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NUEVA ESTRATEGIA COMUNICACIONAL DEL PRESIDENTE
En pleno centro de la escena

Fue a �Telenoche�, a �Videomatch�. Ayer, por largo rato, al programa de Magdalena. El objetivo: demostrar liderazgo y protagonismo.

Fernando de la Rúa saludando a la salida
de la radio.

Por Fernando Cibeira

Pasado el blindaje, el presidente Fernando de la Rúa no quiere perder la iniciativa ni la intención de mostrar un nuevo liderazgo político, uno de los aspectos de su gestión –o de su personalidad– que más veces fue puesto en tela de juicio. En una actitud poco habitual en el año que lleva de Presidente, De la Rúa inició la semana posblindaje con un par de extensas entrevistas radiales en las que no sólo habló de todo, sino que también abrió la posibilidad de firmar tres decretos sobre diversos temas pendientes de definición. “El Presidente quiere demostrar que tiene en claro sus objetivos y que no vacilará en tomar las decisiones que hagan falta para eso”, analizaba ayer un integrante del gabinete.
Los encargados de diseñar la estrategia pusieron como punto de partida la conferencia de prensa en los jardines de Olivos del lunes pasado en la que anunció el blindaje. A partir de ahí se diagramó una serie de apariciones hasta fin de año que mostrarían al Presidente como el conductor que necesita esta “nueva etapa”. “Básicamente, lo que intentamos transmitir es que todos los sacrificios que se hicieron hasta ahora se hicieron para producir las condiciones económicas necesarias para que llegara el blindaje”, respondía ayer uno de los responsables de la política comunicacional del Gobierno.
La seguidilla establecida arrancaba el miércoles pasado con una entrevista a “Telenoche”, el jueves seguía en el programa de Marcelo Tinelli, el viernes con el spot de fin de año mientras que ayer tocó radio, con Magdalena Ruiz Guiñazú, y hoy seguirá con la reunión con los gobernadores justicialistas. Claro que lo que se veía correcto en los papeles luego quedó maltrecho en la realidad con el mal paso dado en lo de Tinelli, en donde el Presidente debió sortear el mal trago de la irrupción de un joven que le reclamó por la situación de los presos de La Tablada.
Por eso fue que el secretario de Cultura, Darío Lopérfido, se enojó con quienes lo criticaron por haber llevado a De la Rúa a “Videomatch” –un programa humorístico en el que lució descolocado– porque no se trató de una aparición puntual sino que formaba parte de una estrategia.
Ayer, el Presidente eligió un ámbito más amigable como son los estudios de Radio Mitre. Allí, se sacó el saco y se preocupó en mostrar un perfil expeditivo sobre las cuestiones que el Gobierno pretende resolver en esta semana: la reforma previsional, el plan de infraestructura y la situación de los presos de La Tablada, en estado crítico por la prolongada huelga de hambre. En los tres casos, el Presidente no descartó la posibilidad de firmar un decreto para cumplir con el objetivo, una salida que hasta hace poco tiempo era evitada a toda costa por la gestión aliancista.
Con todo, luego, con el correr de las horas, algunos voceros de Presidencia aclararon que siempre era mejor que las normas salieran a través del Congreso. Por eso, el Presidente esperaría el encuentro de mañana con los gobernadores en Olivos para terminar de decidir la cuestión. “Si los gobernadores justicialistas nos dicen que apoyan la ley de infraestructura, no hay por qué sacar un decreto”, informaban en la Rosada. Igual, conforme a la nueva tónica de mayor firmeza en la conducción, anticipaban que si los gobernadores vacilaban, el Presidente no dudaría en poner la firma.
“Se ha analizado, lo vamos a resolver porque no puede demorar”, advirtió el Presidente sobre el plan ante Magdalena Ruiz Guiñazú. Otro decreto sería el de la reforma previsional, que tiene la oposición de sus socios del Frepaso pero es una de las exigencias del ministro de Economía, José Luis Machinea, quien lo incluyó en las negociaciones con el FMI. “Espero que se reúna la Comisión de Previsión Social de Diputados. Pero, si no (lo hace) hay que tomar decisiones, sí”, reiteró.
También se mostró resolutivo al hablar sobre el Gobierno y advirtió que “varias áreas van a ser reorganizadas” algo que, dejó entrever, podría significar la salida del secretario de Transporte, Jorge Kogan, quienpende de un hilo desde que declaró en Página/12 que los pobres no sufrirían el aumento de trenes y colectivos porque iban a trabajar a pie o en bicicleta.

