Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Lo que queda de Milosevic a punto
de caer al basurero de la historia

Después de la revolución electoral y callejera de setiembre-octubre, el régimen de Slobodan Milosevic en Serbia conservó un poder parlamentario que se evaporará en las elecciones de hoy.

Un muchacho pasa junto a un depósito de residuos con un poster contra Milosevic y su esposa.

Por José Comas
Enviado especial a Belgrado

Algo más de 6,5 millones de serbios, convocados hoy a las urnas para elegir el nuevo Parlamento, podrán escoger entre ocho coaliciones o partidos. No obstante, sólo la Oposición Democrática de Serbia (DOS), del presidente federal de Yugoslavia Vojislav Kostunica, tiene asegurada una victoria, que los sondeos demoscópicos pronostican arrolladora. El filósofo de 48 años Zoran Djindjic, cabeza de lista de la DOS y candidato al puesto de primer ministro de Serbia, declaró ayer en Belgrado a un grupo de periodistas que la DOS espera lograr más de un 60 por ciento de votos. Los sondeos pronostican hasta un 71 por ciento de intención de voto para la DOS.
En tres meses las cosas han cambiado mucho en Serbia. La oposición al régimen del derrotado y derrocado ex presidente Slobodan Milosevic, hace medio año dividida en una sopa de letras de partidos, grupos y grupúsculos, se presenta a las elecciones de hoy unida bajo las siglas de la DOS. Según los sondeos, la DOS amenaza con arrasar. Los partidos que apoyaron, en mayor o menor medida, al régimen de Milosevic, acuden a la elección divididos en siete siglas o logotipos, de los que sólo el Partido Socialista de Serbia (SPS) tiene asegurada la entrada en el Parlamento al rebasar el 5 por ciento, porcentaje mínimo exigido para conseguir escaños. Los sondeos pronostican un 13 por ciento para el SPS de Milosevic.
Además del SPS, sólo los ultranacionalistas radicales (SRS), del fascistoide Vojislav Seseli, que hasta octubre pasado participaban en el gobierno de Serbia, cuentan con posibilidades de romper la barrera fatídica del 5 por ciento, si logran el 7 por ciento que les otorga la demoscopia. El Movimiento de Renovación Serbio (SPO), del errático populista Vuk Draskovic, quien unas veces en el pasado estaba tajantemente contra Milosevic y otras en luna de miel, se mueve, según las encuestas, por el filo de la navaja del 5 por ciento, con bastantes posibilidades de desaparecer de la escena política serbia.
Las restantes cuatro opciones están condenadas al fracaso y a quedarse sin un solo diputado por no rebasar el 5 por ciento. Todos ellos juntos no sumarán más que un 3 por ciento, según los sondeos. Pese a su insignificancia, merece la pena analizar su composición, porque reflejan una Serbia en vías de desaparición. La Izquierda Yugoslava (JUL), una secta marxista que dirige Mira Markovic, la esposa de Milosevic, está condenada al fracaso al presentarse en solitario y sin formar coalición, como en anteriores elecciones, con los socialistas del déspota derrocado. JUL se ha ganado el odio del pueblo serbio. Durante años, se parecía más a una organización mafiosa que a un partido que se autodefine como marxista. Su dirigente Mira Markovic afirmaba que la riqueza no está reñida con el marxismo y aportaba el ejemplo de Federico Engels, buen marxista coautor del Manifiesto Comunista y a la vez acaudalado propietario, que cubría los agujeros de un Marx que olvidaba con frecuencia ocuparse de su infraestructura económica.
El Partido de la Unidad Serbia (SSJ) es un grupúsculo heredero nada menos que del paramilitar tristemente célebre Zeljko Raznatovic, más conocido como Arkan, asesinado el 15 de enero de este año en el vestíbulo del mismo hotel de Belgrado donde ayer se reunía el principal candidato de la DOS, Zoran Djindjic, con los observadores parlamentarios de los países de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). El partido de Arkan no tiene la menor posibilidad de lograr los cinco diputados que consiguió en 1992, pero ha contribuido sin duda al folklore electoral. Uno de sus anuncios en televisión mostraba al grupo de sus candidatos santiguándose al mismo tiempo delante de una Iglesia ortodoxa.
Completan la lista de partidos dos escindidos del SPS de Milosevic. Se trata del Partido Socialdemócrata Serbio (SSP), que dirige Zoran Lilic, el ex presidente de Yugoslavia anterior a Milosevic, y el Partido Democrático Socialista (DSP), de Milorad Vucelic, ex director de la televisión serbia (RTS). Estos dos destacados socialistas han roto con el SPS y con Milosevic, a quien acusan de haber llevado al socialismo serbio al desastre. Ambos pretenden crear una corriente socialdemócrata en Serbia, comparable a la socialdemocracia occidental, pero no han sido capaces de unirse bajo unas siglas comunes.
Djindjic declaró ayer a un grupo de periodistas, tras reunirse con los parlamentarios de la OSCE: “Espero, según los sondeos, sacar más de un 60 por ciento. La gente considera esta elección como una culminación de lo iniciado en setiembre con las reformas políticas [derrota electoral de Milosevic] y espera que lleguen las reformas económicas, que se noten las reformas económicas igual que las políticas”. Según Djindjic, “Milosevic ha desaparecido definitivamente y creo que no tiene ninguna posibilidad de volver”. El futuro primer ministro sostiene: “De momento, no hay alternativa a la DOS, que es el resultado del consenso de la sociedad sobre la necesidad de la democratización”.

 

PRINCIPAL