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LA REFORMA PREVISIONAL VA A CONTRAMANO DE LA PLATAFORMA DE LA ALIANZA
Las promesas de campaña “eran imposibles”

Patricia Bullrich, ministra de Trabajo, admitió que el proyecto que impulsa el Ejecutivo se choca con la propuesta de reforma previsional que la Alianza hizo antes de las elecciones. �Sí, es distinta. A mi entender, tal cual estaba planteado era algo imposible�, admitió ayer.

Patricia Bullrich no tuvo vergüenza de admitir el giro de 180 grados en el criterio del Gobierno.

Por Claudio Zlotnik

“El proyecto de reforma previsional que presentó el Gobierno es distinto a lo que dice la plataforma. Sí, es distinto. Es así. A mi entender, tal cual estaba planteado era algo imposible, y por eso el cambio.” Patricia Bullrich, ministra de Trabajo, sinceró ayer el desvío programático de la Alianza en relación con el futuro de los jubilados. La supresión del régimen previsional estatal, la eliminación de la PBU (Prestación Básica Universal) que hasta ahora aporta el Estado y el aumento en la edad jubilatoria de las mujeres no figuraban en el programa de gobierno de la coalición. Por el contrario, en la Carta a los Argentinos, base política en la cual Fernando de la Rúa se apoyó para llegar a jefe de Estado, hay una fuerte crítica a la reforma que por entonces pretendía el menemismo. Y que, en definitiva, era muy similar a la que el actual gobierno intenta sacar.
“Es imprescindible un régimen (previsional) sin excluidos. Es una obligación indelegable del Estado garantizar los beneficios de la seguridad social a todos los habitantes del país”, enfatizaba la Carta a los Argentinos en sus puntos 102 y 103. Ayer bien temprano, a las 6 y 20 de la mañana por Radio Continental, Bullrich admitió que aquellas propuestas resultaron “algo imposible” de llevar a la práctica. Seguramente, la imposibilidad a la que alude la funcionaria se relaciona con el reclamo del Fondo Monetario de llevar adelante la reforma previsional, como precondición para liberar los fondos prometidos en el “operativo blindaje”. Tal como Página/12 reveló en su edición de ayer, José Luis Machinea les garantizó a inversores extranjeros que la Argentina cumplirá con el pedido del FMI y que la reforma saldrá “en las próximas semanas”.
Los cambios en el sistema de jubilaciones fueron planteados por el propio De la Rúa a principios de noviembre, junto a una batería de iniciativas tendientes a sacar del pozo a la economía. La aprobación del Presupuesto 2001, el acuerdo fiscal con las provincias y la reforma previsional fueron las monedas de cambio con las que el Gobierno debía satisfacer al Fondo por el socorro financiero multimillonario. De todas esas pautas, lo único que se adeuda es la reforma previsional.
En sus declaraciones matinales, Bullrich contó que sobre su escritorio tiene un papel que va completando con las semejanzas y diferencias entre lo que prometía la plataforma electoral de la Alianza y lo que efectivamente va cumpliendo el Gobierno. “Lo tengo como un esquema permanente de trabajo”, comentó. Resulta muy interesante prestarse al juego y comparar aquellas promesas y aseveraciones con la realidad que está transitando el Ejecutivo, al menos respecto del sistema de jubilaciones.
En el “Programa de Gobierno” dado a conocer por la Alianza en mayo del ‘99 se aseguraba que era primordial:
