Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


Rico, con la gorra camuflada,
le hizo un contraescrache a HIJOS

Con una tropa mixta de policías, pesados y empleados del municipio obligados a asistir, el intendente de San Miguel protegió al represor Mario Zimmerman de un escrache.

Rico puso a sus tropas frente a la casa del teniente coronel, en Bella Vista, para cuidarlo.

Por Victoria Ginzberg

“Los vecinos de San Miguel no queremos odio ni violencia”, decían los pasacalles que el intendente Aldo Rico hizo colgar la semana pasada en la zona de Bella Vista. La frase de los carteles se contradecía con la actitud del ex líder carapintada, que movilizó a la Policía Montada, al Cuerpo de Infantería –con armas largas y perros– a matones y empleados municipales para provocar a los miembros de la agrupación HIJOS, que habían organizado un escrache contra el teniente coronel Mario Zimmerman. Rico, que estuvo en persona frente a la casa del represor, debió replegar sus tropas porque los manifestantes decidieron hacer su acto a tres cuadras del lugar programado.
El viernes pasado por la tarde, mientras repartían volantes a los vecinos de Bella Vista y hacían pintadas para anunciar la realización del escrache, tres HIJOS –dos varones de 22 y 25 años y una mujer de 17– fueron detenidos por efectivos de la comisaría segunda de San Miguel. Los jóvenes estuvieron demorados hasta las once de la noche. Sus compañeros, que esperaban en la puerta del destacamento policial, tuvieron que soportar las chicanas de los oficiales. “Veinte minutos más de tortura y salen”, contestaban sonriendo los policías ante la pregunta ansiosa de “¿Cuándo los largan?” que les hacían los miembros de HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio).
Los arrestos fueron un presagio. La policía de Rico sabía del escrache y no iba a dejar las cosas como estaban. Pero la actividad estaba organizada y, como ya se había hecho un escrache anterior en la zona –al represor Norberto Bianco– los HIJOS decidieron no dar marcha atrás. Lo que no se imaginaban era que el mismísimo intendente de San Miguel se iba a presentar en persona para “defender” la casa del represor Zimmerman, que actuó durante la última dictadura militar en Tucumán, bajo las órdenes del dictador Antonio Domingo Bussi.
Los manifestantes, entre los que había miembros de HIJOS, representantes de otros organismos de derechos humanos y militantes de partidos de izquierda, se reunieron el sábado pasado a las 18.30 en Ricchieri y San Martín. De allí tenían previsto marchar hasta la casa de Zimmerman, pero cuando se enteraron de que Rico, con una gorra camuflada, supervisaba a seiscientas personas preparadas para hacerles un “antiescrache” y desatar una segura represión, decidieron hacer su acto donde se encontraban.
El diario local La Hoja, que estuvo en el lugar, reportó que los miembros del staff político de Rico comentaban que habían participado de la movilización riquista porque el secretario de Gobierno Oscar Zilocchi los había amenazado con echarlos si no asistían. Zilocchi comandó junto a Rico el operativo para “defender” a Zimmerman. Pero ambos estuvieron escondidos atrás de su “fuerza de choque” ubicada frente a la casa del escrachado.
“Si no pasó nada fue porque decidimos no contestar la provocación, nos quedamos a tres cuadras. Los pasacalles decían que los vecinos de San Miguel no quieren violencia. La agrupación HIJOS no quiere violencia; lo que queríamos era hacer el escrache tranquilos y que la gente se enterara quién es el tipo que vive ahí”, dijo a Página/12 María Crescente, de HIJOS.
El hombre por el que Rico movilizó la Policía Montada, el Cuerpo de Infantería y una tropa de empleados municipales, es Mario Albino Zimmerman, que fue jefe de la policía tucumana entre abril de 1976 y julio de 1977. Zimmerman fue responsable del centro clandestino de detención que funcionó en el Departamento Central de la policía tucumana, conocido como “Jefatura”. Y fue testigo de los fusilamientos de la adolescente Ana María Corral y de Juan Falú, llevados a cabo personalmente por Bussi. Está libre por la Ley de Obediencia Debida pero no puede salir del país porque eljuez español Baltasar Garzón lo incluyó en la lista de los militares argentinos con pedido de captura internacional.

 

Festival de las Abuelas

“Esta es una fiesta contra la dictadura, por la libertad y por la democracia. La juventud está presente y eso nos alegra mucho porque estos chicos son el futuro. Esperamos poder seguir encontrando nietos”, dijo ayer Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, en la histórica plaza donde la organización brindó una fiesta. En el escenario montado especialmente para el festival actuaron en total 18 murgas. Carlotto explicó que el festival que organizaron las Abuelas fue para que los chicos que creen que son hijos de desaparecidos “no se queden con la duda” de su identidad. En el festival también se representó una obra de teatro dirigida por Daniel Fanego. La obra se llama “A propósito de la duda” y es sobre el tema de los hijos de desaparecidos que fueron secuestrados de bebés. Actuaron Pepe Monje, Valentina Bassi, Diana Lamas, Manuel Callau y Esteban Prol, entre otros. Hubo también grupos invitados y el cierre del evento estuvo a cargo de la Bersuit Bergarabat. “Lo que el poder divide por arriba, la gente lo junta por abajo”, dijo uno de los presentadores desde el escenario cuando comenzaron a actuar las murgas.

 

PRINCIPAL