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POR FESTEJAR EL TRIUNFO DE BOCA UN POLICIA MATO A UN HOMBRE
Una celebración con gatillo fácil

 

Por Cristian Alarcón

La remera, que no era de Boca, se llenó de sangre en menos de lo que dura el grito de un gol. En el Obelisco las masas boquenses se batían el domingo en un pogo interminable y en el barrio El Gaucho, de Burzaco, el festejo de los que lo miraron por tevé se había desatado como si una guerra. Mezclados con la pirotecnia navideña, adelantada por el fútbol, sonaban auténticos disparos. Un suboficial del grupo de elite GEOF de la Policía Federal cargó la escopeta de un familiar y disparó contra un montículo de tierra desde el interior de un pasillo. Del otro lado cortaba el pasto un jubilado de 57 años ajeno a la alegría futbolera: el perdigonazo lo alcanzó bajo la clavícula, en el costado izquierdo del tórax. El impacto produjo una hemorragia incontrolable que le tiñó de rojo el pecho. Murió a las pocas horas en una clínica de Almirante Brown. El policía quedó detenido ayer acusado de homicidio simple. 
El GEOF es el Grupo Especial de Operaciones Federales. Es el mismo equipo de francotiradores que ganó fama con su participación en la masacre de Villa Ramallo, de la que finalmente salió bien parado después de que las pericias comprobaron que los tiros que dieron en las víctimas salieron de los GEO, sus pares �especiales� de la Bonaerense. En este caso fue un hombre de franco el que abrió fuego a mansalva en el pasillo de una casa de material de un barrio más que humilde del conurbano sur, en Almirante Brown. El policía Osvaldo Enrique Alvarez había ido de visita junto a su mujer a la casa de su tío, Héctor Alvaro Kler, en la calle Humberto Primo 2222, todos de Boca. Vieron el partido y brindaron. Por la televisión pasaban los cánticos y las ceremonias del centro. 
En el barrio, las explosiones de la pirotecnia adelantada y de las armas civiles despejaban, por saturación, hasta la paranoia de las balas perdidas. Quizá por eso Luis Bidondo, ajeno a la alegría de los ganadores, sacó tranquilamente la bordeadora de césped y comenzó a cortar el pasto de la vereda de su casa, pegada a la de los Kler. Kler, el tío del policía, sacó su escopeta calibre 12, de carga única, y se le ocurrió dispararla en el pasillo de su casa, apuntando a un montículo de tierra.
�El pasillo estaba tapado hacia la calle con una chapa de fibrocemento acanalada y debajo de la chapa estaba el montículo�, explicó a Página/12 uno de los investigadores de la causa por homicidio simple que manejan los fiscales de Lomas de Zamora Ricardo Bruzzone y Tomás Mora. Según los pesquisas, los hombres del arma estaban ubicados a unos diez metros de esa separación que les impedía ver a la posible víctima del otro lado.
Kler disparó varias veces la escopeta. �No está claro cuántas, pero sí que tuvo que cargarla en más de una oportunidad porque es una escopeta de un solo caño y con capacidad para un cartucho�, le dijo a este diario una fuente judicial. La misma fuente informó que �en un momento el policía Alvarez le pidió el arma a Kler y también efectuó al menos un disparo�. Tras ese tiro, a las 21.15, inconfundible por el desgarro de voz que provoca el dolor, se escuchó un grito. Era el de la víctima, Bidondo, y el de su hijo de 20 años que vio cómo su padre se llevó la mano a la herida, en el costado izquierdo del tórax, bajo la clavícula, y cómo la remera que tenía puesta, con un short y zapatillas, se tiñó enseguida de rojo. �Bidondo alcanzó a exhalar un gemido antes de caer al piso�, contó una fuente policial de Almirante Brown.

La muerte del hincha

El hincha de Morón Mariano Huaraz, de 17 años, murió el sábado por la bala de una escopeta disparada por un policía bonaerense. Así lo aseguraron ayer fuentes judiciales que además sostuvieron que el cabo primero Alfredo Silva �no estaba afectado al operativo de la cancha� y fue al lugar con un arma personal �sin que nadie lo autorizara�. Ayer, el propio ministro de Seguridad bonaerense, Ramón Verón, admitió que el autor del disparo durante el enfrentamiento de hinchas contra la policía sería un hombre de su fuerza. Verón pasó a disponibilidad preventiva al jefe del operativo de seguridad del partido entre Deportivo Morón y Almirante Brown, durante el que además hubo decenas de heridos. 

 

 

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