“Garantizar los beneficios de los futuros jubilados”.
“Para el cumplimiento de este fin se establecerán las bases de un sistema que afirme definitivamente los principios de solidaridad, universalidad y subsidiariedad”.
“Defender y jerarquizar el componente solidario estatal del régimen mixto, expresado en la PBU”.
“Aumentar la competencia en el sistema de capitalización. Una mayor competencia significará reducir los costos y las comisiones exorbitantes que cobran las AFJP. Nuestro compromiso fundamental con los jubilados es reducir esas comisiones”.
“La reforma implementada por el actual gobierno (Menem) tiene falencias graves que el gobierno de la Alianza corregirá”.
Un año y medio después de aquellos anuncios, el escenario es completamente distinto. Punto por punto, el proyecto de reforma presentado por el Ejecutivo refuta las aspiraciones de la Alianza cuando era oposición. Ahora, desde la Casa Rosada se impulsa:
La eliminación de la PBU para futuros jubilados. Según el proyecto, los trabajadores que se jubilen después de la reforma con un haber superior a los 800 pesos no tendrán derecho a cobrar ese beneficio, que en la actualidad es de 200 a 230 pesos mensuales.
La abolición del sistema previsional público. De sancionarse la norma, cualquier trabajador (sea autónomo o en relación de dependencia) estará obligado a afiliarse a alguna AFJP.
Cambios en la jubilación de las mujeres. Como el Gobierno quiere que las mujeres se retiren a los 65 años, en vez de a los 60 como en la actualidad, se impulsan ventajas para quienes opten jubilarse a la misma edad que los hombres. El proyecto oficial establece que las mujeres que se retiren antes de los 65 años no tendrán derecho al haber mínimo de 300 pesos ni a la Prestación Suplementaria, a crearse en reemplazo de la PBU para los haberes de entre 300 y 800 pesos.
El lanzamiento de la iniciativa generó fuertes tensiones entre el Ejecutivo y los legisladores de la Alianza. No bien el proyecto ingresó al Congreso, los diputados del Frepaso anticiparon que lo rechazarán en su totalidad, mientras que los radicales plantearon introducirle cambios sustanciales. Ayer, la diputada del Frepaso Alicia Castro volvió a criticar al Gobierno por este tema. “Constantemente nos sorprende con medidas impopulares. Además, el contenido de la reforma es inconstitucional, porque la Constitución prevé que el Estado se haga cargo de la previsión social”, señaló.
La alternativa de convalidar la reforma por un decreto presidencial quedó por ahora archivada. Pero la aseveración que Machinea les dio a los financistas de Wall Street permite vislumbrar que el Gobierno volverá a la carga en los próximos días. La reforma previsional figura en la Carta de Intención que Economía firmará con las autoridades del Fondo como una de las condiciones para que el organismo inicie los desembolsos por el auxilio que totaliza 39.700 millones de dólares. Y en la Carta se afirma que saldrá en un plazo “perentorio”.
Los dichos de Bullrich forzaron un contraste entre la Alianza del pasado y ésta de la actualidad. “El país precisa capitales. Necesitamos movilizar la economía, ir de la estabilidad al crecimiento. Y el país que no respeta a sus mayores se olvida de su futuro”, aseveraba Fernando de la Rúa siete años atrás, momentos antes de que el Congreso aprobara la ley de jubilación privada.

