�Un hecho desgraciado, una vergüenza, un caos�: el ministro de Seguridad bonaerense, Ramón Orestes Verón, no ahorró adjetivos para calificar la fiesta de graduación del Instituto de Formación Policial Juan Vucetich que en la noche del viernes terminó en un escándalo. Los ánimos se caldearon tras constatar que la comida estaba podrida, pero lo peor vino cuando se cortó la luz en el barrio donde está emplazado el polideportivo: en la oscuridad, los invitados rompieron platos, robaron parte de los equipos de sonido del disc-jockey y le pegaron a un mozo. Según testigos, algunos de los 635 cadetes �que tienen entre 20 y 21 años� participaron en los robos. �Yo estaba asombradísimo: en la propia escuela de policía, me robaban �se lamentó ante
Página/12 el disc-jockey Luis Ceolato�. ¿A quién le iba a hacer la denuncia?.� Según adelantó a este diario Santiago Fazzini, subsecretario de capacitación y formación del Ministerio de Seguridad, la fuerza espera tener para esta noche algunos nombres de los involucrados, que serán sancionados. �Los cadetes que sean hallados responsables no serán nombrados oficiales �afirmó�. No merecen pertenecer a la fuerza.� Verón se sumó a la amenaza: �Vamos a ser muy severos�.
La fiesta de la promoción 2000 de la Vucetich prometía ser inolvidable. Lo fue, pero por motivos muy distintos a los imaginados por los cadetes. �Los organizadores esperaban 3000 personas�, contó a este diario el disc- jockey Ceolato. �No repararon en gastos. Se montó una estructura de sonido y de luces como para un recital de rock, había tres pantallas gigantes de video y un escenario donde estaba pautada la realización de cuatro shows�, explicó. Ceolato tiene 29 años y hace 10 que trabaja como disc-jockey. �Es una lástima lo que pasó, porque todo había quedado bárbaro. Hasta el jefe de la escuela (comisario Gastón Pérez) se acercó para felicitarme�, recuerda.
A las 22 se inició la fiesta. Entre egresados y familiares sumaban casi 2400 personas. El polideportivo de la escuela �donde desde hace 30 años los cadetes celebran su egreso� había sido dividido en dos sectores: en uno se había levantado el escenario donde se realizarían los shows musicales, y había quienes arriesgaban que el propio ministro Verón se subiría al escenario para dedicar unas palabras a los futuros oficiales. En el otro sector se montaron dos carpas enormes, donde se instalaron los comensales pasadas las 23. Pero la comida no venía. El rugido de los hambrientos cadetes ��¡Queremos comer!�� amedrentaba hasta al más experimentado de los mozos. Recién pasada la una de la mañana llegaron los platos �vitel thoné y pollo deshuesado al champignon�, pero entonces algo comenzó a oler a podrido: precisamente, la comida.
�Cuando sirvieron el vitel thoné con ensalada rusa, un oficial se me acercó y dijo �no lo coma, tiene olor fuerte� �contó Santiago Fazzini�. Yo le dije que debería ser por las anchoas de la salsa, pero cuando lo probé era verdad: tenía un sabor bastante fuerte.�
Ahí Fazzini decidió tomar al toro por las astas y se metió en la cocina junto al director del Instituto, el comisario Gastón Pérez. �Vimos que el motivo del retraso era que estaban separando la parte de la comida que estaba en mal estado. El problema empezó cuando algunos padres fueron a recriminarles a los empleados de la empresa de catering y hubo forcejeos.�
Uno de los destinatarios de los golpes fue Angel Alberto Ventura, empleado de la empresa de catering. Pero lo peor sucedió pasada la medianoche, cuando se cortó la luz en la zona del polideportivo. Ya sin freno alguno, los furiosos comensales destrozaron vajilla por un valor de 14.000 pesos, mientras reclamaban la devolución de los 36 pesos que había costado la entrada. También tiraron al piso varios baffles y arrancaron de cuajo los cables de un amplificador, todos propiedad de Ceolato. Aunque el corte no duró más de quince minutos �lo que demora en activarse el equipo electrógeno de la escuela�, ese cuarto de hora fue suficiente para que algunos invitados se alzaran con los efectos personales de varias personas y se llevaran parte de los equipos del disc-jockey. Pese a la altadensidad de policías presentes nadie hizo nada: la única actuación de la fuerza durante la velada fue para secuestrar muestras de la cena, que descansan en las heladeras de la escuela a la espera de las pericias correspondientes.
