Por Alejandra Dandan
Desde
Pinamar y Mar del Plata
Rebajas a toda costa. Podría
tratarse de una nueva tendencia de temporada, pero no. La rebaja es la
alternativa con la que la costa sale a la captura de clientes. Apabullados
por los precios uruguayos y brasileños, los operadores turísticos
se empeñan en promover lo que será ahora sí la moda
top del verano: el pichuleo. Página/12 recorrió Mar del
Plata, Pinamar y Cariló tratando de entender los términos
beligerantes de una oferta que intenta revertir las caídas del
18 al 30 por ciento que dejó como saldo el último verano.
Para ganar, vale todo: incluso devorar clientes con promociones insólitas
que regalan desde 15 días de carpa hasta travesías en las
que Expedición Robinson se promueve como nuevo dogma
de temporada. La playa se produce y la crisis la convierte en fábrica
de inventos. Sus fabricantes le anticiparon a este diario cómo
imponen el nuevo after beach donde la permanencia en la playa se premia
con fiestas y tragos libres. Y mientras suben las apuestas, Mar del Plata
está dispuesta hasta al escándalo: habrá nudismo
beach en temporada.
Y estamos un poquito más bajo, no en consultas sino en reservas.
Oscar Gonnet cuenta la caída en diciembre de un 10 por ciento.
En su despacho al fondo de la inmobiliaria, mueve algunos papeles y se
apura a mostrar las cifras de su último cd: no es músico
sino uno de los hombres del comercio local que reniegan para ganarle a
la crisis que, dice, ha introducido este año 20 por ciento más
de casas al mercado para ventas y alquileres. No son el resultado de más
construcciones sino la alternativa de dueños obligados a deshacerse
de gastos.
Rebajas a toda costa
Todo por dos pesos y el que vende a cuatro, en la costa, seguro que está
en otra película.
Hay varios fenómenos que presionan sobre todo a los comerciantes
para bajar sus números. El antecedente más oscuro es Brasil,
que desde el año pasado se ha convertido en gran ladrón
de los turistas que prolongaban sus estadías en estas playas. A
eso se sumó la crisis que en Mar del Plata bajó un 18 por
ciento el gasto per cápita de los turistas y en Pinamar dejó
entre un 20 y 30 por ciento menos de ventas. Pero allí no termina
nada: la crítica situación del puerto marplatense y las
textiles que han provocado el cierre del 50 por ciento de los locales
de Juan B. Justo generó por estos lares aún más mano
de obra excedente.
Fue un invierno terrible, terrorífico, terrorífico.
El negocio ni se mantenía suelta Andrés Tudor, dueño
del locutorio de Bulevar Marítimo y Urquiza, sin que nadie pregunte:
ésa es la verdad, hasta último momento trabajábamos
a pérdida.
Pero los motivos no se detienen. A la oferta brasileña este año
le agregan la uruguaya y el extraño movimiento de los sponsors.
Tengo un lote cerca de Bunge y Libertad que se lo vengo ofreciendo
a medio mundo para promociones. Hablé con Mercedes Benz...
¿Cuál es la explicación?
Que no les interesa dice Silvina Melgarejo, dueña de
Construcciones del Bosque en Cariló, sobre un lote de 30 mil dólares.
Hasta el año pasado los sponsors funcionaban como aliados mágicos
para cerrar negocios. Pero ya no. En Pinamar y Cariló, donde habían
hecho el aterrizaje más fuerte, sólo han quedado dos paradores
con cartel asegurado: Pizza Banana y Philips, y allí las marcas
aturden. Hay clases gym con Nestlé, se toma sol con auriculares
Philips, el bronceado lo aceita Hawaiian Tropic y Terra protege con un
gorro. Pero son sólo dos los estables, porque los sponsors generan
ahora su propia moda top en tiempo del dos por uno: Promoción express.
Vienen, hacen el trabajito y se te van, prefieren estar un fin de
semana con vos, hacer una campaña furiosa y seguir a otra playa.
Así para Mario de Santis en un mes consiguen rastrillar toda la
costa.
Mario hace cumbre, está bajo la punta redondeada de uno de los
médanos donde Pinamar juega a volverse desierto. Hace un año,
allí donde ahora señala, tenía su parador asociado
a esas marcas de cuatro por cuatro que guerreaban por un lugar en los
médanos.
