Página/12
en Perú
Por Carlos Noriega
Desde Lima
El congresista Antonio Palomo ha sido el protagonista central del último escándalo en torno de la mafia organizada por el ex hombre fuerte del Perú, Vladimiro Montesinos. Palomo fue detenido por la policía en la frontera con Ecuador la noche del último sábado, cuando tramitaba una tarjeta andina de migraciones a nombre de José Francisco Lizier, que le permitiría a éste ingresar a ese país. Lizier es buscado por las autoridades peruanas desde que se reveló que había ayudado a escapar del país a Vladimiro Montesinos. Palomo fue trasladado en un avión a Lima, donde llegó la noche del domingo y quedó retenido en la sede del Congreso. Ayer el Congreso votó su desafuero y autorizó su detención.
Acorralado, Palomo no tuvo más remedio que solicitar él mismo que se le retire la inmunidad parlamentaria y desde ayer ha quedado en manos de la Justicia. Montesinos conserva su poder en Perú. Extrañamente el documento de identidad de Lizier, que era la prueba central del delito, desapareció de la comisaría. Nueve policías están siendo investigados por este hecho.
Antonio Palomo es uno de sus congresistas silenciosos, cuya presencia pasa inadvertida en el Congreso. Dedicado a actividades empresariales, Palomo logró una banca en el Congreso postulando en la lista de Perú Posible, el partido del líder opositor Alejandro Toledo. Pero fue uno de los primeros congresistas tránsfugas que se pasaron a la entonces mayoría fujimorista. Su colega Jorge Chávez Sibina señaló ayer que Palomo le confesó en una oportunidad que Montesinos le había pagado 80 mil dólares. Precisamente un video que puso en evidencia la compra de congresistas por parte de Montesinos fue el origen de la crisis que derrumbó al fujimorismo.
El otro personaje de este nuevo escándalo, José Francisco Lizier, es un acaudalado empresario que el 29 de octubre sacó a Montesinos del Perú en su yate, mientras Fujimori encabezaba una bufonesca operación de búsqueda. Lizier embarcó en el Callao a Montesinos, junto a tres de sus guardaespaldas y una mujer, que habría sido contratada para que el ex asesor no se aburra durante la travesía marítima. Su destino fue las islas Galápagos, de donde siguieron su viaje por mar hasta la isla del Coco, frente a Costa Rica. A mitad de camino entre esa isla y tierra firme en Costa Rica, Montesinos y Lizier hicieron un trasbordo a otra embarcación. Así lo revelaron los tres guardaespaldas de Montesinos que luego de abandonar a Montesinos en el mar de Costa Rica regresaron a Lima y le contaron todo a la congresista Anne Townsend. Ellos aseguran que ayudaron a fugar a Montesinos por orden del entonces jefe de las fuerzas armadas, José Villanueva Ruesta. Según la Cancillería de Costa Rica, Montesinos, delgado y con barba, llegó a ese país y abordó un vuelo rumbo a Aruba con un pasaporte venezolano a nombre de Manuel Antonio Rodríguez Pérez. Pero en Aruba las autoridades aseguran que nunca llegó. Se presume que Montesinos podría estar en Venezuela.
Por otra parte, ayer el Consejo Supremo militar abrió instrucción contra el comandante rebelde Ollanta Humala, que hace unos días se entregó a las autoridades por considerar que las razones de su levantamiento �exigir la destitución de Fujimori y el cese la cúpula militar montesinista� ya se había cumplido. El abogado de Humala, Javier Valle Riestra, ex primer ministro de Fujimori en 1998, ha solicitado que sea puesto en libertad por considerar que su levantamiento estaba justificado.
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