Después de 21 años, finalmente la Justicia condenó
al ex capitán del Ejército Rafael López Fader a cinco
años de cárcel de cumplimiento efectivo, por el primer secuestro
extorsivo contra el empresario Osvaldo Sivak, cometido en agosto de 1979.
El fallo, dictado por el juez federal Gabriel Cavallo, le da un cierre
judicial al primer secuestro del hombre de negocios, quien en 1985 fue
nuevamente capturado y luego asesinado por una banda de policías
en actividad. En la misma sentencia, fue absuelto el también ex
capitán Roberto Fossa.
La Justicia consideró probado que Sivak, el 7 de agosto de 1979,
fue secuestrado en Cerrito y Avenida Libertador por dos individuos que,
a punta de pistola, se subieron al Dodge Polara bordó del empresario;
tras unos 20 minutos de marcha, los captores lo cambiaron de vehículo,
hasta llegar al lugar de cautiverio. Los secuestradores se comunicaron
con la familia de Sivak y pidieron dos millones de dólares por
su liberación. El dinero tenía que ser depositado en Díaz
Vélez y Bustamante, el 8 de agosto. Ese día, cuando su padre
Samuel iba a pagar el rescate, la policía le avisó que su
hijo iba a ser liberado, lo que ocurrió a la madrugada siguiente,
cuando Sivak apareció ileso en una calle de la localidad bonaerense
de Remedios de Escalada.
Sin embargo, ese primer secuestro del empresario estuvo rodeado de circunstancias
oscuras; cuando la policía rodeó el lugar donde la familia
de Sivak debía depositar el rescate, fueron detenidos los subcomisarios
José Ahmed y Alfredo Vidal, quienes casualmente se
encontraban allí. En su momento, también se mencionaban
como miembros de la banda de secuestradores a los principales Ricardo
Taddei y Ricardo Troncoso, y al comisario inspector Fioravanti, además
de López Fader. Todos fueron dados de baja por sus fuerzas, pero
la causa judicial fue rápidamente cerrada.
No obstante, López Fader no se quedó sin trabajo; como premio
por su participación en el secuestro de Sivak, la dictadura lo
envió a Centroamérica, para entrenar en métodos
contrainsurgentes a la contra nicaragüense. La causa por el
primer secuestro extorsivo de Sivak se reabrió en 1985, aunque
sólo en 1989 se dictó la prisión preventiva de López
Fader y Fossa. Sin embargo, gracias a sucesivas idas y vueltas judiciales,
los dos ex capitanes pudieron salir en libertad en 1995.
En 1993, durante uno de los fugaces pasos de López Fader por la
prisión, Página/12 reveló que allegados al secuestrador
le habían pedido al entonces presidente Carlos Menem que indultara
al ex miembro del Batallón 601 de Inteligencia. Sin embargo, el
jefe de Estado dijo que no pensaba darle a López Fader esa posibilidad.
Volviendo al fallo del juez Cavallo, el magistrado recordó la
magra y no casual labor policial desde el inicio de las actuaciones
y la sugestiva baja de López Fader y los demás,
simultánea a la liberación de Sivak. Cavallo concluyó
que los indicios conducen lógica y naturalmente sobre la
certeza de la autoría de López Fader en el secuestro extorsivo
de Osvaldo Sivak. En cuanto a Fossa, el juez basó su absolución
en que los argumentos para en su contra son endebles.
WILSON
DOS SANTOS LLEGA PARA SER INTERROGADO
El hombre que mentía demasiado
Por Raúl
Kollmann
Hoy, a las ocho de la mañana,
llega a Buenos Aires el testigo estrella del caso AMIA, el brasileño
Wilson Dos Santos. En el mismo aeropuerto de Ezeiza estará esperándolo
el juez federal que pidió la extradición desde Suiza, Claudio
Bonadío, quien le leerá la acusación: a Dos Santos
se le imputa falso testimonio agravado, por haber mentido respecto del
atentado contra la AMIA. Bonadío le dirá al brasileño
que puede optar entre designar un abogado particular o que se haga cargo
del caso un defensor oficial, pero en cualquiera de las dos alternativas,
deberá declarar ante el juez antes del viernes 29.
En verdad, Dos Santos no puede ser interrogado sobre el atentado mismo:
se lo juzgará por sus mentiras. De todas maneras, en fuentes tribunalicias
se dice que si el brasileño aporta algo a la investigación
del expediente AMIA es probable que recupere la libertad rápidamente.
De lo contrario, afronta al menos un año de cárcel.
Lo que Dos Santos debería explicar es cómo supo, quince
días antes de la bomba contra la AMIA, que se iba a producir el
atentado. Es que a principios de julio de 1994, el brasileño se
presentó en los consulados de Argentina, Brasil e Israel de la
ciudad de Milán y anticipó que iba a producirse un atentado
contra un edificio, en refacciones, de la comunidad judía de Buenos
Aires. Ese edificio fue la AMIA.
Todo indica que Dos Santos aceptará que se le designe un defensor
oficial. Se prevé que no tendrá dinero para pagarse un abogado.
En aquel momento, Dos Santos declaró ante la Policía Federal
que supo del atentado porque cuando vivió en Buenos Aires casi
un año, en 1992 estuvo vinculado con un grupo de iraníes,
entre ellos la inefable prostituta Nasrim Mohtari. La mujer le confesó
que tuvieron actuación en el atentado contra la embajada de Israel
y después le habría dado a entender que iba a participar
de un nuevo ataque en Buenos Aires. Esto es lo que llevó a Dos
Santos a hacer la advertencia en Milán. El problema es que después
de declarar todo eso ante la Federal incluyendo detalles de nombres
y domicilios fue llevado ante el juez Juan José Galeano.
Frente al magistrado dijo que todo lo que había contado era una
mentira y que sólo fue una fábula que inventó para
hacer unos pesos timando a un periodista brasileño. Galeano lo
denunció por falso testimonio, la causa cayó en el juzgado
de Bonadío y, como se trataba de un delito excarcelable, se le
concedió la libertad con la condición de que se mantenga
en el país hasta ser juzgado. Dos Santos desapareció casi
de inmediato y este año fue capturado en Suiza. Bonadío
podrá preguntarle por qué mintió, aunque lo que se
quiere saber es cómo obtuvo la información de que se iba
a producir el atentado.
UN
FALLO CONTRA GAITH PHARAON
No pudo lavar su culpa
Malas nuevas para
el magnate Gaith Pharaon. La Cámara en lo Criminal Federal decidió
mantener abierta y dispuso que prosiga el trámite de una investigación
penal para determinar si Pharaon construyó un lujoso hotel de la
Capital Federal con dinero proveniente del narcotráfico.
La Sala II del tribunal rechazó según afirmaron fuentes
judiciales un planteo a través del cual la defensa del imputado
aducía prescripción de la acción penal para solicitar
el cierre de la causa sobre lavado de dinero. No es la primera
vez que los abogados del magnate enfrentan una decisión de este
tipo. La primera de ellas fue tomada por la jueza María Servini
de Cubría. En ese entonces, el abogado de Pharaon, Carlos Caride
Fitte, insistió con el argumento de la extinción de la acción
por el transcurso del tiempo sin que se produjeran hechos en la pesquisa.
Pero los camaristas dijeron que como la construcción del hotel
Hyatt concluyó en un momento no determinado de 1992, no ha
transcurrido el plazo legal para que el imputado se libere del reproche
penal.
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