Y ahora a él, al menos los de YPF le dieron un canje.
Ese él es Oscar Maseiras, el hombre de la montaña. Es así.
Vive aquí entre los médanos más altos, en carpa durante
toda la temporada. Es el que decidió este año pasar de 60
a 50 y de 40 a 30 la hora de alquiler de sus dos tipos de cuatri. Motivo:
la caída de un 30 por ciento en las ventas del año pasado.
Los dos están ahora de cuentas en la montaña. Hay un mate
dando vueltas. Hay cielo y agua abajo todavía despejada. Suzuki
ex socia de De Santis el año pasado trajo 450 mil para
invertir: ahora trajeron 60.
Cerro abajo, lejos de los médanos todavía en Pinamar, Fernando
Macca asegura que está dispuesto a alquilar sus bicis por 45 minutos
y cobrar media hora que es lo mismo que van a hacer los de la panadería,
pero en vez de bici con la docena de facturas van a regalar dos más.
Por eso Macca espera ahora que Juan José Rodríguez, el de
Turismo, se apure con los stickers que oficializarán aquí
la campaña del dos por uno.
Es que los encargados de Turismo han lanzando promociones al estilo mediático.
Pinamar te da más le han puesto aquí a lo que
en Mar del Plata Carlos Patrani llama Hola. Allí Telefónica
se asoció para repartir cinco millones de tarjetas que forzarán
a hoteleros a rebajas de hasta 33 por ciento y a los dueños de
puestos de comida a bajar los precios locales un 20.
Y lo del sol, óigame bien, qué me dice, cómo
se arregla, porque Brasil tiene sol asegurado.
En la puerta de calle, Melina Arena tiene, por las dudas, un tarro con
sombrillas a 45 pesos. La dueña de Melinas, artículos
de playa, está algo preocupada por lo caro que está
todo, todo pagábamos más caro lo dice por tercera
vez, gastamos más de lo que recaudamos. Tiene el local
sobre Bunge, en Pinamar. Y... sobre el stock no hay cambios porque
el servicio dice hay que darlo igual, lo que sí aquí
le sale: cambió el público, se ve con lo que vendemos.
¿Por ejemplo?
Heladeras de telgopor que jamás habíamos vendido.
¿...?
Que no me gustaba, pero qué se le va a hacer... hay que entrar
en la época.
Desnudos
La fábrica de inventos se detiene ahora en un balneario de Mar
del Plata. Carlos González es arquitecto.
Te lo voy a decir como les gusta a ustedes desafía:
no estoy de acuerdo con el concepto de ocio contemplativo.
Es dueño de la Caseta, ese parador blanco inaugurado a mediados
de los ochenta detrás del faro, donde este sur se empecina en atrapar
al fashion ABC1 de paso por estos lares. El desacuerdo de Cuchillo su
seudónimo más atractivo se traduce en su playa vestida
de gala mediterránea. El business center gancho top
del año pasado se redujo para relajar; ésa es la onda
relax relax. Y se va caminando mientras explica cómo la web
no dejaba descansar a los grandes que ahora serán asediados ahí
mismo por ese look oriente de los cubos con relleno soft que esperan en
la terraza.
El bar a lo Ibiza de la Caseta está vacío. Dos cocineras
discuten de salsas en una mesa. Un poco más lejos, Cuchillo entra
a la carpa donde funciona El Divino. ¿No es divina? ji
y salió muy barata. La carpa marroquí, dice, es todavía
más linda a la noche cuando en varias playasmás adelante
ya no se oyen los rugidos de las cuatro por cuatro que Mar del Plata también
ha sido obligada a incorporar.
¿Y playas nudistas va a haber o no?
La pregunta no lo sorprende. Carlos Patrani del Entur pide dos cafés,
uno apenas cortado. Ahora tose, sólo un poco.
Y... si me lo preguntan a mí no hay otro en la oficina:
yo digo que no tengo problemas.
Los que tienen problemas son los concesionarios de balnearios: no se animan.
