Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


TERCER TRIMESTRE ESTANCADO. EL CUARTO CON MAL AUGURIO
La recesión rompe pronósticos

Los datos del PBI para el tercer trimestre muestran el estancamiento perfecto, con variación cero, con respecto de un año atrás.

Broda: “La performance argentina es terrible; llevamos 30 meses de recesión. Argentina, sin dudas, en los números agregados es el peor país del mundo”.

Miguel Bein, secretario de Programación Económica.

Por Raúl Dellatorre

Cada nuevo dato estadístico muestra cómo se aleja la economía argentina del pronóstico de crecimiento formulado hace doce meses por el Palacio de Hacienda para este año, del 4,5 por ciento. Con las estimaciones del tercer trimestre en la mano –suministradas ayer por Economía–, se va verificando que la evolución del primer año de gestión aliancista arrojará un estancamiento del PBI –caída de más del 1,5 por ciento si se lo mide per cápita– con respecto del año pasado y, consiguientemente, que la recesión iniciada en la segunda mitad de 1998 llegó para quedar instalada por más de 30 meses. El estancamiento del PBI en el tercer trimestre -variación cero– con respecto del mismo período del año anterior no fue el único dato negativo del informe conocido ayer: también se corrigió la estimación del segundo trimestre, que en la primera versión había dado un crecimiento del 0,8 por ciento, ahora empalidecido a un insignificante 0,2 por ciento.
Salvo al secretario de Programación Económica, Miguel Bein, que en cada informe mensual desde mediados de año insistía en ver “signos cada vez más claros del inicio de la reactivación”, el dato de la evolución del PBI no puede haber sorprendido a nadie. Casi no hay variantes significativas entre los distintos componentes del producto bruto, ya que todos ellos corroboran la tendencia desfavorable.
Por el lado de la oferta, el tercer trimestre registró una caída interanual del 2,6 por ciento en los sectores productores de bienes y un incremento del 0,3 por ciento en los de servicios. También decreció la oferta de bienes y servicios importados (producidos en el exterior para consumo local) en un 2,3 por ciento.
Por el lado de la demanda, el componente que más sufrió la evolución es la inversión interna bruta fija, que con una caída del 10,6 por ciento instala un mal síntoma para el futuro. El consumo privado apenas sobrepasó el nivel de estancamiento, con un aumento del 0,3 por ciento, mientras que las exportaciones de bienes y servicios (la parte del producto que se consume en el exterior) creció un 0,8 por ciento. El consumo público también sacrificó parte de su porción de una torta que no creció con respecto del año pasado, al caer en un 1,2 por ciento.
El nivel de actividad industrial relevado por el Departamento de Economía de la UADE señala que la caída no se detuvo en el cuarto trimestre, conforme a las mediciones ya procesadas de octubre y noviembre. Para el mes pasado, su indicador arroja una disminución del 5,4 por ciento en relación con el año pasado. La retracción en el consumo y la inversión sigue sufriendo en diciembre los efectos de un factor contractivo adicional a los vigentes hasta octubre: el alza de las tasas de interés.
Hasta la semana pasada, Mario Vicens, secretario de Hacienda, mantenía la expectativa de un crecimiento para todo el año del 0,2 al 0,5 por ciento, que a la luz de los últimos datos hasta empieza a resultar duro de alcanzar. El resultado interanual del primer trimestre dio un crecimiento del 0,5 por ciento, el segundo (corregido) una suba del 0,2 y el tercero, en forma provisoria, una variación cero. Difícilmente el cuarto trimestre arroje un resultado mejor. Miguel Angel Broda, consultor y vocero de los intereses de la city, definió el cuadro de situación sin eufemismos ayer en una entrevista radial. “La performance argentina es terrible: llevamos 30 meses de recesión, el ingreso per cápita en el ‘99 cayó 5 por ciento y cae más del uno este año. Argentina, sin dudas, en los números agregados, es el peor país del mundo”.