 

El Frepaso, en contra

Alicia Castro aseguró ayer que el Frepaso no apoyará la reforma previsional oficial y criticó duramente al Gobierno, al afirmar que “constantemente nos sorprende con medidas impopulares”. “El contenido de la reforma es inconstitucional, porque la Constitución prevé que el Estado se haga cargo de la previsión social”, indicó la diputada del Frepaso. Además, puso de relieve que “Chacho Alvarez dijo que eso sería un límite para la Alianza, ya que el Frepaso se opuso en bloque a la reforma previsional por ley y por decreto”. Asimismo, destacó que “se calcula que si abriéramos el régimen estatal por 180 días, entrarían mil millones de dólares al Estado”. En tanto, la diputada del Frepaso, María América González, presidenta de la Comisión de Previsión y Seguridad Social, consideró que esa reforma debe “ser un debate abierto al consenso de la sociedad, para la garantía y el respeto a las instituciones”. Y recordó que la plataforma electoral de la Alianza se forjaba sobre algunas promesas fundamentales para los jubilados como el “principio de la solidaridad”.

 

El PJ amenaza con ir a la Justicia

El jefe del bloque de Diputados del PJ, Humberto Roggero, adelantó ayer la resistencia “ante la Justicia” si el Gobierno concreta por decreto la reforma previsional, que el ministro de Economía, José Luis Machinea, anticipó como inminente ante un grupo de inversores de Wall Street. “Es una medida inconstitucional”, afirmó Roggero durante una conferencia de prensa en el Salón de los Pasos Perdidos. El Gobierno envió el 27 de noviembre un proyecto de ley a la Cámara de Diputados, donde enfrenta una monolítica oposición del sub-bloque del Frepaso. “No entendemos al Gobierno que castiga a las mujeres con el aumento de la edad jubilatoria, les saca 200 pesos a los jubilados al eliminar PBU y retira al Estado del ámbito previsional al terminar con el sistema de reparto”, afirmó Roggero. Machinea sostiene que los cambios en el sistema jubilatorio son parte de las condiciones impuestas por los organismos financieros internacionales para entregar el blindaje.

 

SUBEN IMPUESTOS A PLAZOS FIJOS. CAYO LA BOLSA
La culpa es de Estados Unidos

A pesar del recientemente conseguido salvataje financiero, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires cayó el 1,8 por ciento. Sin embargo, la baja no respondió a cuestiones locales sino al contexto internacional. La fuerte caída del índice de acciones tecnológicas de Wall Street (-7,12 por ciento) arrastró también al tradicional Dow Jones (-2,51). Las bajas estadounidenses tuvieron un efecto dominó sobre todos los mercados bursátiles de la región. Por la noche, y por lo tanto sin repercusiones en la rueda local de ayer, el Senado convirtió en ley la restitución del impuesto a las ganancias sobre los intereses de los plazos fijos de las empresas y un esquema descendente de alícuotas para el gravamen a los intereses pagados por las firmas comerciales.
Las malas expectativas con respecto a las empresas tecnológicas (índice Nasdaq) se extendieron al Dow Jones, que quedó 2,51 por ciento abajo de su cotización anterior. En San Pablo, la caída del índice Bovespa fue del 4,65 por ciento, la segunda peor del año, después de la del 5,03 por ciento del 13 de abril. En el caso de México, que cayó el 4,99 por ciento, se trató de la tercera más fuerte en lo que va del 2000.
Buenos Aires, aunque acusó el impacto, tuvo una baja menor. Según los operadores locales, la menor baja se debió a que el “efecto blindaje” actuó como soporte. No obstante, el balance de la jornada mostró un amplio predominio de las órdenes de venta, las que no siempre encontraron rápida salida. Al término de la jornada se registraron 34 alzas, 91 bajas y 13 firmas sin cambios. En el grupo de las empresas del Merval las bajas más relevantes fueron las de Central Costanera (-7,14 por ciento), Siderar (5,22) y Telefónica de España (-4,84). En tanto, las subas fueron para Astra (+3,61 por ciento), Telefónica de Argentina (+1,61) y Garovaglio (+1,56). En cambio, los títulos públicos tuvieron movimientos más moderados e incluso algunas series de renta fija cerraron con signos positivos. Los bonos globales con vencimiento en el año 2017 subieron 0,10 y los 2027 cerraron sin cambios.
Por ya anticipadas, las reformas impositivas votadas anoche que afectan a operaciones financieras no tendrán repercusiones importantes. Pero representan dar marcha atrás en dos medidas dispuestas en los últimos dos años. Por una parte, se restableció Ganancias sobre los plazos fijos empresarios, declarados exentos a partir de 1999, y se empieza a dar marcha atrás con el impuesto a los intereses abonados que fuera implementado hace apenas un año.

