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“Le voy a dar una buena limpieza”,
dijo el Jr. de la Oficina Oval

En la primera visita de Bush Jr. como presidente electo a la Casa Blanca, Clinton negó que dejara una recesión inminente como herencia. Pero los republicanos prefieren culpabilizarlo ya.

Presidente electo y presidente en funciones caminan por la Casa Blanca rumbo a la Oficina Oval.

Por Julian Borger
desde Washington

El presidente norteamericano Bill Clinton negó haber dejado una recesión como legado a su sucesor George W. Bush. Lo hizo ayer, mientras demócratas y republicanos procuraban quitar de sus propias espaldas cualquier culpa de una futuro pérdida de velocidad del crecimiento económico. El presidente y el presidente electo se encontraron por primera vez desde la elección, en lo que no fue, al menos en público, un encuentro tenso como habían anticipado los medios. Bush había caracterizado su campaña electoral como una cruzada contra la inmoralidad de Clinton. En un talkshow de la noche había hecho el chiste de que lo primero que haría en la Oficina Oval, una vez instalado ahí, sería “una limpieza de aquellas”. El Sexgate y las prácticas de la becaria Monica Lewinsky y su jefe en la Casa Blanca siguen pesando sobre los conservadores norteamericanos.
Antes de que empezara el encuentro, Clinton apareció ante las cámaras relajado y sonriente. Bush se sentó en una silla, parecía más bien incómodo y rechazó una serie de preguntas, repitiendo que estaba honrado de estar donde estaba. Funcionarios republicanos, ansiosos de que Bush no deba cargar con la responsabilidad de ninguna recesión el año que viene, se mostraron ansiosos por señalar los signos tempranos de que la economía estaba aterrizando ya en las semanas que preceden al traspaso de gobierno el 20 de enero.
Bush rehusó hacer comentarios sobre la economía, pero el presidente Clinton defendió su buena salud. “No creo que vayamos a tener una recesión. Pero no podemos conservar un crecimiento del 5 por ciento anual por siempre. Creo que 49 de los 50 analistas creen que el crecimiento va a ser de un 2,5 por ciento o mejor que eso el año que viene, y ese crecimiento va a mantener bajo el desempleo”, dijo. “Pero habrá que ocuparse de unas cuantas cosas”, añadió. “El futuro presidente (Bush) enfrentará desafíos y debemos darle una oportunidad de resolverlos, y no tratar de hacerlo nosotros por anticipado”, concluyó. El anunciado plan de Bush para poner fin a una recesión es la baja de impuestos, pero el titular de la Reserva Federal Alan Greenspan prefiere una reducción en las tasas.
Los dos discutieron otra cuestión que queda pendiente en la transición: una visita de Clinton a Corea del Norte, donde procurará persuadir a Pyongyang de suspender su programa de misiles a cambio de asistencia económica. “No se llegó a una decisión sobre esto”, dijo el presidente Clinton. “Es interesante, cuando ocho años atrás era yo el que me encontraba con el padre del presidente electo, me dijo que el mayor problema que enfrentamos es el programa nuclear en Corea del Norte, y que podíamos contar con lo que ellos habían hecho para detener el avance norcoreano. Y ahora, como entonces, el gran problema son los misiles norcoreanos. Podemos tener una chance de detenerlos. Y si podemos, creo que deberíamos.” Tampoco hizo comentarios sobre esto Bush.
Corea del Norte no es el único asunto de política exterior que queda pendiente en las últimas cinco semanas de los ocho años de la administración Clinton. Los negociadores israelíes y palestinos están en Washington para tratar de firmar un acuerdo de la hora undécima antes del traspaso de poderes en Estados Unidos y las elecciones del año que viene en Israel.

 


 

BALEARON AL VICEALCALDE DE MOSCU
Buenos muchachos rusos

En pleno centro de la capital rusa, Iósif Ordzhonikidze, vicealcalde de Moscú, fue ametrallado ayer. A las 9.15 de la mañana unos desconocidos abrieron fuego contra el automóvil Nissan de Ordzhonikidze en el céntrico callejón Laeóntievski. El chofer, Iván Petrin, murió instantáneamente.
Ordzhonikidze, sangrando, logró salir del Nissan y llegar hasta la tienda más próxima, desde donde llamó a la policía. De inmediato fue hospitalizado en la clínica de urgencias Sklifosovski y, en un comienzo, se dijo que su vida no corría peligro, ya que la bala le había dado en la cadera. Pero en la mesa de operaciones quedó claro que el proyectil continuó su trayectoria y penetró en el vientre, donde dañó órganos vitales.
Iósif Ordzhonikidze es el vicealcalde responsable de los Asuntos Exteriores de Moscú y supervisa el más ambicioso proyecto urbanístico de la capital, conocido como City; el complejo turístico y hotelero y los juegos de azar. De ahí que al alcalde capitalino, Yuri Luzhkov, no dude de que el atentado contra su cercano colaborador se debe a que “se ha cruzado en el camino de algunos canallas”. Algunos observadores opinan que el ataque contra Ordzhonikidze está relacionado con el último contrato que él ha preparado: la construcción de autódromo Fórmula-1 en la capital, proyecto que prevé inversiones por más de 97,2 millones de dólares. En cualquier caso, está claro que había grupos de mafiosos descontentos con las actuaciones del vicealcalde: hace unos meses fue tiroteado su asesor Borúlnik, quien sobrevivió al atentado.

 

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