Existe sólo un edicto que en Mar del Plata trabaría la expansión
de playas nudistas. Es aquel que prohíbe el escándalo en
la vía pública. Y como la playa lo es, eso sería
lo único explica Patrani, pero en los lugares donde
no hay gente, se hace.
Y así, la noticia: en Mar del Plata este año habrá
zona liberada para nudistas. Las playas son dos barrancas que se extienden
allá a lo lejos lejísimo, después del
faro: barranca de Los Lobos y La Paloma. Aunque no hay permisos legales,
Patrani los reconoce como los lugares de consumo de los bañistas
más adeptos a la natura que al show off que Moria propone en Santa
Clara.
Robinson made in Pinamar
Recomendación uno: afectos al cigarrillo en todos sus géneros
abstenerse. Recomendación dos: cultores de excesos dionisíacos
dirigirse a los paradores del centro. Recomendación tres: expertos
en sobreequipaje, pensarlo dos veces. Tal vez así puedan pasar.
La travesía sólo será sobrevivida por expertos. Habrá
equipos que entrenarán familias durante toda la temporada (de algo
hay que vivir). Se darán instrucciones para cargar las mochilas
con el equipo de supervivencia necesario. No se admiten extras reemplazando
a nadie en la final. La expedición Robinson made in Pinamar está
por comenzar. Recomendación final, versión dos: esta vez
las cuatro por cuatro quedan afuera.
Trayecto: será el circuito off, o sea bosques y médanos
de la frontera. Modalidad: caminata. Recorrido: depende de quién
organice. Nike larga el 13 de enero cinco horas de caminata. Asics, el
28, un recorrido de ocho kilómetros organizado por el parador Philips.
Un detalle: no habrá recompensas millonarias. Tampoco un mísero
flash que conduzca a la fama.
La fábrica de inventos continúa.
Pero el happy hour es dos por uno del cronista.
Yo le digo happy hour, pero los tragos son libres.
Mike Cameroni prepara un parador que no sólo dará reposeras
y walkman de uso libre, ahora también tragos. Es que es para
mantener a los pibes a la tarde, porque con el deporte no se enganchan,
dice. La moda top entonces: el after beach con dance y tragos. Y metros
más adelante en Pizza Banana la idea se repite aunque nadie aquí
pelea el copyright. En lo de Mike los after beach serán tres veces
por semana con happenings armados por los vinilos de DJ, promovidos ahora
como mascotas de verano.
Fuera de la avenida del mar, en un café se van reuniendo aquellos
que en unos días terminarán de construir esos lugares que
a lo largo del verano terminarán justificando no sólo corridas
y gastos, sino también sus propios mecanismos de vida. Es de tarde,
falta para las copas del Ku y Mike pide un cortado.
No creo que les vaya bien dice sobre Yayo Cossa y Samantha
Farjat a punto de tomar la conducción de Always, otra disco:
es como mezclar el agua y aceite.
Aquí la conquista de marcas ha conseguido un logro: ahora a las
promociones se las llaman Acciones. Así se habla de la Acción
Renault: carpa gigante con video en 3d. La acción no la dicen,
se supone será la entrega de anteojitos.
Yo hasta ahora no pude conseguir ninguna, habrá que esperar.
Dice Jamie Linares, presidente de la Cámara de Concesionarios de
Balnearios de Pinamar y dueño de Bacota, si puede hacer alguna
mención.
Por la crisis bajamos los precios hasta donde podemos dice,
en general hay un 15 por ciento de descuento en carpas y los alquileres
van de 400 a 700.
La máquina está en marcha. Don Jaime instruye sobre los
treinta ítems que ha debido agregarle al balneario porque si no
después de todo, dice, la gente se va al Uruguay. Sauna y masajista
son por lo pronto aquellos incorporados que aquí, alquilando enero,
usted se lleva 15 días de regalo.
Los precios comparados
El verano se prepara mirando al éste. No sólo Brasil
preocupa a los habitantes de la costa, sino también las rebajas
uruguayas. El Entur, en Mar del Plata, está terminando un
análisis comparado de costos entre los tres destinos. Carlos
Patrani, presidente del ente, le aseguró a este diario que,
según sus datos, Mar del Plata se convierte en la opción
más barata. De todos modos, explicó, si las comparaciones
en lugar de hacerse con Río de Janeiro en Brasil se hacen
tomando en cuenta Camboriú o Buzios, los brasileños
corren con ventaja.
