Por Washington
Uranga
Hugo Moyano, secretario general
de la CGT disidente, visitó ayer en la sede de la curia metropolitana
al arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, para invitarlo a participar
de la Navidad solidaria organizada por el nucleamiento sindical
y que se llevará a cabo en la noche del domingo 24 en la Plaza
de Mayo. Al término de la brevísima reunión que
según voceros del arzobispado no duró más de dos
minutos, Moyano dijo que la Iglesia comparte esta forma de
ayudar a la gente, de compartir momentos difíciles. Por su
parte, fuentes del arzobispado porteño pusieron seriamente en duda
que Bergoglio acuda al encuentro dado que debe participar de actos litúrgicos
propios de la celebración católica de la víspera
de Navidad.
Según Moyano, la convocatoria a la Plaza de Mayo para una Navidad
solidaria el domingo por la noche no será un acto político
sino un mensaje para el Gobierno acerca de que es necesario
cambiar esta situación. El sindicalista dijo que no
habrá ningún discurso, no es un acto político sino
que va a ser un mensaje para la sociedad y, en particular, para el Gobierno,
de que hay muchas necesidades en la gente.
El sacerdote Luis Farinello, que hace pocas semanas recibió el
permiso de su obispo, Jorge Novak, para postularse como candidato en las
elecciones legislativas del año próximo, será el
encargado de bendecir los alimentos que recibirán quienes se acerquen
a la mesa que será tendida en la Plaza de Mayo. El propio Hugo
Moyano y el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, han acompañado
a Farinello en varias de las presentaciones públicas hechas con
posterioridad al lanzamiento de su candidatura.
El encuentro entre Moyano y Bergoglio se dio en el marco de la ronda de
saludos que el arzobispo recibe, de fieles y autoridades, cada año
con ocasión de las Fiestas navideñas. En este contexto fue
que Hugo Moyano se acercó hasta la sede de la curia metropolitana
y fue recibido por el arzobispo porteño. La ocasión fue
aprovechada por el dirigente sindical para explicarle brevemente a Bergoglio
la intención de la llamada Navidad solidaria y extenderle
la invitación para que el arzobispo participe de la iniciativa
que impulsa la CGT disidente.
Esa noche (del domingo 24) la queremos pasar en paz dijo Moyano
al salir del arzobispado, pero con el mensaje de que hay que producir
cambios para que la gente no sufra tanto. El declaraciones a Todo
Noticias el dirigente señaló que el año
2001 será muy difícil mientras tengamos este modelo económico
que excluye a la gente. Agregó que no tenemos demasiadas
expectativas y no descartó que se organizara un año
nuevo solidario para la noche del 31 de diciembre.
La visita de Moyano a Bergoglio se enmarca dentro de la estrategia del
dirigente sindical en busca de acercamiento a la Iglesia Católica
y que ha tenido eco hasta el momento en la llamada mesa del consenso,
una iniciativa respaldada por el cardenal Raúl Primatesta, presidente
de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. El principal operador
de los lazos de Moyano con la Iglesia es el laico Guillermo García
Caliendo, secretario ejecutivo de la misma comisión episcopal,
la persona a quien desde el Gobierno se ha acusado de hacer oposición
política escudado en su condición de funcionario de la Iglesia.
García Caliendo fue el primer orador en el acto de fines de mayo
convocado por la CGT disidente, lo cual generó un cimbronazo interno
entre los prelados.
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