 


 

Machinea rindió otro examen más en Nueva York

El ministro de Economía, José Luis Machinea, dijo que la carta de intención con el Fondo Monetario, que sellará formalmente el nuevo acuerdo, “está lista” y que será publicada entre hoy y mañana, días en los que podría empezar a llegar al país el primer tramo de créditos del organismo, por 2100 millones de dólares. Machinea tuvo una intensa jornada en Nueva York, donde se reunió con banqueros, inversores y funcionarios del gobierno norteamericano para explicarles los próximos pasos a seguir después del anuncio del “blindaje” financiero. El ministro negó que la demora de la aprobación de la reforma previsional haya retrasado la Carta de Intención con el FMI. Pero insistió con que “se ha enviado el proyecto al Congreso y esperamos tener lista la reforma (previsional) en las próximas semanas”.
Machinea realizó ayer un viaje relámpago a Nueva York, acompañado por el secretario de Finanzas, Daniel Marx, y el subsecretario de Financiamiento, Julio Dreizzen. Allí se reunió primero con directivos de la calificadora de riesgo crediticio Moody’s, que recientemente había bajado la nota de Argentina, sembrando dudas sobre la capacidad del Gobierno de repago de la deuda. Luego almorzó con el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William McDonugh, encuentro del que también participaron los titulares de los directorios de varios bancos extranjeros y una vieja “amiga” de los funcionarios argentinos: Teresa Ter Minassian, hasta hace poco jefa de las misiones del FMI a Argentina y flamante directora del Departamento de Estudios Fiscales del organismo.
Antes de emprender el regreso por la noche, Machinea resumió el resultado del último “road show” en Nueva York:
Dijo que “la carta de intención (que se firmará con el Fondo Monetario) está lista, se encuentra en un trámite administrativo circulando por los departamentos del FMI y será publicada mañana (por hoy) o el viernes”. Según pudo saber Página/12, en esa Carta la reforma previsional figura como una condición para el desembolso del paquete de asistencia financiera del Fondo. Pero, intencionalmente, los funcionarios argentinos obviaron fijarle una fecha límite y sólo incluyeron la frase “en un plazo perentorio”. Machinea volvió a reiterar ayer que la reforma saldrá “en las próximas semanas”, porque la apuesta del ministro es que si se demora más allá del enero en el Congreso, el Presidente recurra a la vía del decreto, con la intención de enviar otra “señal” a los mercados, aprovechando la sensación de fortaleza que el “blindaje” le dio al equipo económico.
Consultado si la reforma previsional y la desregulación de las obras sociales había sido una condición impuesta por el FMI, respondió que “no fue una condición del FMI, sino que se la impuso el Gobierno a sí mismo”.
Según Machinea, “están muy avanzadas las conversaciones con bancos y casas de inversión para un canje de deuda por 7000 millones de dólares”.
Al contar su reunión con los banqueros, Machinea sostuvo que “en ningún momento hubo expresiones de preocupación sobre Argentina. En cambio, todos se mostraron muy optimistas sobre las perspectivas de recuperación económica de la Argentina”, aseguró. Y repitió que en el 2001 “estamos en condiciones de crecer al 4 o 5 por ciento”.
Sobre las versiones sobre su renuncia, confesó que “son tan recurrentes como las versiones sobre el abandono de la Convertibilidad y no creo necesario insistir sobre el tema”.
Cuando le preguntaron si Argentina podría devaluar, tal como lo hizo Brasil, el ministro fue categórico: “Quienes hablan de que se va a abandonar la convertibilidad fallaron y van a seguir fallando durante los próximos diez años. El hecho de que Brasil haya devaluado no significa que Argentina tenga que hacer lo mismo”, concluyó.
Al hablar sobre la posibilidad de que haya una nueva reforma tributaria, lo que se barajó en los últimos días, para lo cual incluso Carlos Alvarez propuso consultar a Domingo Cavallo, reconoció que “se hará una serie de consultas a analistas del sector privado”. Pero advirtió que “no hay que esperar grandes cambios”.
En cuanto a la situación de las provincias, el ministro indicó que “es posible que la semana próxima los gobernadores se reúnan con el Presidente para discutir la limitación de los gastos de las legislaturas y los sueldos de legisladores y concejales”.
En la versión Machinea, los 2100 millones que desembolsará en los próximos días el FMI “quedarían como un colchón, que utilizaríamos en el 2001”. Sin embargo, en la Secretaría de Hacienda admiten que deberán ser utilizados para financiar el agujero fiscal de las cuentas fiscales durante este año.

 

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