Porque, como siempre, el trabajador no recibe nada. Todo va a seguir igual o peor. Esto no tiene remedio�.
Alberto Rodríguez (57), empleado: �El blindaje es una garantía que el FMI le da al país para que pueda seguir funcionando: cubre de alguna manera el déficit fiscal y le permite al Gobierno sobrevivir un tiempo más. No es nada más que eso. Va a cambiar para mal la vida de la gente en general. Porque este gobierno no está en condiciones de mejorar nada de la economía. Además, no es una inversión en el país�.
Valeria Landin (25), bancaria:
�No tengo idea de lo que es el blindaje. El cambio va a ser peor para todos. No creo que esto sea algo en beneficio de la gente, como siempre. Al contrario, va a generar más gasto, más deudas. Como todo lo que hacen. Además, no creo que lo vayan a volcar a la gente. Calculo que va a ser como siempre. No va a haber cambios, lamentablemente�.
Silvina Garasto (24), estudiante:
�Con el blindaje mi vida no va a cambiar. Tal vez lo que sí puede cambiar es el ambiente que uno percibe, está todo como muy tenso, eso yo lo percibo. No creo que cambie mi trabajo. Está todo el mundo muy quejoso, muy negativo. No sé si va a cambiar a largo plazo, pero puede ser que a corto plazo haya un alivio. Por ahí, es algo ficticio�.
Liliana Guida (47), empleada:
�El blindaje financiero es como un salvataje que nos quieren hacer el cuento de que llega como para darnos plata, pero realmente irá al bolsillo de todos los que hasta ahora se la han llevado. Ojalá que cambie algo, pero no lo creo. Se la repartirán entre ellos. Hasta ahora, mi experiencia en democracia es mucha y siempre pasó lo mismo con el gobierno de turno que haya estado. Así que ya no me queda esperanza�.
Hugo Barello (53), empleado bancario: �Es una protección que vamos a tener para la economía. No es que vamos a recibir dinero, sino que va a ser como un fondo de seguridad para una posible hecatombe económica que podamos tener. No creo que cambie nada, para nada. Cuanto mucho puede ser que sirva para paliar alguna situación inmediata. Pero, ¿qué va a cambiar? Estamos remendando nomás�.
Luis Colombo (57), empleado: �El blindaje es para darnos una ayuda por la situación en la que está el país. Eso es lo que yo deduzco. No creo que cambie nada. Habrá que seguir trabajando, y después, cuando me jubile, seguir trabajando más todavía. El país va a seguir igual. Estamos muy desesperanzados los argentinos, con el gobierno anterior y con éste también. No tenemos esperanza�.
REACCION DE LOS INDUSTRIALES AL PAQUETE FINANCIERO
�Ahora, esperamos un shock productivo�
Por Cledis Candelaresi
El último informe del Banco Francés, elaborado por el economista Ernesto Gaba, resume con precisión el juicio del grueso del empresariado respecto del blindaje. Según ese documento, la armadura financiera anunciada ayer resulta �necesaria, pero no suficiente� para que la economía argentina resucite, es decir, para que crezca no menos del 5 por ciento anual. Es bueno, pero no basta, dicen los hombres de empresa. Ahora reclaman un shock, para algunos �productivo�, para otros de �reducción del gasto�.
De todas las declaraciones públicas que escucharon ayer, hubo una en boca del ministro de Economía que sí insufló esperanza en los empresarios. �Ahora, si los impuestos van para algún lado, será para abajo�, prometió José Luis Machinea, sugiriendo que no se quedará sólo con la reducción gradual del gravamen sobre los intereses.
Amadeo Vásquez, director del Banco Francés, subió un poco más el tono del reclamo sobre el Gobierno para que elimine gravámenes, pedido que se escucha desde toda la tribuna patronal. �El blindaje es una buena base, un excelente instrumento financiero. Pero ahora hace falta un shock fiscal y procompetitivo. Hay que eliminar el gasto público improductivo y, al mismo tiempo, suprimir los impuestos a los intereses, a la renta presunta, al trabajo y reducir la alícuota de Ganancias�, aseguró a Página/12.
El drástico plan de suprimir tributos como contrapartida de rebanar gastos supuestamente superfluos está esbozado en el borrador de una propuesta que varios gremios empresarios quieren elevar a Machinea, pero que hasta ahora los banqueros no consiguieron consensuar con la Unión Industrial Argentina. Al menos un sector de los industriales es partidario de que cualquier sacrificio fiscal sea compensado con una mayor contribución (más aportes patronales, por ejemplo) del sector servicios, incluido el financiero (menor tasa de interés).
Desde la UIA el blindaje se ve como una buena medida para controlar el riesgo país, pero que, por sí sola, no resuelve los dramas de la economía. �También hace falta un shock productivo�, sentenció el dirigente Diego Videla en diálogo con este diario. Primero, hay que salir de la recesión con una importante rebaja de impuestos. Después, podemos empezar a crecer si se aplicaran políticas que estimulen el mercado interno y las exportaciones�, redondeó el empresario.
Jorge Aguado también reconoce al megapréstamo como prueba de que Argentina �tiene su sector externo controlado�, aunque, a semejanza de sus colegas, sabe que este auxilio �por sí solo no basta� para erradicar todos los males, ni para restituir la confianza en la economía.
En sus primeras declaraciones públicas como designado subsecretario de Comercio e Inversiones, Alberto Ibáñez aseguró que el Gobierno tiene �detectados proyectos de inversión por más de 20 mil millones�, que comenzarían a materializarse el año próximo. Pero el anuncio poco tiene que ver con las perspectivas que vislumbran los hombres de empresa para quienes, sin un plan de aliento a la producción, pocas son las áreas rentables que los seduzca invertir. |
Debate: ¿Y ahora qué?
Claudio Lozano
Director de IDEF-CTA
�Sin reactivación�
�Esto sólo garantiza a los acreedores el pago de deuda durante un año. En tanto el blindaje esté asociado a una lógica de crecimiento basada en el ingreso de capitales y las exportaciones no habrá reactivación de la economía. La inversión extranjera directa sólo representa el 15 por ciento de la inversión total y las exportaciones apenas alcanzan al 9 por ciento del producto. Si esta es la apuesta, el crecimiento será lento o la economía quedará estancada. La única alternativa para el crecimiento es incorporar la demanda interna masiva y para esto es necesaria una redistribución de ingresos por vía fiscal. Ya no se trata de una cuestión de estricta justicia, sino que de esto depende el crecimiento. Sin embargo, los condicionantes asociados al blindaje van en sentido contrario. Estamos frente a una buena noticia para los acreedores, pero para nosotros el panorama es sombrío.�
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Orlando Ferreres
Economista
�Señal al crecimiento�
�39 mil millones no los consigue cualquiera. Se consiguió a tasas que van del 5,86 al 8,80 por ciento anual. No cabe duda que esto será una señal para el resto del mercado, aunque el efecto no será inmediato. Con este respaldo no habrá problemas de financiamiento, como mínimo, durante todo el 2001. Ahora existe un puente que conduce al crecimiento. Como también se eliminaron algunos impuestos distorsivos, habrá menores ingresos y será necesario tomar medidas adicionales. Los 30 o 40 economistas que nos reunimos con el ministro Machinea coincidimos en que el problema es las provincias. Es donde se debe eficientizar el gasto. Más aun porque se trata de gasto político que no sirve para nada, que no va precisamente a evitar que existan piquetes en las rutas. Si la city sigue diciendo que Machinea no es confiable es porque está encaprichada.� |
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