 

Aumentó el cierre de cuentas

Durante la primera quincena de diciembre se produjo un salto en el cierre de cuentas corrientes, los que llegaron a 3561, superando holgadamente los registrados durante la primera mitad de octubre (2146) y en el mismo período de noviembre (1459), según datos compilados por la central de riesgo crediticio Experian. Pero el dato más significativo fue que hasta el miércoles 13 sólo se habían cerrado 258 cuentas, mientras que en sólo dos días, el 14 y el 15, se cerraron 3303. La causa principal fue el libramiento reiterado de cheques sin fondo. Desde el pasado marzo, cuando se flexibilizaron las normas del Banco Central para estas medidas -en especial se dispuso eliminar los antecedentes negativos de los titulares de cuentas y flexibilizar las condiciones para cubrir cheques rechazados en una primera instancia–, el número de cierres se había mantenido estable. En tanto, los restantes indicadores de riesgo crediticio se mantuvieron en los mismos niveles que venían registrándose en los meses anteriores. Entre los datos se destacó el aumento de las demandas por morosidad en los créditos al consumo, lo que enciende una luz de alerta sobre la delicada situación de la cadena de pagos. Los 10.884 recursos presentados en noviembre superan en un 11 por ciento a los de octubre, aunque la suma de los primeros 11 meses del año arroja niveles similares a los de 1999 (107.712 versus. 107.883). De acuerdo con datos de la Justicia Comercial de Buenos Aires, los 132 concursos preventivos declarados en noviembre muestran un descenso por segundo mes consecutivo. Las quiebras decretadas, en tanto, llegaron a 128, manteniéndose en línea con las de octubre. A un mes de que finalice el año, en cambio, las quebradas sumaron 1110, un 5,6 por ciento más que en los primeros 11 meses de 1999.

 

DENUNCIA DE LA SUPERINTENDENCIA DE SALUD A LA OA
Prestadores con certificados falsos

Vincular a la administración de las obras sociales sindicales con la corrupción es casi un lugar común, en cambio son menos frecuentes las menciones de la corrupción existente en el organismo encargado de controlarlas: la Superintendencia de Servicios de Salud. De acuerdo con una denuncia elevada por la propia Superintendencia a la Oficina Anticorrupción, una organización que operaba en el Registro de Prestadores de aquella repartición –conformada por empleados de la misma– “comercializaba” la entrega de certificados falsos de habilitación a empresas de salud y a profesionales del sector.
A favor de la tarea de los falsos gestores jugaba el retraso que desde hace más de dos años se viene acumulando en la tramitación de los mencionados certificados, ya desde la administración del dirigente cegetista José Luis Lingieri.
Los miembros de la organización armada en el Registro de Prestadores les prometían a los aspirantes a prestar sus servicios a las obras sociales del sistema de salud “acelerarles el proceso de entrega de los certificados habilitantes”, según relata un comunicado de la Superintendencia. Previo pago del correspondiente “peaje”, los peticionantes obtenían el certificado, pero desconociendo que éstos llevaban la firma falsificada del gerente de Control Prestacional, Néstor Chudnovsky.
En la mencionada Oficina de Registro se detectaron, incluso, certificados firmados en blanco, listos para ser “negociados” con los interesados. Hasta el momento, pudieron detectarse doce casos de prestadores “habilitados” a través de este ilícito procedimiento. La organización de empleados del Registro de Prestadores venía operando desde principios de 1999, según detectaron las autoridades de la Superintendencia. Es decir, desde la gestión anterior. La concreción de las maniobras se vio favorecida por el atraso, ya desde la gestión de Lingieri, en el otorgamiento de este tipo de habilitaciones. Por el momento, y a partir de los elementos reunidos en el sumario administrativo abierto en la Superintendencia, fueron suspendidos tres empleados del organismo.

 

PRINCIPAL