Por Alejandra Dandan
Desde Pinamar
Había demasiado viento
en la costa. Eduardo Duhalde optó ayer temprano por no salir con
su embarcación. Era el primero de los tres días de descanso
en Pinamar. El programa: día de pesca, con Tomás, su hijo
de 17, y un amigo. Hilda, vuelvo en unas horas. Esperame para almorzar,
dejó escrito en una esquela antes de salir de casa, antes de saber
que aquel regreso no llegaría tan pronto. Duhalde contrató
un gomón preparado para pesca deportiva. Falló el motor
y el equipo de comunicaciones. Las cinco horas de pesca se prolongaron
durante diez. El ex gobernador le contó a Página/12 cómo
pensó que esta vez no volvía.
El gomón salió de Santa Clara después de las 9.30.
A lo largo de los 8 metros el bote fue alojando a los huéspedes
pescadores y a tres tripulantes. Quizá porque conozco el
mar no salí con mi barco chiquito -dice ya repuesto el ex gobernador.
Fuimos con unos lugareños que han montado una empresa para llevar
gente a pescar.
Durante las primeras horas habían pescado los primeros trofeos:
dos tiburones y cazones. El ancla mantenía fija la lancha. A la
una de la tarde se había levantado demasiado viento y las olas
empezaban a treparse al barco. En ese momento la lancha no pudo arrancar.
Y no pudieron conectarse con Prefectura y dar aviso. Se les mojó
el equipo de radio -dice y empezaron a secarlo y desarmarlo para
podernos comunicar. A bordo no había celular. Creíamos
que ellos tenían y no tomamos la precaución de llevar teléfono
móvil, que es un elemento indispensable.
El temporal y el frío se hacían cada vez más intensos.
En el gomón comenzaron los turnos para desagotar el barco, que
se iba llenando de agua. Con un balde, íbamos haciendo lo
que se llama el achique y ya nos habíamos organizado los turnos
para seguirlos durante toda la noche. Pasada la una de la tarde,
habían levantado el ancla para ver si la corriente los acercaba
a la costa. El intento los alejó de la costa.
¿Tuvo miedo?
A última hora, porque ya estaba previendo pasar la noche
en el mar. Desde la una estuvimos derivando y sabíamos que a las
ocho menos cuarto se hacía de noche y si no nos encontraban íbamos
a quedarnos toda la noche ahí, con mucho frío seguramente.
En Pinamar, mientras tanto, comenzaba la desesperación. Chiche
había preguntado a Prefectura por la embarcación. En ese
momento se intentó primero un contacto con la nave y después
la búsqueda.
Por las dudas siguió relatando Duhalde yo ya
había atado a mi hijo a la embarcación porque había
un viento muy grande y tenía miedo que nos dé vuelta el
bote.
A la altura del Faro, a treinta kilómetros de Pinamar, el barco
fue
avistado desde el aire. Un equipo de Prefectura comenzó el salvataje.
Con una canasta contó el ex gobernador, era una
soga con una canasta de acero que bajaba desde el helicóptero.
Dejaron el bote de a uno. Primero Tomás, después el amigo
y en seguida Duhalde. La tripulación salió al final.
¿Tuvo miedo por su hijo?
Uno siempre teme por su hijo.
Más tarde, no hubo tiempo para pensar, ni siquiera en el miedo.
Decenas de políticos locales, el intendente Blas Altieri y cientos
de llamados de las radios y la televisión hicieron agitada la recuperación.
ANTE
LA PRESION DEL ESTABLISHMENT
Rectores contraatacan
Por Cecilia Sosa
Desde Santa Fe
Como anunció ayer Página/12,
los rectores universitarios, apoyados por el Ministerio de Educación,
salieron al cruce de las presiones del establishment en favor del arancel
y los recortes para la universidad. En un plenario del Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN), aprobaron un documento en defensa de la educación
pública: El CIN se opone firmemente a estas ideas mercantilistas
que buscan transformar la educación superior en un bien transable
reservado casi exclusivamente a los sectores más favorecidos de
la población, sostiene el texto.
Los 37 rectores respondieron así los embates que encarnaron el
Consejo Empresario Argentino y FIEL. El mismo secretario de Educación
Superior, Juan Carlos Gottifredi, en el plenario, invocó a los
rectores a enfrentar una cruzada que por primera vez pide desembozadamente
el arancel. Están arreciando por todas las vías ataques
contra las universidades nacionales. Se busca recurrir al arancel como
forma de privatizar la educación superior.
El informe aprobado ayer fue redactado en el entorno del rector de la
UBA, Oscar Shuberoff. El futuro de la Argentina está en juego
porque está en juego el futuro de la educación, arranca.
Luego, indica que lo que proponen algunos sectores vinculados con
una excluyente lógica de mercado es la reducción
paulatina del financiamiento estatal y su reemplazo por un sistema de
aranceles, complementado por becas y préstamos. Por ese rumbo
plantea, en 5 años los estudios superiores quedarían
reservados a dos grupos: La minoría que puede pagar, estudia.
La mayoría que no lo puede hacer, se somete a pruebas rigurosas
de selección.
Aunque aprobaron el informe por unanimidad, algunos rectores objetaron
su falta de propuestas concretas. Por eso, se acordó elaborar para
marzo otro texto de mayor profundidad. Gottifredi instó:
Si no salimos de manera conjunta, esta suerte de cruzada va a seguir
avanzando. No es casualidad el ataque contra la UBA. Decir que la UBA
anda mal es querer mostrar que toda la universidad pública anda
mal, agregó. El funcionario sugirió a los rectores
demostrar a la sociedad lo que puede hacer la universidad.
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