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DIRECTV COMPRO LOS DERECHOS DEL 2002 Y EL 2006
El Mundial es mío, mío, mío

El futuro ya llegó: acaba de comenzar la pelea por el más vip de los sistemas de televisión paga, el de las antenas satelitales. Mientras Sky TV inicia su desembarco, su competidora, que ya está instalada, anunció que es dueña de los derechos de los próximos mundiales.

Uno de los murales callejeros que intentan crear una identificación entre DirecTV y el fútbol.

Por Mariano Blejman

La empresa DirecTV conmovió ayer al mundo de la televisión al anunciar que ha comprado en exclusividad los derechos de transmisión para América latina de las copas mundiales de fútbol del 2002 y el 2006. Los derechos, que son también los de las transmisiones radiales, le costaron 400 millones de dólares. El anuncio de la monumental operación, sin antecedentes en la historia de los mundiales, fue formulado durante una teleconferencia, liderada por Gustavo Cisneros, presidente de DirecTV, desde New York, y Joseph Blatter, presidente de la FIFA, desde Suiza.
La novedad subraya que la empresa mexicana OTI, organización que históricamente se encargaba de realizar los acuerdos de televisación de los mundiales de la FIFA, ha sido desplazada del negocio, al menos hasta el 2010. El acuerdo entre la FIFA y DirecTV, que hasta aquí posee apenas 160 mil abonados, incluye los derechos de televisación a la Argentina, Colombia, Chile, México, Uruguay y Venezuela. Los canales de aire, Torneos y Competencias y los operadores de cable deberán negociar con el pulpo del grupo Cisneros si quieren entrar en las transmisiones de los dos próximos mundiales.
El acuerdo incluye, además de los mundiales de selecciones mayores, a jugarse en Japón–Corea y Alemania, respectivamente, las transmisiones del Campeonato Mundial de Fútbol Sub-17, el Campeonato Mundial Juvenil y las Copas Confederaciones hasta el 2005, además de la Copa Mundial Femenina del 2003. También incluye los derechos para la comercialización de la marca, el merchandising y los logos de todos estos certámenes oficiales de la FIFA.
En la Argentina hay, empero, un punto clave a analizar: existe una ley que obliga a que los partidos de la Selección Nacional deban ser transmitidos en directo por un canal de aire, aprobada hace pocas semanas. “Argentina es un país lleno de complicaciones, pero vamos a cumplir con la ley”, explicó Douglas Carter, presidente de la filial local de DirecTV cuando Página/12 le preguntó al respecto. En la Argentina hay un promedio de casi un televisor por hogar y 5.300.000 de abonados a sistemas de cable. Es obvio que la movida de DirecTV implica un shock publicitario que prevé un desplazamiento de público hacia sus antenas satelitales. No es casual que el anuncio se haya producido mientras está desembarcando su competencia satelital, Sky TV.
El convenio con la FIFA tiene un punto que obliga a DirecTV a comercializar los derechos para la televisión abierta y la radio de la ceremonia inaugural, las semifinales y las finales, así como los partidos de los equipos nacionales. La pregunta que medio mundo se hacía ayer en el ambiente de los intereses de pantalla giraba en torno a si los derechos serán vendidos o cedidos a por lo menos un canal, como marca la nueva ley. A todo eso, Carter respondió sin ninguna afirmación, en un castellano precario: “Tenemos intenciones de realizar negocios de buena fe. Por ahora, todos los canales son iguales para nosotros”. Tal vez no todos. Canal 13 es socio de DirecTV en la Argentina.
Blatter ajustó su corbata en Zurich cuando un periodista colombiano le preguntó desde Bogotá: “¿No cree que este acuerdo va en contra de la filosofía del deporte más masivo del planeta, teniendo en cuenta que los sectores que tienen DirecTV en Latinoamérica son escasos?”. “Hemos pensado en la gente lo más posible”, salió del paso Blatter, y se secó la frente con la mano. La empresa de televisión por satélite tiene 1,2 millón de clientes en América latina, en un total de 27 mercados, y pretende utilizar el sistema de pay per view (pagar para ver) también en las transmisiones del mundial. Acaso un final lógico de la historia sea que los partidos de las selecciones locales sean vistos gratuitamente y que el resto resulte pago. Hasta aquí, a partir de 1974, todos los mundiales se vieron íntegramente por televisión de aire, en la Argentina.
Entre los puntos del acuerdo se habla de favorecer al canal de mayor alcance. Algunos operadores argentinos interpretan que eso podría favorecer a Canal 7, que transmite para casi todo el país. Sobre el final, consultado Carter sobre el antecedente de Víctor Hugo Morales, que transmitió partes de la final Intercontinental –cuyos derechos eran exclusivos de Cablevisión– sin autorización, ubicando un televisor en el fondo del estudio, respondió: “Hemos pagado mucha plata, y si nos roban la señal de cualquier modo, vamos a actuar con toda la rapidez del caso para evitarlo”.

 

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