 

“No lo sentí como agresión”

Fernando de la Rúa aseguró que no sintió “como una agresión” la sorpresiva aparición del joven, Ernesto Belli, en el programa de Marcelo Tinelli, quien le reclamó por los presos de La Tablada, aunque reconoció que sí le sirve como “un llamado de atención” para someterse luego del episodio, a una más estricta seguridad. “Yo no lo sentí como una agresión”, respondió el Presidente y admitió que en parte la seguridad presidencial fue poca porque “yo soy muy sencillo y natural en esto de la custodia”. Por otro lado, el Presidente reconoció que le molesta la imitación que hacen de él en ese programa. “Es dañino para todos, incluso el pueblo que hizo la elección, no ve la gracia, sino la injuria”, sostuvo.

 

Con Chacho, todo bien

El presidente Fernando de la Rúa reconoció que la renuncia de Carlos “Chacho” Alvarez a la vicepresidencia tuvo “efectos negativos” para el Gobierno. “Desde el punto de vista institucional fue un elemento negativo que se fuera. Le dio un carácter de crisis al problema”, sostuvo ayer el Presidente. Además, adelantó que Alvarez podría trabajar en alguna comisión afín al Ejecutivo y que allí cumplirá “tareas de apoyo al gobierno”, aunque no precisó cuáles podían ser. De la Rúa sostuvo que la reunión que mantuvo con Chacho el jueves pasado “fue muy buena” y que en ella “no se habló de puestos ni de cargos pero sí de trabajar en distintos temas”. De la Rúa dijo que Alvarez mantiene “un apoyo permanente al Presidente y a la Alianza”.

 

LOS GOBERNADORES DEL PJ PUEDEN ACEPTAR EL DECRETO
Manos a la obra, compañeros

Por Fernando Almirón

Los gobernadores del PJ tendrán su propia cumbre antes de entrevistarse con Fernando de la Rúa. Hoy al mediodía al menos diez de los catorce mandatarios justicialistas se reunirán en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para ponerse de acuerdo en la posición que llevarán ante el Presidente en tres temas fundamentales: ley de infraestructura, rebaja impositiva y distribución de la ayuda social. No serán de la partida el cordobés José Manuel de la Sota (que tiene enyesado su pie derecho) y el santacruceño Néstor Kirchner, quien tomó distancia de sus pares después de la firma del pacto fiscal que limita las cajas provinciales.
“El jefe de Gabinete anticipó que la reunión será meramente informativa y que girará en torno al blindaje financiero”, le anticipó a este diario uno de los gobernadores convocados por el Presidente. Sin embargo, los mandatarios de la oposición intentarán convertir el encuentro en una mesa de negociación sobre la que aspiran a barajar varios temas.
El Plan de Infraestructura será la estrella política de la jornada. El gobierno aliancista está dispuesto a sacarlo por decreto ante la negativa de los senadores a aprobar la ley a la que tienen como una suerte de rehén para evitar que el Ejecutivo vete algunos de los artículos del Presupuesto nacional, lo que fueron agregados al proyecto original por el PJ de la Cámara alta.
Algunos gobernadores están molestos por la demora en la promulgación del Plan al que adhirieron desde que el ex ministro Nicolás Gallo comenzó a bocetar sus objetivos, los que beneficiarán en gran medida a las economías provinciales. Por esta razón, los mandatarios del PJ estarían dispuestos a avalar la salida por decreto, “aunque se podría buscar una solución salomónica: que se firme el decreto durante el receso parlamentario, para no herir al Senado”, propuso otro de los mandatarios que hoy visitarán al Presidente.
Enterados de la postura de los mandatarios, los senadores designaron a los integrantes de la comisión que visitará el CFI –encabezada por el presidente del bloque José Luis Gioja– que se encargará de presionar a los gobernadores para que no avalen la salida del decreto, lo que consideran un desaire al Senado.
Pero los jefes territoriales del peronismo tienen otra idea en danza: negociar la salida del decreto a cambio de quedarse con la distribución de la ayuda social en las provincias. “La ayuda social debe estar en nuestras manos, ya que nosotros conocemos mejor que nadie las necesidades de nuestra gente”, afirmó el gobernador Juan Carlos Romero. El mandatario salteño aseguró que la Nación debería reservarse el derecho de monitorear la llegada efectiva de esa ayuda y de paso reducir los costos del Ministerio de Desarrollo Social, si es que vale la pena mantenerlo”, ironizó.

 

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