Los cálculos se hicieron tomando como base el gasto de una
familia tipo y alquileres análogos en tres destinos. Según
el Entur, los resultados son:
Punta del Este una semana:
1000/1100 pesos.
Río de Janeiro
una semana: 800/900 pesos.
Mar del Plata una semana:
650 pesos.
Aunque el resultado sea alentador, aquí saben que la difusión
no les asegura buena temporada. El Entur está buscando levantar
los datos de temporada pasada. El perfil del turista con el que
trabajan dice que del total, 85 por ciento llega de Buenos Aires
y Capital y el 68 por ciento lo hace en auto. Los hoteles cinco
estrellas, de sólo mil plazas, son los primeros en llenarse.
Por eso Patrani dice: No podemos trabajar una estrategia en
todas las franjas por el presupuesto reducido que tenemos. Por eso
elegimos el ideal ABC1 que genera efecto imitación.
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PROMOCIONES
PARA LAS CASAS Y LOS DEPARTAMENTOS
Si alquila, hasta champán
Por A.D.
Desprevenida nunca más.
Ivanka Bolkovic esta vez decidió hacerlo sola. Mandó la
orden, imprimió diez mil volantes y sin intermediarios caminó
todos, absolutamente todos los lugares posibles de Buenos Aires. Duplicó
la folletería, lo admite, de su local inmobiliario en Pinamar.
A los volantes le agregó página web y rebajas de hasta 20
por ciento en los alquileres. El resultado es el mismo que arrastra toda
la costa: menos reservas que en diciembre pasado, tal vez entre un 15
y 20 por ciento. Más flexibilidad en ofertas, con fracciones de
alquileres diarios. En Cariló, en tanto, esta tendencia convive
con otra: se confirman casas de hasta 20 y 25 mil dólares que llevaban
tres temporadas vacías. Y ya no sólo se ofrece servicios
de mucama o catering a domicilio sino que hasta Mar del Plata promete
champán y algún buen vino para turistas que alquilen esta
temporada.
El ritmo en los contratos de los departamentos y casas de alquiler en
Pinamar, Mar del Plata o Cariló están vertebrados por el
nuevo formato vacaciones que se deja ver en la costa: turistas de cinco
estrellas y de fin de semana. Ese perfil anclado en Mar del Plata tiene
variantes en Pinamar. Allí los propietarios acostumbrados a alquileres
de toda la temporada se desesperan ahora porque los visitantes están
pidiendo demasiado casas sólo por una semana. Y no rinde
así, porque cuando se van tenés que entrar limpiar y los
costos no dan, explica Silvina Melgarejo, de Construcciones del
Bosque, en Cariló. Y sigue: Les damos todo, mucama, catering,
si quieren las compras y te digo: si vienen y me piden alguien que los
apantalle se los doy. La broma tiene un antecedente: las rebajas
en Uruguay es el argumento más fuerte esgrimido por aquí
por los que protestan por los precios.
Muchos aseguran que, de todos modos, el impacto económico de quienes
llegan por tres días y se van es más fuerte de los que están
toda la temporada. Ese criterio está justificado entre los números
del Entur sobre el turismo cinco estrellas promedio de estadía
cuatro días, y parece consensuado entre los administradores
de las 280 mil unidades extra hoteleras que tiene Mar del Plata. Aunque
pocos están dispuestos a abrir casas para alquilarlas sólo
un día, en la ciudad prosperan los contratos de tres y cuatro días.
Para promoverlos, además de descuentos, las inmobiliarias ofrecen
un sistema standarizado de categorías que homologa las casas a
la medición de los hoteles. En lugar de estrellas, los departamentos
se miden en soles. Convertidas en una suerte de administradoras, las inmobiliarias
tejen en torno de las propiedades un equipo que abastece el mantenimiento
y la estructura necesaria para los alquileres. El presidente de la Cámara
de Martilleros, Miguel Angel Donsini, explicó a Página/12
cómo incluso a las rebajas se incorpora ahora un convenio probablemente
con Carrefour para entregar bolsas de obsequio con la llave.
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