�Después de los incidentes no cerraron las puertas y había autos que salían por los costados del parque �contó Ceolato�. Un chico del catering me contó que cuando volvió la luz vio cómo un cadete que se iba con la esposa y la hija cargaba un baffle de 40 kilos. Lo metió en el baúl del auto y se fue.�
Los problemas del disc-jockey no terminaron ahí. �Cuando fui a hacer la denuncia en la 3ª de Berazategui no me la tomaron porque no tenían luz. Fui a la segunda y me dijeron que me la tomaban de gauchada, porque no les correspondía.�
Verón �que para su fortuna no concurrió a la fiesta� lamentó que la Escuela Vucetich se haya visto involucrada en semejante escándalo, y aclaró que �la celebración fue organizada por los cadetes�. �Estamos a la espera de los resultados de la investigación administrativa y penal, y en base a eso vamos a ser muy severos con los que estuvieron involucrados�, agregó.
�Fue una fiesta de primer nivel para gente maleducada, ordinaria, agresiva �se queja Luis Ceolato, quien perdió equipos por un valor de 7000 pesos�. Y ni siquiera me llamaron para pedirme disculpas.�
Informe: Silvina Seijas.
EN EL 2000 HUBO DIEZ MUERTES INOCENTES POR MES
Otro record para la policía
Por C. A.
El fusilamiento de chicos cada vez más jóvenes, sospechosos de arrebatos o robos menores; el asesinato de transeúntes, ajenos a los incidentes entre uniformados y ladrones; y las muertes de presos en comisarías y cárceles son los tres tipos de crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad que más han crecido durante el 2000 según el último informe de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, Correpi. �El índice del gatillo fácil ha sido siempre creciente desde 1983, pero el 2000 marca un nuevo record�, sostiene la actualización del Archivo de Casos de Personas Muertas por el Estado. La cifra divulgada por la organización es de 121 casos desde diciembre de 1999, un promedio de diez muertes por mes, lo que implica un crecimiento considerable respecto del período anterior, cuando murieron 7 víctimas mensualmente. El promedio de edad de los muertos es de 17 años.
El trágico conteo realizado por los abogados de la Correpi desde 1996 incluye sólo los casos que culminaron con la muerte de la víctima y rastrea información de todas las provincias del país. Como parámetro, los casos que ingresan a la estadística son aquellos en los que �sin duda alguna la muerte se produjo en circunstancias en que la víctima no revestía amenaza alguna respecto de terceros o del homicida� o sea que se descartan aquellas ocurridas durante enfrentamientos reales con la policía. El primer archivo realizado por la organización dio cuenta de 262 casos desde 1983, con un promedio de 96 homicidios por año, o sea 2,66 por mes. Ya en 1997, un año de particular intensidad en el fuego policial, ese promedio creció a los 5 asesinatos mensuales.
En 1999 ya sumaron 833 los casos de personas asesinadas por fuerzas de seguridad en la Argentina. Sólo entre el 1º de diciembre de 1999 y la misma fecha de este año murieron por las balas oficiales 121 personas a un promedio de 10 por mes. Ese es el nuevo record del Estado. �La policía de todo el país está efectivamente �metiendo bala� como ordenó el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf sin que las expectativas democráticas que algunos cifraban en el gobierno nacional de la Alianza hayan significado cambio alguno en las políticas represivas del Estado�, se lee en el informe de los abogados de la Correpi.
Para sustentar esas afirmaciones, las estadísticas indican que �la Policía Federal y la Gendarmería �ambas con dependencia directa con el gobierno central� son las fuerzas que más hechos represivos han protagonizado en los últimos 11 meses�. El informe también da cuenta de �la constante participación policial en delitos comunes vendiendo información, proveyendo zonas liberadas, proporcionando armas o interviniendo directamente en la organización de robos de tipo comando�. |
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