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ACUERDO PARA APROBAR EL PLAN DE INFRAESTRUCTURA
Plan canje vetos por votos

La negociación entre los senadores del PJ y el jefe de Gabinete terminó en un acuerdo por el cual el Gobierno dejó de lado algunos vetos al Presupuesto y el PJ vota el plan de obras con leves cambios.

José Luis Gioja, titular del bloque de senadores justicialistas, fue el negociador con Colombo.

Por David Cufré

El Gobierno llegó a un principio de acuerdo con los senadores justicialistas para que sancionen hoy el proyecto de ley de infraestructura. Hasta anoche sólo restaba que Fernando de la Rúa convalidara la negociación que encaró el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, con los legisladores de la oposición. El conflicto surgió a raíz de que estos últimos se negaron a tratar el Plan de Infraestructura hasta que el Ejecutivo se comprometiera a no vetar los artículos del Presupuesto 2001 modificados por el Senado. Aunque ambas leyes no tengan ninguna conexión, quedaron entrelazadas por una pulseada política. Pulseada que ayer quedó básicamente resuelta, con sendas concesiones de ambas partes, lo que permitiría que finalmente se apruebe el programa de obras públicas para el próximo lustro.
Como suele ocurrir en estos casos, el Gobierno y los senadores del PJ intercambiaron acusaciones hasta que la negociación se encarriló. Al margen del tema de los vetos al Presupuesto, los senadores propusieron dos cambios al Plan de Infraestructura. El Gobierno aceptó ambos. El primero beneficia a las constructoras extranjeras radicadas en el país, pues en el proyecto oficial tenían vedada su participación en licitaciones superiores a 45 millones de pesos y ahora el Ejecutivo habilitará esa posibilidad. En segundo término, el Gobierno accedió a que la comisión encargada de administrar las obras esté conformada por tres representantes de la Nación y tres de las provincias, todos ellos con acuerdo del Senado. La propuesta anterior establecía que habría cinco delegados de la Nación y sólo uno de los distritos del interior.
Resuelto ese tema, el Gobierno y los senadores llegaron al si- guiente acuerdo respecto a la redacción final del Presupuesto 2001:
u Los legisladores aceptaron que el Ejecutivo vete el artículo 18, que establecía la reposición a los empleados públicos del 12 por ciento de sus salarios. José Luis Machinea insistió en que ese punto debía ser suprimido, pero la demora de De la Rúa en tomar una decisión habilitó la presión del justicialismo por sostenerlo. No obstante, ahora los senadores resignarán esa pretensión.
uEn contrapartida, el Ejecutivo aceptará la modificación del Senado a la distribución de los recursos del Fondo Nacional del Tabaco. El proyecto de Presupuesto del Gobierno asignaba una partida de 186 millones de pesos para ese programa. Los fondos que se recaudaran por el impuesto a los cigarrillos que excedieran ese límite serían dejados en una cuenta especial, para ser derivados al subsidio del 2002 a las provincias tabacaleras. Los senadores dispusieron que los recursos excedentes también vayan a esas provincias. Y así lo aceptará ahora el Ejecutivo.
u También se llegó a un entendimiento con respecto al régimen de promoción regional. El Gobierno no vetará la distribución de los fondos que se recauden por la cancelación anticipada de diferimientos impositivos. El Senado votó que los ingresos por el pago de las empresas de esos gravámenes serán distribuidos en un 90 por ciento para la Nación y en un 10 por ciento para las provincias beneficiadas por el régimen promocional.
Aunque las cuestiones son eminentemente técnicas, tienen su implicancia económica. De allí que los senadores justicialistas defendieran los artículos del Presupuesto vinculados a recursos para las provincias. Pero tampoco les interesaba que la sangre llegara al río y se frustrara la aprobación del Plan de Infraestructura, del que las provincias son igualmente beneficiarias. Por eso accedieron a que se deje sin efecto la restitución salarial a los empleados públicos, un punto al que el Gobierno se opuso con firmeza. Por su parte, el Ejecutivo apuesta a que el programa de obras públicos dinamice la economía. Además, se trata de una de las pocas iniciativas que le puede reportar rédito político. Y por eso hizo sus respectivas concesiones.

 


 

MAKON EXPLICO ASPECTOS DE LA REFORMA DEL ESTADO
Una reforma con incentivos

El Poder Ejecutivo confía en poder mostrar signos de vitalidad en las próximas semanas a través de la formulación del postergado proyecto de Reforma del Estado. Marcos Makón, secretario de Coordinación de la Jefatura de Gabinete, precisó ayer que los principales lineamientos del proyecto están dados por la elaboración de “planes estratégicos y reingeniería” en Educación, Sigen, Anses y AFIP; reformas en el sistema de compras del Estado y una reformulación del sistema de capacitación del personal estatal que contemple un régimen de premios o incentivos por cumplimiento de objetivos y ahorros presupuestarios.
El Gobierno tiene la intención de que la propuesta sea resuelta por ley en el Congreso, pero no descarta que algunos aspectos parciales se definan por decretos o resoluciones. La meta siguiente del gobierno nacional es alcanzar un pacto con los gobernadores para la reforma de los Estados provinciales, objetivo que se confía alcanzar antes de abril.
“Yo creo que este tema de la modernización del Estado tiene que plantearse como una política de Estado, por eso se está hablando de un proyecto de ley”, puntualizó Makón, que además reclamó “dejar de lado estas suspicacias que hay de que la reforma del Estado significa echar a funcionarios públicos”. Al ser consultado en una entrevista por Radio Del Plata sobre los principales lineamientos de la reforma, señaló que son, “en primer lugar, introducir nuevas herramientas para mejorar la gestión pública; segundo, la elaboración de planes estratégicos y reingeniería de determinadas áreas, y tercero, las reformas que llamamos horizontales: un nuevo sistema de compras, la reformulación de todo el sistema de capacitación y la introducción de un sistema de incentivos, es decir, premiar al buen funcionario”.
Makón se explayó sobre algunos de estos aspectos, apuntando que para el nuevo sistema de compras “que prevea en el futuro las compras a través de Internet” se está preparando un proyecto de ley. En cuanto a los incentivos, indicó que “sería una especie de contrato que va a firmar el jefe de Gabinete con los ministros, por el cual éstos y las máximas autoridades de organismos descentralizados se comprometen a cumplir determinados objetivos y políticas, y en la medida que los alcancen y logren ahorros presupuestarios, éstos podrán ser destinados a premiar a funcionarios”. Pero diferenció este esquema del propuesto por el Congreso en el artículo 18 de la Ley de Presupuesto, que propone reestablecer la porción de salarios públicos descontados este año en caso de ahorros de cada repartición. “Tal como quedó, no hay un tema de incentivos, no plantea cumplimiento o no de políticas; la decisión del Gobierno es vetarlo, pero creo que nosotros vamos a trabajar en una propuesta alternativa”, informó.

 

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